Se trata de una pequeña publicación, de unas 75 páginas, de los nuevos cuadernos anagrama, que recoge tres conferencias y un prólogo bajo el signo de la crítica a los tiempos sociales y políticos que vivimos, unos tiempos que la autora designa como de anti ilustración aunque otros califican como populistas.
Reivindica los principales objetivos de la ilustración, los que se basaban en la objeción, en el combate contra la credulidad, y se pregunta por qué no se pueden poner en cuestión tantas mentiras o postverdades.
Marina Garcés considera que nos encontramos a las puertas de una rendición en la que ya no nos preocupa cómo vivir dignamente ni seguimos buscando los aprendizajes útiles que nos conduzcan hacia una vida vivible.
Cuestiona la idea de progreso frente la imposible sostenibilidad, la relación entre saber y emancipación, y considera que debe situarse el humanismo europeo entre otros humanismos para que pueda ocupar un espacio receptivo y de escucha en el mundo globalizado.
Marina Garcés. Imagen @MarinaGarces
Entre las líneas de la prosa viva y directa de la autora se adivina una cierta urgencia por comunicar alguna ideas que puedan zarandear a quien lea el texto, ante lo que para Garcés es “la cuarta revolución científica e industrial”, un momento histórico que embarca a la humanidad en un proyecto de inteligencia post humana.
Vale la pena seguirle la pista a esta filósofa de guerrilla y compartir los interrogantes y las respuestas que plantea. El librito es como una ducha escocesa, duele un poco, pero ¡espabila!