La Latinoamérica mujer, morena y originaria, conquistó muchos derechos en materia de género en los últimos años, pero todavía le hace falta recorrer camino para ejercerlos, afirmó Nina Pacari, magistrada indígena del Tribunal Constitucional de Ecuador, para quien este avance es paralelo a la aplicación de un conjunto de cambios profundos y de toma de decisiones políticas y jurídicas dirigidos a la defensa de la soberanía, los recursos naturales, la Madre Tierra y los derechos humanos, en los que los pueblos indígenas, y las mujeres como parte de ellos, tienen gran protagonismo.
Pacari es efectivamente un ejemplo de la conquista de estos derechos, ya que es la primera dirigente indígena que ha sido miembra de la Asamblea Nacional Constituyente, diputada nacional, vicepresidenta del Parlamento y cancillera de Ecuador. Para ella, las transformaciones principalmente jurídicas ocurridas en su país son también un ejemplo de cambios que se han llevado a cabo en otros países de Latinoamérica.
En Ecuador “hubo un proceso de cambio, se impulsaron reformas normativas desde la Constitución para lograr una participación más visible y equitativa de la mujer”; sin embargo, “todavía hay machismo, en el ámbito privado, en el hogar hay violencia intrafamiliar, en el ámbito laboral, público y político la mujer todavía está relegada”, declaró a La Independent durante una breve estadía en Barcelona.
La jurista y dirigente indígena fue invitada por el Observatori DESC a participar en las jornadas sobre Las vulneraciones de derechos humanos por parte de las empresas transnacionales en América Latina, donde comenzó su conferencia en torno a Los derechos de los pueblos indígenas ante la globalización con un saludo a la concurrencia en quechua, la lengua originaria mayoritaria en los países andinos.
En las jornadas realizadas en el Colegio de Abogados de Barcelona también participaron David Minoves, director general de la Direcció General de Cooperació al Desenvolupament i Acció Humanitària (DGCDAH) de la Generalitat de Catalunya, y Juan Hernández Zubizarreta, profesor de la Universidad del País Vasco, ambos muy críticos con las condiciones de poder con que operan las transnacionales en países frágiles y débiles de América Latina y sin que existan suficientes normas legales globales que les regule.
Nuevo paradigma
Pacari, en las jornadas, habló sobre la cosmovisión holística de los pueblos originarios que valoran la naturaleza, la Pachamama o Madre Tierra, “de donde todo comienza y donde todo termina”, que abarca el respeto y defensa de los recursos naturales, la protección de la soberanía de los pueblos, de la identidad de las nacionalidades y la deferencia del individuo, como fundamento del cambio que se ha producido en parte de Latinoamérica, donde “ya no son las mismas condiciones” para las empresas transnacionales dado que “ahora hay un nuevo paradigma”.
Por una parte, señaló Pacari a La Independent, la mujer participa activamente en este nuevo paradigma que aún está en construcción y por el que todavía los pueblos originarios se encuentran en franca lucha contra intereses económicos y políticos globales, utilizando lo que ella denominó una “resistencia pasiva”, a través de acciones políticas y democráticas y de adopción de nuevas normativas jurídicas, en contraposición a la “resistencia activa” del pasado caracterizada por rebeliones.
En Ecuador se ha aprobado una nueva Constitución que otorga derechos a los individuos, a los colectivos y a la naturaleza; sin embargo, en un mundo globalizado -con empresas transnacionales con poder político, económico y jurídico también global, y con un “accionar perverso” para los pueblos indígenas, para la soberanía, la economía y los países donde operan -, las victorias obtenidas son todavía pocas, pero “se van ganando batallas”.
La Corte Constitucional de Ecuador, en una de sus sentencias, señaló de modo expreso que el gobierno o una legislatura debía realizar una “consulta previa” a los pueblos indígenas respecto de cualquier proyecto de ley o política de desarrollo donde las naciones originarias estén involucradas, de lo contrario se estaría vulnerando sus derechos fundamentales.
“No hay que considerar que desde el ámbito jurídico van a venir todas las soluciones, sino que depende también de las políticas que se implementen, de la lucha de los pueblos, en ese sentido tanto mujeres como hombres están luchando como pueblo y desde sus puntos de vista para hacer respetar sus derechos”.
Equidad de género
Por otra parte, la mujer ecuatoriana en ese ámbito jurídico político ha logrado una importante victoria al establecerse en la Constitución que la participación femenina en las candidaturas llegue gradualmente a representar el 50%. Adicionalmente, se cerraron resquicios “de los cuales se valía el machismo para decir que sólo van de suplentes” de tal forma que dicha participación sea alternada y secuencial.
Para Pacari, “en la legislación actual hay una reafirmación de la participación de la mujer, en términos de equidad, no sólo para las candidaturas en la participación político electoral sino para la gestión pública en general”.
Se han sentado bases para que la mujer pueda estar al frente en lo laboral, en la administración pública, en la política y en sectores claves, como el judicial, resta todavía “luchar para que se considere la valía de las mujeres y puedan asumir posiciones de decisión, la lucha de la mujer no es sólo por la conquista de derechos, sino por el ejercicio de esos derechos”.
