Las mujeres indígenas han participado en la construcción de la identidad y cultura indígena colombiana. Simultáneamente, continúan en armonía con la naturaleza fomentando el cuidado y el respeto del entorno ambiental. Sin embargo, la lucha de las mujeres no ha sido fácil y han tenido que enfrentarse con el machismo que se encuentra en la vida cotidiana de Colombia y que también se encuentra en las comunidades indígenas.
La Independent hizo presencia en Colombia haciendo entrevistas a mujeres indígenas de diversos pueblos como Pijaos, Nasas, Emberas, Uwas, Ingas y otras comunidades. Ellos han hablado de las dificultades que tienen y cómo se están organizando en torno a la Conselleria de “la Mujer, la Familia y la Generación” de la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC).
El año 2010 hubo 1.146 mujeres y hombres desplazados forzosamente de sus territorios y un total de 122 personas asesinadas. En los casos de violencia sexual, el 100% de las víctimas fueron mujeres. El informe “Los derechos humanos de los pueblos indígenas de Colombia durante el 2010 y el inicio del gobierno de Santos” realizado por la Conselleria de Derechos Humanos de la ONIC, señala: “como presunto actor responsable de la violencia sexual identificada en la base de datos de la ONIC se encuentra el ejército. Este delito es poco denunciado y registrarlo es muy complejo. “El estudio demuestra que desde el 7 de agosto de 2010 (fecha en la que el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se posesionó al cargo) va hubo 4 casos de asesinatos y dos desapariciones forzadas de mujeres indígenas.
Otro Informe: “Las mujeres indígenas en el marco del conflicto armado interno que vive Colombia” realizado por la Consejería de la Mujer, Familia y Generación de la ONIC, señala que entre los años (2002 a 2009) hubo 97 casos de asesinatos políticos en mujeres, y muestra que el número de asesinatos aumentó comparado con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). En el período del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) el incremento de asesinatos de mujeres indígenas “es del 70%, en niños indígenas el incremento es del 42% y en niñas indígenas, la situación es tan alarmante que el incremento equivale al 450%. ”
Historia de cómo las mujeres van avanzando en el liderazgo de sus comunidades
Dora Tavera es Consejera la ONIC: la organización que reúne a la mayoría de pueblos indígenas que existen en el país y lidera la Consejería de “Mujer Familia y Generación”. Como consejera Dora Tavera tiene la tarea de ayudar a organizar y hacer acompañamiento a los diversos programas y actividades que fortalecen el accionar de mujeres indígenas en Colombia.
Tradicionalmente las mujeres indígenas han sido golpeadas por la discriminación social que ha existido a través de la historia y se afianza a partir de 1492 con el inicio de la colonización en América: “En todo este proceso de conquista arrasadora que hicieron los españoles al territorio, las mujeres fuimos las que llevamos la peor parte” Señala Dora Tavera.
“El proceso de mujeres indígenas en Colombia nace a la par del movimiento de Usuarios Campesinos. Fue a raíz de la concepción que tenemos sobre la tierra, sobre el territorio que justamente los pueblos indígenas comenzamos una lucha diferente por recuperar nuestro territorio ancestral y esto nos hizo diferentes en la lucha que tenemos a la par con los campesinos”, menciona Dora Tavera.
El movimiento indígena luchaba por la recuperación de los territorios, la defensa de la autonomía y la unidad. Pero en todo este proceso “el tema de mujeres específicamente no se trataba”. “A raíz de la muerte violenta de algunas compañeras (1972)” se empiezan a organizar aún más.
Las mujeres fueron parte importante de la historia indígena, al participar en el movimiento “Quintin Lame”. Hubo un grupo de mujeres llamadas las Lamistas “que también hicieron grandes aportes como mujeres indígenas frente al proceso organizativo”. Afirma Dora Tavera.
En 1983 surge la ONIC. Uno de los objetivos era exigir el respeto a los derechos de los indígenas y se empezó a hablar del programa de las mujeres con la defensa de los derechos fundamentales, la recuperación de la tierra y las necesidades de las mujeres indígenas en la época, que eran particulares al momento. Señala Dora Tavera al respecto:
Hubo muchas mujeres que dieron su vida también a este proceso y a partir de ahí fueron asumiendo otras mujeres que también le apostaron a esto. Y fue en el 2007 que las mujeres indígenas nos juntamos, hicimos como una evaluación de lo que había sido todo el proceso, desde que empezó todo el movimiento indígena en Colombia, hasta el 2007. Que habíamos hecho, que habíamos logrado y que nos faltaba. Y a partir de todo esto, cual eran las necesidades antes y cual eran las dificultades ahora…Se recogió todo, se hizo una evaluación muy juiciosa, se identificaron algunos logros, se identificaron fortalezas, se identificaron muchísimas debilidades y a partir de ahí hicimos un pare y proyectamos hacia estos cuatro años siguientes que vendría el congreso.
En el marco del Congreso de 2007 se crea la Consejería Mujer Familia y Generación. La entonces reciente Consejería tiene el mismo nivel de decisión que el resto de consejerías que posee la ONIC y además tiene que ser una mujer la representante de ese espacio. También, se crea un grupo de mujeres elegidas en la Asamblea que apoya a la consejería y que funcionan como facilitadoras del diálogo y organizadoras de las actividades propuestas entre la Consejería y las comunidades.
Principales problemáticas que afrontan las mujeres indígenas:
En las entrevistas que hizo La Independent, encontramos que existe un debilitamiento de la cultura en algunas regiones por distintas razones, una de ellas es el desplazamiento forzado, donde los actores armados obligan a las comunidades a salir de los territorios. En consecuencia los pueblos indígenas terminan en otros lugares adquiriendo formas de organización que irrumpe en su cultura o su cosmovisión.
Silvia G.[1] de la Región del Amazonas observa que el idioma Cubeo se está perdiendo “porque ya los abuelos casi no hablan con sus nietos… a la Maloka ya entró el televisor y ahora pasan mirando la televisión”. No en todas las comunidades sucede la misma situación, otras regiones tienen características que ayudan a potenciar la identidad. Algunas además poseen profesores bilingües que ayudan a fortalecer la idiosincrasia y la cultura.
La Violencia y la Militarización de las comunidades
Grupos armados ilegales y militares son los actores principales de la violencia en las regiones. Las mujeres se ven afectadas por esta situación. “Somos indígenas, Somos sin armas”, decía al respecto Silvia G. Otro testimonio dado a la Independent planteaba que: “De un momento a otro llegan camionados del ejercito, y ahora no andan de día, andan de noche, cuando tu ya ves, amaneces ya rodeada de militares” Comenta Blanca Andrade del Pueblo Nasa ubicado al sur-occidente de Colombia.
La violencia sexual, es otro de los temas que preocupa a las mujeres, “Cuando nosotros decimos a las fuerzas públicas es que están violado mujeres, los soldados responden: «¡Ah! sí, nosotros los estamos capacitando para que no las violen.» ¡Pero es que no va más allá!, no hay una voluntad de que no se siga haciendo. Entonces, así evidenciamos lo que decimos de la doble discriminación, porque la violan, porque se les da la gana, pero cómo son indígenas ¡Qué importan! ¿cierto?” Dice Dora Tavera irónicamente, quien afirmó que la militarización de las comunidades se presenta en la mayoría de los territorios indígenas.
[1] Nombre ficticio para mantener la identidad de la fuente.
Los Megaproyectos
Los “Mega Proyectos” son grandes proyectos económicos con alto impacto social y ambiental. En Colombia estos proyectos los hacen entre la Nación Colombiana y empresas que no tienen sede principal en el país. La ONIC plantea que estos proyectos no se suelen concertar con las comunidades indígenas o van en contra de la forma de vida de las comunidades. Existen concesiones mineras o de hidroeléctricas que afectan algunas zonas donde los grupos indígenas están ubicados.
Un ejemplo de Mega-proyecto es la mina del Cerrejón: la mina de Carbón de cielo abierto más grande de Latinoamérica ubicada en el departamento de la Guajira al norte de Colombia donde se encuentra el pueblo Wayuu, “Los capitales involucrados en El Cerrejón corresponden a las compañías Glencore (Suiza), BHP Billiton (Reino Unido) y Xtrata (Suiza – Australia)”. Menciona el informe hecho por la Consejería Mujer familia y Generación.
Ante esto la III Asamblea Nacional de Mujeres Indígenas celebrada en noviembre de 2010, en una de sus conclusiones se lee: “El avance de las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio, especialmente con Europa y Canadá, sin que se hayan evaluado los impactos que causarán en nuestros pueblos y comunidades, en especial en lo que tiene que ver con la propiedad intelectual de la sabiduría milenaria de nuestros pueblos. Advertimos que somos las mujeres indígenas las mayores depositarias de los conocimientos ancestrales y de las técnicas de trabajo nuestras.”
Otra de las conclusiones de la Asamblea muestra que el gobierno deja de lado las ideas y decisiones de las mujeres en las políticas públicas.
Nora Domico del Resguardo Embera Katio de Alto Sinú y Verde ubicado al nor-occidente de Colombia mencionaba que entre los problemas de salud que se tenían en la región era la desnutrición de los niños o en casos donde las mujeres tenían partos complicados no tenían acceso a Servicios de Salud cercanos a la comunidad. También comentaba que había casos de cólera . “Hay madres que son solitarias, hay huérfanos que necesitan alimentarse, y las madres que no son capaces cuando tienen seis o siete hijos, necesitan alimento también” Señala Nora.
El proyecto de la Hidroélectrica Urra II también les esta afectando: “Urra II lo quieren poner en el territorio indígena, en el resguardo.” señala Nora Domico.
Las relaciones de poder siguen siendo fuertes en las comunidades y los puestos de decisión importantes lo ocupan en la mayoría los hombres, una de las explicaciones a esto se muestra en otra entrevista donde se habla de la timidez: ha sido un obstáculo en el momento de expresar verbalmente las ideas, sin embargo poco a poco se va superando este problema, “En nosotros los Nasa existe mucho la timidez, las mujeres no hablan… Más sin embargo en mi comunidad ya hemos sido dos gobernadoras y con esta si logramos nombrar, ya somos tres, pero en los otros resguardos todavía no hay gobernadora.” Comenta Blanca Andrade del Pueblo Nasa.
A pesar de las diversas problemáticas las mujeres indígenas, se han ido organizando en sus regiones para hacer diagnóstico y actuar frente a las situaciones que afectan a su región. Eso si, cada región tiene sus propias dinámicas y sus propios avances, pero la implicación y los ánimos de trabajar en equipo es un elemento positivo a destacar.