OPINIÓN
En 1977 o 1978, fui a una charla sobre las mujeres, no recuerdo ni el título ni el lugar, pero siempre recordaré el descubrimiento que hice de la mujer que hablaba, Victoria Sau Sánchez.
Era la época de ir hippy y me quedé parada cuando vi una señora vestida clásica. Al momento, pensé que me había equivocado de lugar ¡Pero, no! Empezó a hablar y me impresionó. Sí que sabía de los temas que tanto me interesaban!
En la Vocalía de mujeres de Sants, cuando ya éramos Casal de la Mujer, pudimos contar con su presencia. Comentábamos libros escritos por mujeres y estábamos muy contentas de que viniera la autora. No nos cansábamos nunca escucharla. Victoria, de una manera muy clara y comprensible, como quien no dice nada, las decía de la altura de un rascacielos.
Mi profesión, psicóloga clínica, me permitió también en el ámbito profesional, poder compartir con ella diferentes momentos: cuando yo trabajaba en la primera Casa de acogida (en Barcelona) para mujeres que sufrían malos tratos, a finales de los 80; también cuando tenía alguna duda en torno a presentaciones, pequeños artículos o alguna investigación siempre me recibió con una gran calidez y dedicación desinteresada. Me ayudó a formular caminos innovadores de análisis y, sobre todo, en el período que compartí con Josefina Caro en que hacíamos supervisión de casos, en ese momento, yo desde un centro de tratamiento de las adiciones. Fue un período muy enriquecedor para mí, donde nos hablaba del mundo, de la división del trabajo, de la diferencia de género, la pobreza, las diferentes violencias, las relaciones y muchos otros temas.
La Victoria siempre estuvo disponible para sugerir ideas, abrir caminos a la vez que consolidaba en nosotras un pensamiento crítico feminista, expresado todo ello en un lenguaje directo y sencillo lleno de humor e ironía, mostrándonos una extraordinaria capacidad para poner en cuestión lo que parecía obvio y ayudándonos a re-situar lo que parecía inamovible.
Era una mujer que dedicaba su vida a reflexionar y denunciar las bases del sistema patriarcal desde una mirada original, radical y única y yo la recordaré como una mujer que me abrió el camino para ser la que hoy soy.
Como ejemplo del saber de Victoria Sau, recordamos la actualidad de su Diccionario ideológico feminista (1981) que comienza por la entrada “Aborto” y dice: “Es obvio que Mientras prosiga el paradigma patriarcal, el cuerpo -y por lo tanto el deseo, la personalidad, la vida en su conjunto- de las mujeres seguirá, en mayor o menor medida, enajenado. Y en consecuencia, la sociedad entera”.
Gracias, Victoria!
