Quieren los mismos derechos que cualquier otra trabajadora o trabajador
Un sindicato y que sea independiente es lo que quieren las trabajadoras del hogar que se reunieron hace pocos días en una asamblea encaminada, precisamente, a construir este instrumento representativo que defienda sus derechos. Es que no están conformes con ser uno de los sectores más vulnerables y con menos derechos sociales en relación a otras y otros trabajadores.
En junio recién pasado se aprobó una nueva norma que integra en el Régimen General de Seguridad Social a quienes trabajan en los hogares en faenas de limpieza, cuidado y otros; sin embargo, señalan, esta normativa es insuficiente ya que mantiene a este rubro sin derechos básicos, como es el derecho al paro.
El trabajo que este sector realiza “no se ve correspondido con dignidad y sufrimos discriminación al no tratarnos como trabajadoras y trabajadores: carecemos de contrato, de horario laboral, se nos niegan libranzas, vacaciones, pagas extras, bajas por enfermedad”, señalaron en la asamblea a la que asistió medio centenar de mujeres y algunos hombres que sirven en casas principalmente de Barcelona y Hospitalet.
Es que – están convencidas- las leyes laborales “confirman esta discriminación al negarnos el acceso al régimen general de la Seguridad Social, el derecho al subsidio de paro, porque nos consideran un ‘régimen especial”.
En la asamblea, realizada en el multiétnico barrio de El Raval de Barcelona, estuvieron mujeres y algunos hombres de distintos países principalmente de América Latina, del África y de Asia. Fueron convocadas por varias organizaciones que impulsan la iniciativa: Papeles para todas y todos, Mujeres Pa’lante Col.lectiu Maloka, Asociación de Orientación a las Mujeres Inmigrantes en Cataluña y Diáspora Solidaria.
En España cotizan a la seguridad social unas 300 mil personas que realizan servicio doméstico, de las cuales la gran mayoría son mujeres y el 90 por ciento son extranjeras; sin embargo, existen muchas más que realizan este trabajo sin contrato alguno.
El objetivo es crear una organización que defienda sus derechos, un sindicato al que se incluya a quienes tienen contrato o no, a quienes trabajan por horas o a tiempo completo o que están internas y también a quienes no tienen papeles de residencia.
Además, plantean un sindicato independiente “en el que nosotras y nosotros tomemos las decisiones, sin depender de orientaciones políticas o sindicales externas, sólo guiadas por la defensa de nuestros derechos”.
La asamblea determinó conformar tres comisiones para gestionar el tema legal, elaborar los estatutos y captar más afiliadas y afiliados. Los ejes centrales que deberá defender el sindicato son: el derecho al desempleo, contratos por escrito, eliminación de pago en especie, establecer una tabla salarial con revisión según el IPC y con pagas extras, tener derecho a vacaciones así como libranzas semanales garantizadas en todos los casos, además de eliminar el despido arbitrario.
Existen testimonios de mujeres que, al ser extranjeras y no tener papeles en regla, trabajan internas sin ningún contrato, sin horas definidas, sin derecho a salir de la vivienda, sin poder utilizar el móvil propio, sin acceso a internet, además son despedidas si se enferman, entre otros.
“Cuidamos a niños y niñas, a ancianas y ancianos, hacemos faenas de limpieza en el hogar, escaleras y oficinas… nuestro trabajo es tan digno como cualquier otro. Digno y necesario porque con él contribuimos al buen desarrollo de la vida cotidiana de las familias”.