Continuando con el análisis de Laura Lopresti quien es enlace de CLACSO en Barcelona y parte de la organización feminista catalana Dones Juristes y Pablo Gentili, quien es secretario ejecutivo de CLACSO y profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.
Traigo acá algunas de las 100 razones que Laura y Pablo señalaron para que se movilizaran las mujeres de más de 50 países y exigieran justicia, igualdad, reconocimiento y derechos, estas razones son:
Porque miles de mujeres y niñas viven en campos de refugiados en condiciones de hacinamiento, con hambre, frío y humillación. Porque más del 80% de la población desplazada del mundo son mujeres, niñas y niños. Porque cada año se producen más de 55 millones de abortos en todo el mundo. Porque la mitad de los abortos se realizan en condiciones precarias y sin garantías mínimas de seguridad y protección. Porque el 97% de los abortos inseguros se llevan a cabo en los países asiáticos, africanos o en América Latina.
Porque más de 700 millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir los 18 años. Porque miles de niñas y mujeres son obligadas a casarse por estar embarazadas, y porque muchas deberán casarse con quien las ha violado. Porque, en América Latina, un tercio de las mujeres que se han casado antes de los 18 años y cerca de 10% antes de cumplir los 15 años. Porque Latinoamérica tiene la segunda tasa de embarazos adolescentes del mundo y África la primera. Porque más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital en, al menos, 30 países. Porque en países como Arabia Saudita, Egipto, Filipinas, Irán, Maldivas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Sri Lanka, Sudán y Yemen, una niña podría ser condenada a muerte.
Porque el Estado de Israel actúa de forma arbitraria y violenta contra miles de niñas y jóvenes como Ahed Tamimi de 17 años, quien, por defenderse de la prepotencia policial en su propia casa, hoy se encuentra presa y podría enfrentar una condena de 10 años de prisión. Porque el 90% de las víctimas de los conflictos armados son civiles y porque el 80% de ellas son mujeres, niños y niñas.
Porque las iglesias pentecostales y los sectores ultraconservadores de la iglesia católica propagan que la llamada “ideología de género” destruye los valores de la familia y corroe el papel de la mujer como gendarme del hogar. Porque las iglesias pentecostales y los sectores ultraconservadores de la iglesia católica no han parado de crecer en los barrios más pobres, apoderándose de espacios públicos, de centros educativos y de medios de comunicación.
Porque en regiones como América Latina, después de algunos grandes avances en materia de igualdad, parece que estuviéramos regresando a la Edad Media. Porque en Irán, cuando una mujer se saca el velo en público es detenida por “perturbar el orden público”. Porque en Irán cuando una mujer asiste a un partido de fútbol puede ser detenida.
Porque la publicidad gráfica y televisiva persiste en tratar a las mujeres como un objeto sexual sin cerebro, sin inteligencia e irremediablemente frívolas. Porque el patriarcado y el machismo existen. Porque el patriarcado y el machismo matan. Porque el patriarcado y el machismo explotan, subordinan, colonizan, humillan, maltratan, despojan de sus derechos y de su libertad a millones de mujeres y de niñas día tras día. Porque el colonialismo no ha desaparecido y se reinventa cada día en las estructuras racistas, patriarcales y sexistas de nuestras sociedades.
Valiosos los análisis de Laura y Pablo. Necesario repetirlos, recordarlos y sobre todo, realizar acciones para erradicar las violencias y desigualdades en que vivimos las mujeres en el mundo.