PORQUE LA HISTORIA LO EXIGE: DESCOLONICEMOS EL PODER, EL SABER Y EL SER
MANIFIESTO POR UNA HUELGA FEMINISTA DESCOLONIAL Y ANTIRRACISTA #8M
Frente a los discursos del miedo, del odio y la barbarie impulsados por ideologías fascistas, racistas, misóginas y heteropatriarcales; frente a la acción voraz del capitalismo; frente a la vileza del clasismo y la depredación antropocéntrica, frente al atentado contra las autonomías, libertades y autodeterminación de los pueblos, venimos a desmontar la colonialidad del poder, del ser y del saber.
Desde la diversidad que nos moviliza y nos mantiene unidas para denunciar y resistir a las opresiones. Desde el vínculo del reconocimiento entre las diferencias que se activa con la práctica feminista descolonial y antirracista. Desde la acción colectiva sinérgica e interdependiente, autónoma y libertaria que reconoce los saberes situados, las estrategias de subsistencia y las acciones de resistencia al sistema colonial.
Alzamos nuestra voz como reclamo y llamada a la movilización y a la denuncia activa, desde diversos orígenes, diferentes realidades, múltiples especificidades y distintas problemáticas. Las #Migrantas8M que traemos el legado de resistencia a la colonización durante siglos de opresión por parte de nuestras ancestras, y de rechazo a la racialización de nuestras cuerpas y territorios, expresamos con firmeza lo siguiente:
FRENTE AL RACISMO Y LA XENOFOBIA INSTITUCIONAL:
1. Exigimos la DEROGACIÓN de la Ley de Extranjería y el CIERRE de los CIES. Denunciamos esta ley racista y xenófoba que contribuye a coartar y precarizar la autonomía económica de las mujeres migrantas, que condiciona el derecho a la ciudadanía a través de un contrato de trabajo. O deja en el desamparo a los menores no acompañados (MENAS) cuando cumplen la mayoría de edad, que nos les reconocen el pasaporte expedido en su país de origen, les obligan (aunque está prohibida) a hacerse la prueba radiográfica. Que permite la existencia de los CIES como cárceles de tortura y limitan la libertad de las personas. Penaliza la condición de migración de las personas y por no tener papeles. Exigimos un proceso de Verdad y Memoria frente a esta opresión racista institucional y sistémica para emprender luego un proceso de reparación.
2. Repudiamos la persistencia de una “democracia hegemónica” que avala y legitima la existencia de partidos de derecha y ultraderecha, como VOX.
3. Denunciamos la hipocresía del actual gobierno frente al Pacto Mundial de Migración que sólo lava la cara a quien lo asume, sin ninguna obligatoriedad de cumplimiento vinculante en sus políticas nacionales. Un claro ejemplo es promover el asesinato de cientos de personas en el mediterráneo al prohibir salir al mar a los barcos de rescate.
4. Repudiamos la criminalización de la solidaridad humanitaria que evidencia las tácticas del Estado racista para controlar las fronteras y romper lazos solidarios y actos altruistas de salvar vidas, calificándolos de tráfico de personas. Nos solidarizamos con la defensora Helena Maleno.
5. Demandamos el reconocimiento de ciudadanía como inherente a la condición humana sin condicionarla a la obtención de papeles. Ninguna persona es ilegal.
6. Rechazamos la decisión del Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid, que ha dictado un auto de procesamiento contra la concejala de Arganzuela y Usera, Rommy Arce, acusándola de injurias contra la Policía Municipal de Madrid. Rechazamos que se pretenda abrir procedimiento contra Malick Gueye, presidente del Sindicato de Manteros sólo por haber criticado “xenofobia institucional” tras la muerte del mantero senegalés Mame Mbaye.
7. Denunciamos las violencias institucionales racistas que fomenten normativas y programas de gestión de la migración sin perspectiva feminista, ni intercultural, menos descolonial. La única manera de subvertir el racismo institucional es contar con personal migrante trabajando en las instituciones públicas. El reconocimiento del saber situado al mismo nivel que el académico es imprescindible. Exigimos que la mediación y traducción intercultural sean asumidas por las personas migradas y reconocida con validez profesional. Demandamos que el aprendizaje de la lengua de la sociedad de destino sea en todos sus niveles gratuito.
8. Rechazamos la socialización de los parámetros eurocéntricos, racistas y clasistas de los servicios sociales y DGAIA porque criminalizan la condición de pobreza de las mujeres migradas con familia, y las penalizan quitándoles la tutela de los hijos e hijas.
9. Denunciamos a los ayuntamientos que niegan el derecho al empadronamiento de la comunidad migrada. Éste ha de ser facilitado sin domicilio fijo en todo el territorio del Estado español. Su exigencia de renovación es racismo institucional.
10. Exigimos el derecho a la vivienda a través del alquiler y el empadronamiento. Rechazamos la gentrificación que provoca un aumento de los alquileres o del coste habitacional y favorece a los lobbies económicos inmobiliarios y expulsa de los barrios a las personas. Es clasismo y racismo. La política de desahucios es un atentado contra la dignidad humana que impacta sobre todo a las mujeres migrantas y mujeres en situación de precariedad.
11. Denunciamos la estigmatización por su condición de migración de las mujeres afectadas por la violencia machista en todo el sistema de protección y recuperación frente a estas violencias.
12. Denunciamos las prácticas eugenésicas de los Estados racistas contra las mujeres de las poblaciones originarias aplicando las esterilizaciones forzadas. Rechazamos cualquier tipo de violencia obstétrica que atenta contra la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres, sobre todo mujeres migradas en el país de destino, donde el sistema de salud no toma en cuenta ni su diversidad ni especificidades e infantiliza su capacidad de decisión. Además, exigimos el aborto libre y gratuito.
13. Exigimos salud universal para todas las personas. La falta de acceso a la asistencia sanitaria y las condiciones de vida de la población migrada y refugiada es racismo institucional. Exigimos cobertura en salud de calidad y sostenible, así como protección social a la comunidad migrada y refugiada, sin importar su estatus legal. Es imprescindible que los sistemas de salud superen las barreras culturales y lingüísticas y se realice un abordaje multidisciplinar intercultural.
FRENTE A LA PÉRDIDA DE AUTONOMÍA ECONÓMICA:
14. Denunciamos la precarización de los trabajos de cuidados que realizan, sobre todo las mujeres migrantas. Exigimos el derecho a contratos de trabajo y salarios dignos para las trabajadoras del hogar. Denunciamos la esclavitud moderna que significa el ser trabajadora interna. Denunciamos a las personas que teniendo una trabajadora del hogar le pretenden cobrar el alquiler de la habitación en el propio domicilio donde trabaja.
15. Denunciamos que la renovación de la tarjeta de residencia esté vinculada a tener un contrato.
16. Decimos NO a la Enmienda 6777 y exigimos la Ratificación del Convenio 189 de la OIT por la dignificación del trabajo del hogar y los cuidados.
17. Denunciamos al capitalismo extractivista y energético, avalado por los gobiernos europeos, que operan en el sur global violentando los territorios y a las personas. Y denunciamos la violación a sus derechos humanos y el asesinato a defensoras de la tierra por parte de estos grupos hegemónicos. Basta de colonialismo.
18. Exigimos para las mujeres trans migradas igualdad de condiciones en el acceso al mercado laboral (apoyamos su exigencia del cupo laboral trans que significa alcanzar, al menos, el 1% del funcionariado público contratado). Y exigimos para ellas el reconocimiento de un documento de identidad sin condicionarlas al retorno a su país de origen.
19. Denunciamos el modelo de tercerización que favorece a empresas que se lucran con la precarización salarial y la sobreexplotación. Exigimos se eliminen las prácticas laborales de subcontratación y tercerización que afectan a las compañeras migradas trabajadoras en la industria hotelera y en otros sectores económicos.
20. Exigimos derechos laborales para las compañeras migrantas que se asumen trabajadoras sexuales.
21. Exigimos el reconocimiento de capacidades profesionales y técnicas de la población migrada en igualdad de condiciones que la población de la sociedad de destino. Denunciamos el estigma que persiste en el mercado laboral que condiciona el valor de nuestras capacidades a una visión estereotipada y racializadora del origen, cultura, genotipo y fenotipo.
FRENTE A LAS VIOLENCIAS RACISTAS Y HETEROPATRIARCALES
22. Denunciamos las prácticas racistas, interesadas y oportunistas de ciertas ONGs e iglesias “salvadoras” que se sirven de la realidad migratoria y condición de refugio para recibir subvenciones y ayudas que sólo alimentan sus bolsillos y promueven prácticas paternalistas e infantilistas hacia las personas migradas y refugiadas. Esos recursos deberían estar dirigidos a fortalecer el tejido asociativo de las poblaciones migradas que accionan por una convivencia intercultural y descolonial feminista.
23. Denunciamos la industria proxeneta que trafica con mujeres migradas y las coloca en situaciones peligrosas y extremadamente violentas. Evidenciamos que la Ley de Extranjería permite que esta industria actúe con impunidad.
24. Denunciamos la “cuota de color migrante” al uso y beneficio electoral de ciertas organizaciones políticas, sin ningún tipo de transformación real de sus estructuras de decisión y representación intercultural y descolonial.
25. Denunciamos las prácticas colonialistas, eurocéntricas y blanqueantes que invisibilizan las capacidades, saberes y trayectorias diversas de las personas migradas en todos ámbitos de la sociedad. La Epistemología racista, la colonialidad del poder, del ser y del saber son muros que deben caer.
26. Denunciamos la celebración del Día de la Hispanidad. Es una afrenta contra las poblaciones que fueron colonizadas. No celebramos el 12 de octubre, no hubo encuentro entre culturas, hubo genocidio y colonización.
¡Por una huelga feminista descolonial que denuncia el racismo, el fascismo, el capitalismo, el antropocentrismo y el heteropatriarcado!
¡Por un feminismo diverso, sin prácticas eurocéntricas, etnocéntricas ni colonialistas!
¡Vamos juntas y organizadas #MIGRANTAS8M!