María Eugenia Mesa Olazábal. Foto Tona Gusi
La autora ha escrito pera La Independent este artículo sobre su intervenció realizada en el Coloquio Internacional “Mujeres y Medios masivos de comunicación en la historia y la cultura de América Latina y el Caribe, celebrado en La Habana del 20 al 25 de febrero de 2017.
Es conocida la significación y trascendencia que para la cultura nacional tiene la radio desde su fundación. Medio idóneo para difundir cultura cubana, además de generar otra manifestación artística resultada de la difusión de elementos diversos.
Imagen de Iris Dávila en la revista Bohemia, La Habana, 4 de julio de 1993
Revista Caimán Barbudo. La Habana, septiembre de 1977, p. 7
Comenzó el 10 de octubre de 1922 con un concierto de la cancionera Rita Montaner y la locución de Zoila Casas Rodríguez, pionera en ese quehacer; otras le continuaron en varias emisoras del país. Sin embargo, pasaron varios años sin que interesara colocar mujeres como locutoras. Luego, en Santiago de Cuba, la estación Radio Hora, fue ocupada solo por mujeres; esta no tuvo mayor trascendencia y continuó el locutor como dueño y señor del éter.
Varias instituciones acudieron al medio para difundir actividades que las identificaran como la revista Bohemia que creó el programa: Hora Revista Bohemia (1931) con la participación de intelectuales como la narradora de vanguardia y luchadora feminista Ofelia Rodríguez. Acosta. Antes de concluir 1932 y hasta 1956, cuarenta voces femeninas de un grupo de profesionales de diferentes disciplinas se escucharon a través del programa Universidad del Aire. Las disertantes llevaron conocimientos generales a las mujeres a quienes alertaron de sus capacidades para insertarse y orientarse en la sociedad.
Al fracasar la huelga general política de 1935, surgió la Hora Cubana de la Cultura Popular, y luego el Instituto Popular del Aire para llevar cultura a la mayoría de la población; se destacaron Camila Henríquez Ureña y Vicentina Antuña. Similar prestación tuvo Mirta Aguirre cuando escribía para la emisora Mil Diez. En 1958 durante la lucha insurreccional Ernesto Guevara (Che), crea Radio Rebelde emisora identificada con la voz de la locutora y actriz Violeta Casals.
Con el advenimiento de la televisión (década del 50), comienzan a oírse otros nombres de féminas en el medio visual que las populariza anunciando artículos para el uso de las damas. Criterio que limitó a la locutora radial, entre tato en la televisión, la modelo la desplazaba con frecuencia.
La novela radial fue introducida, en la década del 40, mediante obras dramatizadas de corte romántico y melodramático. En 1947 la RHC, transmitió la novela Tierra adentro, de Dora Alonso (1910-2001), la cual marcó una pauta en su género; adaptada en forma seriada quedó definida la temática campesina.
Al siguiente año, Iris Dávila (1918-2008) redacta y estrena para el espacio Así es nuestra vida, de la CMQ, su primera novela Teresa Maderal, cuyo argumento lo desarrolla en un pueblo cercano a la capital. Ambas escritoras entre 1948 y 1949 se consolidan en este quehacer. Dora en la temática rural e Iris en la extra capitalina. Dora mantiene durante años el desenvolvimiento de sus novelas en monte adentro, Iris las desarrolla tanto en el campo como en la ciudad. De la labor realizada por ambas en el manejo de la literatura radial, se generaliza el realismo.
Revista Bohemia. La Habana, julio 4 de 1954, p. 48
Iris Dávila, abogada, publicista, dramaturga, redactora, editora, ensayista, creó una extensa obra. En la revista Vanidades se registran artículos donde aparecen sus preocupaciones acerca de la función femenina en la sociedad. Atraída por la radio concibió el programa: El placer de leer, que envió al director de Programación, este fue rechazado por: “demasiado intelectual”; pero le ofreció doble trabajo: abogada y redactora de comerciales.
Así ingresó a CMQ Radio en 1944 y, en 1948 estrena –como antes dije- Teresa Maderal, su primer aporte a la radionovela seguida de un prolífero caudal que se esparcirá por la radio y luego por la televisión. Para 1949 ya era una guionista profesional de la dramática radiofónica. En lugar del exotismo y la simple historia de amor imperantes, privilegia los ambientes domésticos citadinos, personajes femeninos y otros de clase baja así como, médicos o abogados que ayudan a los desvalidos. Con ese aval integra el grupo de escritores que reflejan crudas realidades sociales en relatos que las cadenas radiales nacionales difundían.
Los espacios Divorciadas y Por los caminos de la vida de la CMQ así como los de otras estaciones transmitieron de Iris más de sesenta radionovelas, casi todas con gran éxito; cada novela era una historia que, en el caso de Divorciadas (1949) estaba centrada en un personaje femenino que tenía el estatus civil “divorciada” o estaba a punto de serlo, condición generalmente valorada por la sociedad como “mujer fácil”. La causa de la sentencia de divorcio generalmente era “la incompatibilidad de caracteres”, la más conveniente para encubrir al hombre.
En 1951, estrena Por los caminos de la vida, este obtuvo, en 1954, un éxito rotundo con “Dos contra uno”, obra profundamente humana cuyos personajes se arraigaron de tal modo en la audiencia que Iris recibía por miles las cartas pidiendo que no terminara la novela, la solicitud fue complacida. Acerca de ella la crítica apuntó: “Iris Dávila levanta un índice acusador a la sociedad corrompida que con sus vicios y lacras, pervierte a la juventud”.
También fueron populares sus libretos para el espacio La novela de las ocho con: “Huérfanos del hogar”, Los hijos de la casa cuna” y, otras cuyos títulos similares denotan los orígenes de criaturas sin amparo filial dejadas o abandonadas en “Casas cunas” por razones varias y prejuicios, el más recurrente, ocultar el “fruto del pecado” de la mujer-madre. Todas esas dramatizaciones se basaban en hechos reales en los que la imagen de la mujer era poco edificante, esquema típico de una sociedad machista y subdesarrollada.
La televisión estrenó diversas historias. Sus guiones visualizaron unitarios, relatos episódicos y las novelas: Rosa María y Rumbos opuestos, sobre trabajadoras citadinas Asesoró radio-televisión e iimpartió cursos de Teoría y Composición Literaria. Escribió sobre la novela radial como género literario. En el sitio digital Latinas. Destacadas, se advierte: “Iris Dávila fue la única creadora de ficción radial-televisiva que poseía el oficio de escribir con éxito probado en los medios de comunicación durante décadas y a la par; podía diseccionarla teóricamente para identificar sus precedencias y singularidades dentro de la cultura masiva universal y nuestra propia historia”.
