Mary Luz Avendaño es una periodista del Diario “el Espectador”, uno de los diarios más importante en Colombia por su difusión a nivel nacional. Avendaño ha hecho la cobertura del conflicto armado durante 14 años y el año 2011 escribió un artículo titulado “Y ahora las Poli-Bandas” un artículo que denunciaba la complicidad de la institución de la Policía Colombiana con algunas bandas criminales al servicio de narcotraficantes.
Después de publicarse este artículo, cinco policías fueron destituidos y más de 120 continuan siendo investigados. También en el año 2011, Avendaño, escribió un artículo sobre un integrante de la banda “los Urabeños” (una de las bandas vinculadas con grupos paramilitares y narcotraficantes). Por estos reportajes la periodista recibió serias amenazas contra su vida y se vió obligada a salir del país.
El miércoles 21 de marzo en la Federación Catalana de ONG la periodista colombiana Mary Luz Avendaño estuvo en Barcelona para participar en una conferencia organizada por Amnistía Internacional en torno a la Violencia Sexual en Colombia. También participó en la charla Tono Albareda fundador y presidente de la ONGD Cooperació y fundador de la Mesa Catalana por la Paz y los derechos humanos en Colombia.
La periodista explicó que en Colombia “varias organizaciones cuando hablan de la violencia sexual dicen que las mujeres son utilizadas como botín de guerra”. Durante la charla, utilizó cifras de Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos o instituciones, comenzó la charla diferenciando conceptos como eran la violencia sexual y violación sexual.
Explicó, que ella misma había sido víctima de violencia sexual y de secuestro por parte de las FARC: “durante la semana que estuve secuestrada por las Farc los guerrilleros me obligaban a bañarme desnuda delante de ellos con la excusa de que me estaban cuidando y lo que estaban haciendo era intimidando, yo tenía que bañarme y no era una opción, no era si yo quería, era obligada por ellos, y lo que tenía que hacer desnuda delante de ellos en el monte en cualquier charquito, quebradita que viéramos, y cuando quería hacer mis necesidades fisiológicas tenía que hacerlo también en el monte como un animalito acurrucada, a esto le sumana que había otros cinco guerrilleros que me observaban todo el tiempo, yo les decía que -no tenían porque hacerlo que se giraran por lo menos- y decían que no, que no lo hacían porque podía huir, y no era porque podía huir sino era una forma de estar intimidando todo el tiempo, ¡eso es violencia sexual! y yo me di cuenta 12 años después cuando estaba haciendo este artículo”.
“En el 2009, para que ustedes tengan una idea, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forences realizó 21,288 exámenes de presuntos casos de violencia sexual más del 85% eran menores de edad, y de esta cifra se pudo identificar que 131 casos correspondían a violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia, sin embargo esta cifra es muchisimo más amplia, simplemente, lo que pasa es que en Colombia existe un amplio subregistro de los casos.” Señalo Avendaño
Con la ley de Justicia y Paz en Colombia se desmovilizaron alrededor de 30.000 paramilitares. Avendaño se refirió así sobre la ley: “basicamente lo que decía es que los paramilitares tienen unos beneficios, pero tienen unas obligaciones, las obligaciones de los delincuentes que se desmovilizaban bajo esta figura era confesar la verdad de sus crímenes, entregar sus bienes para reparar a las víctimas y pedirle perdón a sus víctimas, eran algunas de las condiciones…esta ley les da el benefício de que lo máximo que cumplirían en prisión sería 8 años.”
La periodista declaró a la Independent que “de estos casos sólamente han confesado 79 casos de violencia sexual,.. mientras la víctimas han ido denunciando ante la físcalia que han sido objeto de violencia sexual. En Antioquía, en el 2010 se presentó el mayor índice de denuncias con 100 casos, a diciembre del 2011 hay 727 denuncias.
Pero, todavía hay impedimentos. Una de las dificultades para que las personas denuncien, según reconoce la propia fiscalía, es que no hay personal capacitado para recibir las denuncias. Por otro lado, se debe señalar que las víctimas tienen miedo de realizar las denuncias, porque, los actores armados continúan actuando en la zona. También las víctimas a veces viven lejos del lugar donde se puede denuncia y además hay que añadir la falta de confianza en las instituciones. Por otra parte, algunas víctimas también han sido agredidas de nuevo después de hacer la denuncia.
“Uno de los casos que más ha seguido la fiscalía durante todo este proceso ha sido el de un comandante paramilitar que se llama Hernan Giraldo, hoy está extraditado a los Estados Unidos y según la fiscalía (que se fue de fiscalía, en fiscalía) encontraron que muchas mujeres menores de 18 años y de 14 años habían sido violadas por él y además muchas de ellas habían quedado embarazadas.
Se supone que esta señor había abusado él sólo de más de 50 menores de edad.” Denunció Avendaño
“La Corporación Sisma Mujer le ha hecho seguimiento a 52 casos y dice que la mayoría sigue teniendo depresión, baja autoestima, ansiedad, el 30% intentó suicidarse, el 35% tuvo embarazos no deseados y el 35% contrajo enfermedades de transmisión sexual. Poco más de la mitad denunciaron los hechos pero fue después de comenzar a recibir la atención psicológica, antes no.”
La situación no pasa solo en lugares alejados de los núcleos urbanos. Hay datos de la Fiscalía del 8 de marzo de este año que señalan 1.176 casos de delitos sexuales y 35 mujeres han sido asesinadas en Medellín, la segunda ciudad más importante del país.
