Por Montserrat Fernández Garrido
Con motivo de conmemorar el 25N participé activamente en dos emotivos actos. El primero, una visita a la antigua prisión de mujeres de Trinitat Vella, que será derruida próximamente. Lo organizaron Amador Expósito, presidente de la Asociación per la recerca i divulgació de la memoria histórica de la Trinitat Vella, la entidad Trinitat Uneix, el Grup d’Escolta Activa per a Dones e Isabel Villa Robles, presidenta de la Asociación Feminista Amigues de l’Olivera.
Entramos 50 personas, mayoritariamente mujeres y allí pasamos tres horas muy interesantes. Visita al centro, una explicación con documental y NODO incluido y cuatro militantes izquierdistas, que contaron su terrible experiencia: Maribel Ferrandiz, Genoveva Munell y Pilar Rebaque hablaron de las torturas que padecieron en la comisaría de Vía Laietana y su penosa estancia en la prisión en la que estábamos, en los años 70. Y yo, como abogada feminista conté brevemente dos historias de mujeres represaliadas, por el hecho de ser mujeres. Una, de 1945, en que torturaron a mi abuela materna, Leonor Martín Pajares, y la condenaron a 8 años de prisión, por ser la esposa de un conocido guerrillero granadino, Ollafria. (La historia detallada la explico, junto con otras muchas, en mi libro Tres generaciones rebeldes).
Y la segunda, de 1978, en que detuvieron y condenaron a una joven madre por llevarse a sus dos hijas pequeñas de casa de sus suegros, a donde las había dejado el padre. A la joven y a una amiga que la acompañó, el fiscal les pedía más de 20 años de prisión. No había podido reconocer a sus hijas, que constaban como de madre desconocida, porque no había divorcio todavía y ella había estado casada antes de convivir con el que fue padre de sus hijas. Un muchacho leridano progresista, socialista, que aprovecho las leyes franquistas para dañar a su compañera y a sus hijas. Las niñas no supieron en muchos años quien era su madre y por tanto no la vieron ni trataron. Al final cantó Silvia Tome, hermosísimas canciones suyas, acompañadas a la guitarra. Y ya en la Asociación del barrio nos ofrecieron un delicioso pica pica.
La segunda actividad tuvo lugar en el Arxiu Historic Roquetes, de Nou Barris. Y la presentó y coordino Montse Argenté Jiménez. De nuevo cuatro mujeres: Maribel Ferrandiz, Carmen Medina, Àngels Rabada y yo relatamos las mismas historias que en la Trinitat Vella: Torturas y prisión en idénticos lugares de Barcelona. Se filmó la actividad y se retransmitio para varias radios, con gran éxito de audiencia. Y la sala del Arxiu estuvo abarrotada con muchas personas emocionadas e interesadas en el tema. Recibimos una bolsa con regalos por nuestra participación y quedamos citadas para una próxima vez, presentar mi libro en el barrio.
Felizmente vamos difundiendo la historia de lucha y represión que han sufrido heroínas silenciadas y a las que les debemos gran parte de nuestra libertad y bienestar… No aceptamos el silencio y el ninguneo de tan importantes compañeras…