Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha publicado el 8 de mazo Día Internacional de las Mujeres, un informe titulado “El periodismo frente al sexismo” en donde se muestra el gran riesgo de sufrir agresiones sexuales y sexistas al que se enfrentan las periodistas y el impacto en la información.
El periodismo a veces se ha considerado un trabajo peligroso, pero cuando eres mujer y periodista puede que sea el doble de peligroso. Las mujeres periodistas no solo se enfrentan a los peligros de la profesión, sino que se suman las agresiones sexuales o sexistas. Basado en un encuesta realizada por RSF a nivel mundial, el informe de la investigación “el periodismo frente al sexismo” muestra que de los 112 países en los que se ha encuestado a periodistas, 40 fueron marcados como peligrosos y para las periodistas muy peligrosos, incluso en las redacciones donde se supone que es un espacio tranquilo y seguro.
Tres años después de la publicación del informe que revela las dificultades a las que se enfrentan las mujeres y hombres periodistas que tratan temas relacionados con los derechos de las mujeres, RSF hace una investigación analizando las respuestas a un cuestionario enviado a sus corresponsales en todo el mundo, incluyendo periodistas especializados en cuestiones de género. Los resultados confirman las tendencias que habían observado, afirmando que lugar más peligroso para los periodistas en la actualidad es internet.
El segundo lugar más peligroso según los encuestados es su lugar de trabajo, es decir las redacciones, lugar donde las mujeres se enfrentan a agresiones sexistas. Datos que se han visto reforzados con el movimiento #Metoo en todo el mundo, además porque en ocasiones las periodistas han sido las primeras en denunciar casos de agresión o acoso sexual, como ha ocurrido en Estados Unidos, Japón o la India.
Un ejemplo de denuncia fue la presentadora danesa Sofie Linde, que declaró haber sido victima de acoso. Aunque Dinamarca es un país que se considera modelo ha seguir en cuestiones de género y paridad, esta denuncia contra un alto cargo de la televisión pública causó una auténtica conmoción en todo el país.
Entre las periodistas, las especializadas en derechos de la mujer y las que se encargan de ámbitos deportivos o políticos, muestran que son más vulnerables a las agresiones. Algunos ejemplos son la periodista saudí Nouf Abdulaziz al-Jerawi que fue encarcelada por denuncia el sistema de tutela masculina en su país, además de ser torturada con descargas eléctricas y agredida sexualmente mientras se encontraba detenida.
En Brasil la periodista Patricia Campos Mello investigaba sobre el uso de los fondos ilegales para financiar campañas de desinformación del presidente Bolsonaro. Esta investigación la ha convertido en víctima de una campaña de ciberacoso extremadamente violenta después de que Jair Bolsonaro y sus hijos la acusaran de “sonsacar” información a cambio de favores sexuales. Un grupo de 50 periodistas y Mello han puesto en marchar en el país sudamericano, un movimiento #DeixaElaTrabahlar (#DejalaTrabajar) para denunciar los besos forzados a los que se enfrentan cuando cubren eventos deportivos. En Francia cerca de 40 periodistas del diario deportivo L’Equipe se han unido para apoyar a sus colegas tras las denuncias de acoso en las “secciones de deportes “.
RSF en el informe también examina el impacto de las agresiones en el periodismo y de que forma el trauma en la mayor parte de los casos lleva al silencia y reduce el pluralismo de información. A parte del estrés, ansiedad y el miedo a la violencia sexista o sexual al que lleva a las periodistas a cerrar incluso sus redes sociales de forma temporal o permanente (43%), pero también lleva a autocensurarse (48%), cambiar de especialidad (21%) o renuncias (21%).
Foto: archivo AmecoPress.