viernes 08 noviembre 2024

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Lydia Cacho: “La esclavitud sexual es un producto de la economía capitalista actual”

La periodista, escritora feminista y activista a favor de los Derechos Humanos Lydia Cacho empezó su conferencia leyendo un texto estremecedor  para hablar de sus miedos y  como superarlos. Aunque tiene que estar siempre alerta para “no perder la cabeza”, en sentido literal, dice que espanta su terror con una sonrisa. Pero su situación no es para hacer broma: está amenazada de muerte en México por personas muy poderosas, vinculadas al narcotráfico, la trata y la pornografía infantil.  Eso no la impide seguir teniendo claro que su “misión“ es seguir luchando por la gente que sufre “esclavitud”.

 

Cacho ha sido la 2ª conferenciante para hablar sobre Derechos Humanos, en el ciclo de conferencias: “En comú”, organizado por el CCCB, y ha conseguido llenar la sala a rebosar, emocionar explicando sus vivencias y contestando desde el corazón a todas las preguntas que  le planteaban.  Y cabe remarcar que cada vez que le preguntaban sobre “¿Qué hacer?”, ponía como ejemplo las Redes de información, y sobre todo  la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, en la que está integrada desde su fundación en México (Red a la que también pertenece la XIDPIC.CAT-XIPVG, asociación que edita La Independent).

La periodista de TV3 Silvia Heras que  la conoció en un viaje que hizo a México en el 2006, organizado por la Plataforma de Mujeres Artistas para conocer la realidad de los feminicidios, la ha presentado como un ejemplo de extrema valentía, “en un país en el que ejercer de periodista supone un riesgo enorme. Desde el 2000 hasta ahora, 70 periodistas han sido asesinados y 13 siguen desaparecidos. México sigue siendo  uno de los países del mundo más peligrosos para la profesión”. Y después Heras le preguntaba sobre cómo debió cambiar su vida tras publicar ” Los demonios del Edén“, su primer trabajo de investigación que consiguió que importantes políticos y mafiosos de Cancún, denunciados por ella con nombres y apellidos, fueran juzgados por su implicación en las redes de pederastia y prostitución infantil. Por esta denuncia pública, Cacho,  sufrió un secuestro “policial” de más de 30 horas que le podía haber costado la vida, a no ser por la rápida reacción de  colegas de CIMAC,  de la red internacional, y de diputadas del parlamento español.(Ver documental Demonios del Eden)

Investigar y  a la vez ayudar a las victimas

Lydia Cacho que reconoce que hace tiempo que dejo de llevar una vida “normal”, viaja por diferentes países del mundo y denuncia  las violaciones de los derechos de las mujeres y niños y niñas, y a sus autores, tanto de su país como en diferentes países del mundo. Su último trabajo de investigación está en su libro “Las esclavas del poder. Cinco años viajando para intentar entender cómo están organizadas las redes de trata de mujeres, niñas y niños. Personas que son compradas y vendidas como meros objetos. Y esto ocurre en latinoamerica, desde México, hasta Bolivia, así como en India, China, Tailandia, Camboya,  y también en Alemania, Inglaterra, y en nuestro propio país.

Para ella la investigación supone tirar y tirar del hilo… de las historias personales, e ir mucho más de lo que explican las víctimas, a las que intenta ayudar desde un gran respeto a su situación.  Empezó a investigar el tema de la pornografía infantil y de la trata de niñas y niños, a través de conocer los testimonios y vivencias de víctimas,  que explicaban  los vínculos de su situación  con personas de poder. “Es importante entrevistar a las víctimas sin re-victimizarlas y sin morbo añadido- – explica-, y tener conocimientos de leyes y de de psicología”, y comenta como se emocionó al recordar a una de las primeras niñas víctimas de la prostitución infantil a las que entrevistó, qu  le pidió, mirándola a los ojos, que le prometiera  que el responsable de esos abusos nunca pudiera volver a abusar de otras niñas. Este testimonio la marcó profundamente, y allí encontró el sentido de su trabajo,  explicar esos testimonios para que se pudieran evitar abusos futuros a otros niños y niñas.

Lydia explica como la marco su infancia en su dedicación profesional, ya que creció en una familia de clase media pero con una madre que la llevaba a ella y a sus hermanos a conocer la situación de los más desfavorecidos y que le hizo ver que “no puedo cambiar nada en el mundo si no pienso que yo puedo estar en el lugar del otro en cualquier momento”. Ella nos hizo ver que “la situación que tienes es circunstancial pero lo que haces con ella no”.  

El feminisme, opción de cambio para mujeres y hombres 

Considerada como prestigiosa periodista, ella se define antes que nada  como feminista que escribe desde su posición de feminista, que es una actitud política clara a favor de la igualdad de género y de la denuncia de las discriminaciones. Esto le llevó a trabajar primero en el tema de la lucha contra la violencia de género. Durante 10 años estuvo al frente de un refugio de alta seguridad (lo que aquí es una  casa de acogida para mujeres maltratadas) y que al final tuvieron que cerrar por falta de seguridad para las mujeres que albergaban, muchas de ellas víctimas del crimen organizado. Por suerte pudieron enviar a la mayoría de mujeres de allí a otros países.

 Entonces empezó con la investigación del tema de la trata de personas; “les invito a mirar las últimas páginas de los periódicos-comentaba- donde están los anuncios de contactos, allí verán lo que es la trata. Las mafias  están detrás de esas orientales cariñosas que se ofrecen”. Cacho  quiere demostrar con datos concretos cómo funciona la trata de personas y por eso ha viajado por todo el mundo para conocer la realidad de este negocio, un trabajo de investigación que aún continúa tras  “Las esclavas del poder”. Lydia ha comprobado que con la legalización de la prostitución en varios países, la trata no desaparece. Las mafias entonces tienen 2 negocios, el legal y el ilegal, y las redes de corrupción policial siguen ahí. “Lo que no cambia es el perfil de los esclavos/as, que cada vez son más jóvenes”. Destacó que España, donde también ha investigado, ocupa el 3er lugar en el consumo de prostitución en el mundo.

Según la periodista mexícana, para erradicar la trata, es básico analizar porqué un hombre se convierte en cliente de la prostitución. Analiza cómo los jóvenes consumen cada vez más pornografía en Internet (que es un negocio también de las mafias que están detrás de la trata de personas), y cómo los varones construyen así su visión de lo que son las relaciones sexuales; piensan que el sexo es eso, una relación de alguien que tiene el poder y otra persona que se somete. Además, esta pornografía es cada vez más violenta, sobre todo la dirigida a jóvenes homosexuales” (Veure video sobre com actua la pornografia infantil).

Se ha de educar en otro tipo  de relaciones y de erotismo

Para Lydia, hay que defender otro tipo de cultura y  denunciar la “hiper-sexualización” de la mujeres, jóvenes y niños en los medias. Es un  contexto, el que  un chico o chica  construyen su sexualidad, su intimidad, su identidad, incluso, según lo que ven. “La pornografía hiper-violenta juvenil e infantil está aquí para quedarse desde la libertad de difusión en Internet.  Así, los dos negocios, el de la pornografía y el de la trata, tienen que ver y se retro-alimentan”. “También hay que cuestiona lo que yo llamo la “pornotopia”, que defiende que, cómo la economía no nos da soluciones, es aceptable convertirse en objetos sexuales de terceros para poder sobrevivir.  Según ella, hay que preguntarse:” ¿qué hago yo ante esto? ¿Qué significa el erotismo, la intimidad para nosotros? ¿y para nuestros jóvenes?” La solución es replantear la educación de nuestros niños y niñas y jóvenes,  ver cómo se construye la intimidad y el contacto con el otro.

Finalmente, y como “periodista” crítica el tratamiento periodístico de la trata y la prostitución, “ya que algunos medios, por ejemplo, muestran a  las víctimas de un “rescate”, que en realidad son  espectaculares redadas para gloria de la policía, dirigidas contra las mujeres y no se vigila que se reproduzcan sus rostros, por lo tanto se viola sus derechos humanos “.

Lydia Cacho ha sido galardonada con diferentes premios entre los cuales destacamos el Premio Olof Palme 2011, el Premio Mundial UNESCO Guillermo Cano de Libertad de Prensa, el Premio Human Rights Watch, el Premio Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión y el Premio de la Unión de Periodistas de Valencia. Ver  su hitorial de premios y publicaciones en su blog.

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Julia López

Periodista, amb més 40 anys d’experiència en el món de la comunicació i com a redactora de mitjans. Co-fundadora i coordinadora de l’Associació Món Comunicació (AMC).
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