“Las altas médicas injustificadas afectan sobre todo a mujeres”dice Isa Garnika , impulsora de la Plataforma de Afectadas del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (PAICAM)
Después de hacerle creer que aceptarían su reclamación de la invalidez permanente, el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM) dio de alta a Natividad López Gama, Naty.
Hacía tres meses que había acampado en el acceso a las instalaciones del ICAM para que le reconociera su derecho a la invalidez. Las promesas de los responsables del Instituto a cambio de que abandonara la acampada resultaron ser una trampa. El campamento ha sido desmantelado y no permiten que vuelva a instalarse.
Lógicamente, las concentraciones ante el ICAM contra las altas médicas injustificadas que se han hecho en los últimos meses continúan y, además, se acaba de crear la PAICAM, Plataforma de Afectadas por el ICAM, con el apoyo del Colectivo de Abogados Ronda.
Isa Garnika es una de las impulsoras de esta Plataforma.
¿Cómo se creó la PAICAM?
Estuvimos presentes unas cincuenta personas. No fuimos más porque muchas personas, por el hecho de estar tan enfermas, no se pudieron desplazar. Parte de las afectadas delegaron en otras personas. Consideramos muy importante la creación de la PAICAM porque así superamos el aislamiento en que confiaba el ICAM y el sistema. Ahora nos sentimos más fuertes.
¿Qué iniciativas sacará adelante la PAICAM? ¿Cómo funcionará?
Hemos creado varias comisiones. Nos reuniremos en la sede del Colectivo de Abogados Ronda, que tiene una sala adecuada para las personas con sensibilidades químicas múltiples. Yo estoy en la comisión de Acampada y Acciones. Queremos crear un grupo de acompañamiento también. Nuestro grupo está de lunes a viernes, un par de horas, en el acceso al ICAM, para acoger a las personas que salen, a veces con dramas humanos importantes. Recogemos sus datos si quieren participar en nuestra plataforma.
Han desmantelado la acampada ante el ICAM y, además, ahora, sus directivos se niegan a continuar las reuniones de seguimiento a que se habían comprometido con el sindicato CGT. Justifican su actitud por las concentraciones que continúa convocando ante el ICAM. Está claro que apuestan por la política de la dureza, de la falta de diálogo.
Mantienen la política de dureza, sí. A la Nati la dieron de alta el 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes, y a Marta, la otra mujer que había acampado con ella, también lo han dado de alta.
La subdirectora de l’ICAM, Consuelo Lemonche, dice que hace lo que tiene que hacer. Pues, nosotros hacemos lo que tenemos que hacer, que es organizarnos y luchar contra estas altas médicas injustificadas. Son muchas altas médicas injustificadas, que afectan a cientos de personas y muchas de ellas, mujeres, por el tipo de enfermedades que tienen: fibromialgias, enfermedades crónicas… La subdirectora dice que estas enfermedades no están bien documentadas. Aquí tenemos un problema serio.
También perjudican a muchos hombres, como conductores del transporte público, que sufren hernias discales. Nos estamos encontrando con mujeres de la limpieza, que tienen un tipo de funciones que provocan lesiones que las invalidan completamente o les causan incapacidades laborales. Y las dan de alta. El otro día nos encontramos con el caso de un médico que dio de alta a una mujer a la que dijo que ya tenía un marido que la podía alimentar.
Muchos dramas creados por un Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas que da alta no justificadas.
¿Cuáles son los principales reproches que hacen al ICAM?
Tres. No tratar con respeto a todas las personas. No dejar que las acompañen. Y un tema muy poco conocido que es que los médicos no envían los informes con cartas certificadas sino que lo hacen por el correo normal y a menudo no llegan a las enfermas.