miércoles 17 julio 2024

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paco abril

¿Los padres jóvenes quieren implicarse en los cuidados?

paco abril

La paternidad es un punto de inflexión para muchos hombres. La llegada del primer hijo supone una reorganización de la vida, los tiempos, e incluso las prioridades, en las parejas jóvenes.

 

Los modelos familiares son cada vez más diversos y alejados de la figura del hombre como principal proveedor familiar y la mujer como la principal cuidadora.

El aumento del nivel educativo de las mujeres y su incorporación al mercado laboral ha posibilitado, entre otras cosas, un aumento considerable de los modelos familiares de doble ingreso: con dos proveedores y dos cuidadores. Esta realidad, sin embargo no está exenta de conflictos. En la práctica, aunque trabajen los dos siguen siendo las mujeres las que suelen implicarse más en los cuidados y en la tareas reproductivas no remuneradas. La doble jornada supone que las mujeres trabajadoras dedican cuatro veces más de tiempo a las tareas domésticas y de cuidado que sus parejas hombres. Esto se debe, entre otros motivos, a una estructura patriarcal del mercado laboral, pensada para los hombres, que sigue asumiendo que son las mujeres las que deben conciliar y, también, a una visión de las relaciones de género que persiste en una división sexual del trabajo tradicional al concebir que las mujeres son las cuidadoras “naturales”.

De esta forma, en la práctica, según señalan los datos, son más las mujeres que los hombres las que realizan adaptaciones laborales, como la reducción de jornada, para conciliar la vida laboral con la familiar. El peso de la situación y condiciones laborales y salariales de cada miembro de la pareja juega, junto a la ideología de género de la pareja, un papel crucial a la hora del reparto de los cuidados. Por tanto, si se quiere aumentar la igualdad de género en nuestras sociedades y fomentar que los hombres que son padres se impliquen en los cuidados, se deben mejorar las condiciones laborales de las mujeres, igualar los permisos parentales y trabajar, desde la educación infantil, en minimizar los efectos de los estereotipos y los roles de géneros.

Volviendo a la pregunta inicial de este artículo, ¿ quieren los padres jóvenes implicarse en los cuidados?. Las evidencias parecen demostrar que así es. La representación cultural de la paternidad en el siglo XXI es cada vez más apartada de la figura del padre ausente, trabajador pero alejado de los cuidados de sus hijos, que ha sido hegemónica en otras épocas . Ahora, en los medios de comunicación y en las series televisivas aparecen padres cercanos a sus hijos, cuidando de ellos. Esto no es más que un reflejo de los que sienten muchos padres actuales. Es cierto que todavía hay hombres, con una ideología tradicional de género, exclusivamente centrados en el trabajo, que entienden el trabajo de su pareja como complementario al suyo, igual que su rol de “ayudante” en los cuidados de sus hijos. Estos hombres son una figura en extinción. La tendencia, según indican diversas investigaciones en todo el mundo, es a un mayor compromiso de los padres en los cuidados. Cada vez más hombres manifiestan el deseo de ejercer de padres activos y comprometidos. Ya no es tan extraño ver a hombres solos con sus hijos e hijas en la consulta del pediatra, en los parques o incluso comprando ropa de bebé o niño/a. Imágenes que hace unos años sorprendían hoy forman parte del paisaje contemporáneo. También el hecho de la existencia de padres homosexuales ha ayudado a visibilizar y normalizar los roles de cuidador de los hombres. Se calcula que, aproximadamente existen en España un 8% de parejas de hombres que tienen hijos y, por tanto, están presentes y actúan en diferentes espacios públicos como escuelas, parques, etc.

Sin embargo, estos padres cuidadores también se encuentran con trabas o dificultades para desarrollar su deseo de implicarse con sus hijos. Uno de los obstáculos, pero también una de las grandes potencialidades, se encuentra en la reforma de los permisos parentales. En los últimos días, en el País Vasco, se ha anunciado que se está estudiando la equiparación del permiso de maternidad y de paternidad entre los trabajadores de la Administración pública de esa comunidad. Sin duda es una buena noticia porque sitúa el foco de los cuidados en los dos miembros de la pareja. Se envía un mensaje a los padres, y a la sociedad en general, en el sentido que estos tienen el deber pero también el derecho de responsabilizarse de sus hijos. Ayuda a solventar, además, uno de los graves problemas de nuestra sociedad , con una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo, que es la falta de recursos y de tiempo para atender a los hijos. Personas expertas en esta materia han señalado lo insuficiente de los permisos actuales, 16 semanas para la madre y cuatro para el padre. Por tanto aplaudimos esta iniciativa y esperamos que si finalmente se aprueba pueda extenderse al resto de trabajadores y a todo el país.

También está en la mano de las empresas actuar y fomentar la implicación de los padres en los cuidados. Cada vez más empresas entienden que la felicidad y el bienestar de sus trabajadores revierte en el clima y la productividad en la organización. Por esto, cada vez más empresas ponen a disposición de sus empleados medidas dirigidas a conciliar la vida familiar y laboral. La posibilidad de gestionar una parte, o todo, el tiempo laboral es una de las grandes soluciones para conciliar. Medidas como la flexibilidad de entrada o salida, la flexibilidad del horario, la jornada compacta, los bancos de tiempo, el teletrabajo, etc. están entre las que más éxito tienen. En definitiva, se trata que los empleados puedan gestionar y ajustar sus horarios laborales a su situación familiar y personal.

Finalmente, también sería de mucha utilidad que las administraciones públicas emprendiesen acciones de discriminación positiva para aumentar la presencia de los hombres maestros en la educación infantil. Esto sería un revulsivo social en la línea de demostrar que los hombres también pueden cuidar y , así, atajar los estereotipos y roles de género tradicionales.

Estos son algunos ejemplos de cómo favorecer que los hombres ejerzan el rol de cuidador y así llegar a transformar la identidad masculina tradicional y fomentar una mayor democratización de las relaciones de género. Todo esto es lo que queremos visibilizar el próximo 19 de marzo con el dia del padre cuidador e igualitario.

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