Elisenda Díaz es graduada en Estudios Literarios por la Universitat de Barcelona y ha hecho un máster de Estudios de Cine y Audiovisual Contemporáneo en la Universitat Pompeu Fabra.
Actualmente, es estudiante de doctorado del grupo de investigación Cuerpo y textualidad de la Universitat Autònoma de Barcelona y está realizando una investigación para trazar la representación cinematográfica de la figura de la actriz en declive desde el cine clásico de Hollywood, hasta los retratos biográficos de los últimos días de estrellas como Romy Schneider en 3 days in Quiberon (2018) o Judy Garland en Judy (2019).
¿Como definirías la actriz estrella, la diva, a lo largo de la historia del cine y cuál sería su equivalente masculino?
La diferencia entre una actriz y una estrella no reside en su talento interpretativo. Una diva lleva en su rostro todos los personajes que ha encarnado, todas sus apariciones públicas, los escándalos con la prensa, … Por ejemplo, cuando vemos a Jennifer Anniston en pantalla, vemos a la típica joven rubia americana, vemos a Rachel de la serie Friends, vemos a la exmujer de Brad Pitt, etc. Para mí, es muy interesante pensar en las estrellas de cine con el paso del tiempo. Seguramente, cada vez habrá en el mundo menos personas capaces de reconocer a Clark Gable o, incluso, a Frank Sinatra. Aun así, hay estrellas eternas, iconos, como Marylin.
Las primeras divas retratadas por el Hollywood de los años 50 eran solitarias y solteras: sin hijos ni maridos, sin familia, pero en años posteriores fueron surgiendo estrellas de cine que eran también madres. ¿Como se explica la incorporación de la maternidad en las divas del cine y qué consecuencias tiene en el relato?
Las estrellas del Hollywood clásico vivían en unas condiciones en las que la maternidad era una decisión complicada. Por una parte, si eran solteras y se quedaban embarazadas, los estudios de cine las incitaban a abortar o bien, como se ve en Hail, ¡Caesar! (2016), las hacían desaparecer del ámbito público durante el embarazo para explicar, más adelante, que se trataba de una adopción. Películas como Sunset Boulevard (1950) muestran la dedicación profesional total, dejando de lado el matrimonio y la maternidad. La soledad, el alcoholismo y la vanidad se reflejan como consecuencias narcisistas de las mujeres dedicadas a sí mismas. La alternativa que se propone es el matrimonio, como sucede en All about Eve (1950) que, justamente muestra la aceptación del envejecimiento y el crepúsculo laboral a través del amor conyugal. Creo que las películas posteriores, distanciadas de las políticas del Star System hollywoodiense, siguen esta vía construyendo personajes más ricos y complejos. El estereotipo de la diva se hace más humano, más conectado con la realidad, cuando se explora el amor, la maternidad, los problemas de salud derivados del envejecimiento, etc.
¿Cómo afecta el envejecimiento a estas mujeres, la profesión de las cuales está estrechamente ligada a la apariencia física y a los cánones de belleza juveniles?
Hay muchos análisis culturales, como por ejemplo El mito de la belleza de Naomi Wolf (Contintametienes, 2020), que exponen como, por un lado, la belleza está ligada a la juventud y la blancura de piel y, por otro lado, muestran cómo la construcción del valor del género femenino reside en la belleza. Así es como, en general, las mujeres que son consideradas por la sociedad como “bellas”, son propensas al éxito en todos los ámbitos de sus vidas. Las actrices ante el envejecimiento, no solo se enfrentan a una devaluación como mujeres, sufriendo la crisis de mediana edad, sino que, además, se encaran a la pérdida de oportunidades laborales. Recordemos que, aunque en la actualidad no es tan radical, los personajes femeninos son mayoritariamente jóvenes. El resto son papeles secundarios.
¿Hay películas que traten de manera respetuosa, e incluso alabándolo, el envejecimiento femenino?
Progresivamente va habiendo más películas que se aproximan a la mujer envejecida de manera respetuosa, con empatía y humor. Por ejemplo, todas las películas protagonizadas por Dianne Keaton des de su cincuentena (desde The First Wives Club, 1996, hasta Book Club, 2008). Creo que la aportación de la comedia romántica es importante en este aspecto, ya que se dirige a un público femenino maduro, un público que quiere seguir sintiéndose identificado con las historias que explican sus estrellas de juventud. Además, desde el humor se tratan temas hasta la actualidad silenciados, como el deseo sexual en la menopausia. En este sentido, la serie de siete temporadas producida y protagonizada por las octogenarias Jane Fonda y Lily Tomlin, Grace and Frankie, es una aportación muy valiosa. Aun así, debo remarcar que todavía no he visto una película que alabe el envejecimiento femenino. Creo que la pérdida de la juventud como devaluación personal, impregna los relatos de manera que no permite explorar los aspectos positivos de la madurez femenina: la seguridad, la experiencia, el autoconocimiento, …
Muchas películas explotan la idea de la mujer que tiene que soportar la presión social de tener que ser la buena madre entregada a sus hijos y el ángel del hogar con la exigencia de una carrera profesional que combina movilidad, dinero y fama. ¿Crees que se hace desde una falsa idea de mujer que puede con todo y más y que acaba culpabilizándola y esclavizándola?
Es verdad que, desde la incorporación de la mujer en el ámbito laboral, se ha alimentado un imaginario de la super-woman: realizada en su profesión, madre entregada, atractiva para el marido, deportista y con una dieta sana, etc. Esta mujer “perfecta” es problematizada en muchas películas que se centran en la mujer volcada a su profesión. Especialmente, entra en conflicto con aquello que se requiere socialmente de una madre: el tiempo de dedicación y la predisposición total se traduce en amor maternal. Entonces, cuando una madre prefiere dedicarse a su trabajo, se lee como una ambición egoísta, resultando mala madre y perjudicando a sus hijos. Desde Psycho (1960) hasta el Jocker (2019), la madre es culpable de la salud mental y los homicidios del hijo. En estas películas, el protagonista es el hijo. Cuando se asume el punto de vista de la madre trabajadora, generalmente, se trata el tema desde una complejidad que no permite juzgarlas de manera rotunda como malas madres.
La drogadicción y el alcoholismo junto con el internamiento en centros psiquiátricos o de rehabilitación siempre persigue a las divas del cine y a las grandes estrellas femeninas en general. ¿Cómo se justifica esta situación dramática y como la refleja el cine?
Todos los relatos sobre Hollywood, sobre el mundo de la fama, tratan la corrupción. Parece una consecuencia inevitable del éxito que rodea el mundo de la música, el cine, el showbussines… En todas las versiones de la película A Star is Born, como también en la proclamada Annette (2021), donde es el personaje masculino el que sucumbe al alcoholismo. En el caso de las estrellas femeninas, creo que es un fantasma que recorre el éxito de la artista desde Marylin Monroe hasta Amy Winehouse o Britney Spears. En el retrato que hace el cine se justifica como el resultado de una presión pública y mediática que exige a las estrellas mantenerse constantemente en la cúspide del éxito, de la fama, de la belleza, además de exigir la capacidad para reiventar constantemente la originalidad de su carrera profesional. Creo que el cine contribuye al relato dramático de las muñecas rotas, víctima de un mundo que las encasilla, las juzga y condena. Es necesario dejar de romantizar la enfermedad, la autodestrucción y el suicidio para explorar otras vías. Considero la figura de Madonna interesante en este aspecto: una artista que ha estado activa en el mundo de la música durante más de cincuenta años, multimillonaria, con intenciones políticas, etc. Aun así, los medios no dejan de alimentar los escándalos de su envejecimiento: se la condena por someterse al bisturí, por actuar de manera inadecuada a su edad, por la edad de su pareja… ¿Qué otra cosa puede hacer una diva? Los artistas masculinos no se encuentran bajo este juicio constante.
¿Cómo se ha tratado en el cine el tema de las jóvenes promesas que admiran una mujer mayor que ya ha hecho la carrera deseada?
Creo que en los años cincuenta se trataba desde la rivalidad y competencia, mostrando esta relación como una pelea de gatas, como pasa en All about Eve (1950). Hoy en día sí que hay películas en las que se percibe una continuidad de esta relación vampírica en el mundo del éxito profesional femenino, por ejemplo, en Neon Demon (1916). Pero creo que la sororidad ha impactado positivamente en nuestra vida y nuestras ficciones. Ejemplo de ello es Clouds of Sils Maria (2014), en la que la relación entre la estrella madura y su asistente joven se explora desde los cuidados mutuos, la convivencia cotidiana, la atracción erótica, etc.
¿Hay algún género cinematográfico -thriller, terror, melodrama, bélico, western, etc.- que sea especialmente poco respetuoso con los personajes de mujeres mayores, o que directamente los excluya o ningunee?
Los géneros se dirigen a un público objetivo, eso explica la escasez de mujeres mayores en el cine bélico, por ejemplo. También, el género trabaja con convenciones y personajes estereotipados. Por eso, si aparece una mujer mayor en el western será, mayoritariamente, la madre o la abuela. Como hemos mencionado antes, las mujeres mayores dejan de ser personajes secundarios en géneros como la comedia, la comedia romántica y el melodrama. Por otro lado, encuentro negativa la representación que continúa promoviendo el terror; el estereotipo de la abuela asesina, loca y enferma, que todavía encontramos en películas actuales como Last Night in Soho (2021), naturalizan una visión del envejecimiento femenino desde el miedo, lo grotesco, lo abyecto…
Hedy Lamarr
Joan Crawford
¿Se puede detectar un tratamiento diferente de los personajes femeninos en las películas dirigidas por mujeres?
En mi opinión, no solo depende de la directora, también de la producción, del guión, de la época, de si las actrices pueden participar en el proceso creativo de su personaje o no, etc. Respecto a los biopics sobre personajes femeninos históricos, creo que la época afecta tanto como la dirección. Por ejemplo, películas como Mommie Dearest (1981) sobre la maternidad de Joan Crawford o Frances (1982), sobre la vida y salud mental de la actriz Frances Farmes, son bastante contundentes en el retrato negativo que hacen de la actriz, en este caso, víctimas y madres maléficas. En cambio, la serie Feud (2017) dirigida por Ryan Murphy, director con tendencia LGBTI+, hace un retrato más complejo de Joan Crawford y Bette Davis. Un caso excepcional es el de Nico, 1988 (2017) de la directora Susanna Nicchiarelli. Se acerca a la cantante Nico, su maternidad conflictiva, su adicción a la heroína, la ambición musical, con tantos matices que logra que tanto empaticemos con ella como que nos cuestionemos algunas de sus decisiones.
¿Cómo valoras el intento de buena parte del cine actual de ser feminista y de querer incorporar la diversidad sexual en los relatos?
Lo valoro de forma positiva. A pesar de que en muchos casos parece ser que responda a una necesidad de ser inclusivo y políticamente correcto, acorde con el momento histórico que vivimos. Entonces, el resultado consiste en cambiar las apariencias (básicamente, cumplir con la cuota de personajes femeninos, homosexuales y racializados, sin por ello modificar el relato. Encuentro más interesantes las películas que no se limitan a exponer una sexualidad como problemática central. Por ejemplo, Deux (2019) retrata una pareja de mujeres maduras que, hasta el momento han sido vecinas para así ocultar su relación amorosa. La película trata sobre la aceptación pública de su relación, pero también de la enfermedad, de los cambios que conlleva la jubilación, de las relaciones familiares, de los recuerdos…
¿Qué películas nos recomendarías ver para ilustrar lo que hemos mencionado en las preguntas anteriores?
Recomiendo algunos clásicos fascinantes como Sunset Boulevard (1950) y All about Eve (1950) con la magnífica Bette Davis. También Postcards From the Edge (1990) con guión de Carrie Fisher e interpretada por Meryl Streep y Shirley MacLaine. Últimamente, encontramos muchos biopics sobre actrices de cine, uno muy recomendable es el de la famosa Judy Garland, Judy (2019) que retrata su última gira de espectáculos por Inglaterra con la que quiere establecerse económicamente y así, dedicarse a sus hijos.