La semana pasada, varios edificios o monumentos emblemáticos de ciudades de todo el mundo se iluminaban de azul.
Era para conmemorar el 70 aniversario de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas que se firmó en San Francisco el 26 de junio de 1945 y se hizo efectiva el 24 de octubre de ese mismo año. El mensaje ?: unir los ciudadanos de todo el mundo a favor de la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
Un discurso terco
Ciertamente, en nuestro país, lugares emblemáticos de nuestras ciudades también lucían el color azul. La voluntad de paz de los pueblos es inequívoca, y el discurso de las Naciones Unidas es muy terco al respecto, pero parece que -a pesar de su supuesto poder de influencia- los poderosos van a la suya y miran hacia otro lado (su , está claro).
Inmersos de lleno en la guerra
El escenario que vivimos no es de pre-guerra, sino de la guerra que ya hace tiempo embadurna el mundo y que nos salpica de cerca. Aparte de la complicidad de los gobiernos en los negocios de venta de armamento a países en conflicto, y de las relaciones amistosas o de negocio con los países que son responsables, actualmente la OTAN prepara una de las maniobras más grandes de su historia en el sur de Europa (España, Italia y Portugal). Se trata de la “Trident Juncture” que cuenta con la participación de más de 30.000 efectivos (8.000 de ellos españoles) de un total de 30 países. Estas maniobras se están llevando a cabo hasta el 6 de noviembre. El propósito es, como en otras ocasiones, el entrenamiento para hacer la guerra a gran escala.
El macabro objetivo del poder
Hay que sospechar que las actuales maniobras de la OTAN puedan tener como objetivo, como siempre, prepararse para invadir cualquier país, quizá Siria, como una demostración de fuerza ante Rusia o China, con las consecuencias catastróficas que ello supone para la humanidad.
El horror de unas guerras provocadas
Mientras tanto, decenas de miles de personas ya llegan a Europa huyendo de los horrores de Siria, Irak o Afganistán, unas guerras que occidente ha provocado vendiendo armamento a sus países y que ahora quiere cobrarse ese “ayuda” derribando el poder establecido para poder controlar sus recursos naturales en un mundo de enfrentamiento de los grandes poderes económicos que les disputan para subyugar todo el mundo a los pies del imperio del dinero.
Obligaciones que no se pueden soslayar
La solidaridad de la ciudadanía y las iniciativas municipalistas son loables pero no pueden sustituir la responsabilidad y las obligaciones que los Estados y las organizaciones internacionales tienen con la legislación internacional relativa al derecho a refugio y asilo, en especial España que es -actualmente – uno de los países con la política de asilo más restrictiva de la UE.
El derecho de asilo y los refugiados
El derecho de asilo es la potestad que tienen los estados para ofrecer protección a determinadas personas (nacionales de otros estados), cuyas vidas, libertad o derechos fundamentales sean objeto de persecución o violencia, o se encuentren amenazados en su país de origen o terceros países. El asilo conlleva los efectos de no devolución, no expulsión y no extradición de la persona. Por otra parte, un refugiado o refugiada es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario, o bien donde reside habitualmente, debido a un temor fundamental de persecución por razones de etnia, de religión, nacionalidad o pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.
Más fronteras y más blindadas
En este sentido, la Unión Europea, lejos de facilitar el acceso a la protección internacional a personas refugiadas que se encuentran en países de origen y tránsito, ha centrado tos sus esfuerzos en impedir la llegada de estas personas en las fronteras europeas priorizando su refuerzo, su control, así como la externacionalización de las mismas por encima de los derechos humanos y el derecho de asilo. La Finalidad es impedir -como sea- su llegada dejando estas personas atrapadas en países donde sus vidas corren grave peligro.
Movilizaciones por la paz en todo
Por eso me sumo a la campaña de reclamar una verdadera política pública en favor de la paz, los derechos humanos y la cooperación al desarrollo, políticas que han sido gravemente afectadas por los recortes presupuestarios y la falta de voluntad política del Gobierno catalán. La Plataforma Aturem la Guerra, lafede.cat para la Justicia Global y la plataforma Stop Madre Mortum han convocado para este sábado una manifestación en Barcelona para dar la bienvenida a las personas refugiadas con un grito reiterado de No a la Guerra y No a las maniobras de la OTAN.
Encima de todo: humanidad
El sufrimiento de tantas decenas de miles de personas nos importa y no nos es ajeno. Las duras condiciones de vida que están soportando en este éxodo no nos son indiferentes. El sentido más profundo de nuestra humanidad se hace patente y flota por encima de intereses y de estrategias que no son las nuestras. Hace 70 años que entró en vigor la Carta de las Naciones Unidas; y la Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo el manual de vida para muchas más personas cuáles conciencias el sistema habría querido apagar. La Paz no es sólo la ausencia de guerra, mientras que hacer la guerra en nombre de la Paz es darle al sentido más sagrado de la palabra la dimensión más perversa que se puede imaginar. Por eso siempre estaré con las personas que defendemos esa paz que contempla -sobre todo- el desarrollo humano de las personas y el de las sociedades en que viven.