OPINIÓN
Lunes 23 de marzo, otro día 23. 1.ª semana de confinamiento. Un confinamiento parcial, no todo el mundo se puede quedar en casa, que no lo para todo, pero si que lo tapa todo.
Lunes, 732 días que la Presidenta Carme Forcadell (2 años de prisión) y la Consellera Dolors Bassa (2 años + 1 mes de prisión) entraban a prisión, inicialmente preventiva. Después llegarían los juicios. Desde entonces llevamos 2 años de prisión. Dos años de exilios. 6 meses desde el montaje del 23S. Más de 2 años de espera para las compañeras de La Mesa del Parlament y de la Sindicatura del Referèndum (de aquí pocas semanas tendría que empezar los juicios).
Pero este 23 ha sido diferente. Estamos en estado de Alerta. Confinadas. No nos podemos encontrar en ninguna plaza, ni en Mas de Enric ni a Puig de las Basses. Y nuestras compañeras en prisión, están doblemente confinadas! Las medidas de los planes de choque las excluyen. El gobierno no deja de repetir que el coronavirus no entiende de fronteras….nosotras añadimos que no entiende de muros, y ha llegado a las prisiones y se está extendiendo.
Sabemos que ellas están bién. A la falta de mascarillas, guantes, etc hay que añadir que se han eliminado las visitas y las actividades. Están excluidas de las medidas de los planes de choque. Son invisibles, también ahora. Exigimos materiales de seguridad suficientes y medidas alternativas para las reclusas y para el funcionariado de las prisiones. Las presas han hecho propuestas, pero están silenciadas, invisibilizadas. La salud es un derecho para todas! El estado que encarcela tiene la responsabilidad de garantizar la salud de las personas reclusas, de todas. Y es una irresponsabilidad gravísima permitir que personas que no tienen ninguna posibilidad de ir en ninguna parte, enfermen.
No entendemos la negativa a poder pasar el confinamiento en casa a todas las presas y presos que, en aplicación del artículo 100.2, ya salían de la prisión unas horas, 3 días a la semana. Incluso, la alta Comisionada de la ONU por los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exige a los gobiernos medidas urgentes para proteger la salud de las personas en prisiones, CIEs y hospitales psiquiátricos y a liberar los presos y presas políticas y así como la población reclusa más vulnerable: “Ahora más que nunca los gobiernos tendrían que poner en libertad a todos los reclusos detenidos sin motivos jurídicos suficientes, entre otros, a los presos políticos e internos que fueron encarcelados simplemente para expresar ideas críticas o disentir”. Qué hacen todavía encerradas?
El coronavirus pasará. Es cuestión de unas semanas o unos meses. Pero la represión del estado español no ha parado. El conflicto político continúa y está muy presente, así se entiende la negativa a aceptar el confinamiento total de Cataluña, que el Govern está pidiendo desde hace 10 días al Gobierno, la misma medida que las autoridades científicas y sanitarias reclaman. Está tan presente que el simbolismo de las ruedas de prensa se han convertido en un escaparate de gestos, presencias y lenguaje militarizado. No estamos en guerra. No hay ninguna guerra. Hay una emergencia sanitaria que resolver, que afecta a todo el mundo. Menos militares, menos combatir, menos los militares están a tú lado… solo falta oir que el rey de España es el primer soldado… y más recursos y cerrarlo todo.
El coronavirus nos tiene confinadas en casa o trabajando en servicios esenciales, no las olvidamos! Continuamos alzadas, por todas, las presas, exiliadas, encausadas, hasta que nos reencontramos en libertad! No nos cansaremos de exigir la cancelación de todas las causas! Más que nunca: libertad presas políticas!
