Marisela Escobedo, asesinada por pedir justicia para su hija Rubí ante la incapacidad y el desprecio todas las instancias del gobierno mexicano
Eran las 20.13 del jueves 16 de diciembre. Marisela Escobedo Ortiz, se encontraba en la Cruz de Clavos “Ni Una Más” de la Plaza Hidalgo de la ciudad de Chihuahua (capital del estado mexicano del mismo nombre), que está frente al Palacio de Gobierno. Hacía ocho días que estaba allí de plantón, tras dos años recorriendo México, exigiendo a todas las autoridades Justicia por el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo. El homicida confeso, Sergio Rafael Barraza, seguía libre, luego de realizarse diversos juicios orales, el último de los cuales encontró, por fin, las evidencias que se habían desestimado previamente.
Marisela logró, junto con las abogadas del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM) que un Tribunal de casación integrado por tres magistrados rectificara la decisión de los jueces y dictara una sentencia condenatoria contra Sergio Rafael Barraza, en el que se le condenaba a 50 años de prisión. Pero sigue libre.
Video del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz
La periodista y profesora chihuahuense Dora Villalobos, explica así lo ocurrido esa noche:
“Llegaron tres hombres hasta la Cruz de Clavos…. Marisela se dio cuenta que iban a matarla. Corrió a refugiarse al Palacio de Gobierno. Cruzó la calle Aldama. La enorme puerta de Palacio estaba cerrada. La cierran a las 20:00 horas.
Uno de los hombres corrió tras ella. La alcanzó a unos pasos de la puerta. Le disparó en la cabeza y huyó junto con los otros dos cómplices. Los esperaba un vehículo.
No se sabe dónde estaban los agentes que destinó la Fiscalía General del Estado para la protección de la señora. Lo único cierto es que no estaban con ella. Falleció minutos después en un hospital de la ciudad.
Chihuahua se estremeció. En cuestión de minutos cientos de policías de todos los niveles rodearon el Palacio de Gobierno, pero no detuvieron a los asesinos.
Hay un vídeo que ya recorrió el mundo donde se ve el crimen. La Fiscalía hizo un retrato hablado del asesino. Pero no hay detenidos, según explica la periodista mexicana Soledad Jarquín Edgar a Las Caracolas.
Cruz de Clavos con los nombres de las asesinadas
Esa Cruz de clavos fue instalada hace unos años por la Red de Mujeres de Negro de Chihuahua que, en noviembre de 2009, cruzó con la organización Justícia para Nuestras Hijas todo el territorio mexicano en el Éxodo por la Vida de las Mujeres, exigiendo Justicia para todos los feminicidios que, no solo se dan en Ciudad Juárez, sino en los 32 estados federados de México, de los siguen impunes casi el 98%. En la Plaza Hidalgo, el pasado 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia hacia las Mujeres, Marisela había participado en una manifestación junto con familiares y madres del grupo Justicia para Nuestras Hijas, exigiendo Justicia para todas las mujeres asesinadas, a las que hay que sumar las 300 este año 2010, sólo en Chihuahua, estado al que pertenece Ciudad Juárez. Y colocaron los 300 nombres en esa cruz.
El viernes añadieron el nombre de Marisela a esa Cruz de Clavos. Todas las organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos de las ciudades de Chihuahua y Ciudad Juárez salieron ese día a la calle a protestar por este asesinato casi anunciado. Pusieron velas y flores en el lugar del crimen y denunciaron, entre llantos e indignación, la impunidad de este y los demás asesinatos de mujeres. Y allí se quedó también la manta escrita a mano por Marisela reclamando Justicia para su hija Rubí. Hubo manifestaciones en otras ciudades del país y en la capital mexicana.
Luz Estela Castro, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM) y abogada del caso, en entrevista telefónica con la agencia mexicana CIMAC, lo clasificó como “un crimen de Estado, cometido a partir de la complacencia e impunidad que rodea el feminicidio en Ciudad Juárez”.
Amnistía Internacional condenó también ese viernes el crimen y lamentó que “una vez más la negligencia de las autoridades federales y estatales para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres en Chihuahua ha provocado que los familiares y las organizaciones de derechos humanos son quienes sufren las represalias por luchar por la justicia y la verdad”.
Los hijos de Marisela recogieron el cuerpo de su madre en Chihuahua pero no quisieron ninguna ceremonia en esa ciudad. En cuanto la funeraria les entregó el cadáver, lo trasladaron a Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos. Alma Gómez, portavoz de Justicia para Nuestras Hijas, informó a CIMAC que el cuerpo de Marisela, salió de la ciudad de Chihuahua a las 14:00horas del viernes.
Según el diario La Jornada
“la noche del viernes, Alejandro y Juan Manuel Frayre, hijos de Marisela Escobedo, arribaron a Juárez con el cuerpo, escoltados por patrullas policiales. Cientos de juarenses esperaron la carroza para expresar a los deudos su pésame y rendir homenaje a (Marisela) Escobedo Ortiz antes de que trasladaran sus restos a una funeraria……activistas y madres de mujeres desaparecidas se cubrieron el rostro para reflejar el miedo que se vive en Juárez”.
Pero el sepelio, que estaba programado para el domingo, fue adelantado al sábado ante el temor de una nueva agresión a los familiares.
Otras activistas de ese estado están amenazadas de muerte y no tienen protección. Al menos son ocho, según distintas organizaciones.
Un poco de historia sobre el drama de Rubí i Marisela
Rubí, tenía 16 años cuando fue asesinada por Sergio Rafael en agosto de 2008. Desde que desapareció, Marisela se dedicó a buscar justicia para su hija, convirtiéndose una luchadora y activista de derechos humanos.
En junio de 2009, el asesino fue detenido en el estado de Zacatecas y los restos de Rubí se hallaron en un terreno donde se criaban cerdos. Sin embargo, el acusado fue exonerado en primera instancia judicial en abril de 2010 y liberado. Posteriormente, cuando ya estaba prófugo, Marisela, logró junto con sus abogadas del CEDEHM que un tribunal de casación, rectificara la decisión de los jueces y distara una sentencia en el que se le condenaba a 50 años de prisión.
En julio de 2010, Marisela localizó a Sergio Rafael Barraza de nuevo en Zacatecas y acompañó un operativo de la policía para detenerlo, pero se escapó.
“Ya me cansé de hacer su trabajo, ahora les toca a ellos” decía Marisela a las abogadas del CEDHM. Pero durante dos años, recorrió el país. Regresó a Zacatecas, viajó a la Ciudad de México donde solicitó audiencia al Presidente Felipe Calderón y al Procurador Arturo Chávez Chávez, quienes se negaron a recibirla. Otros cargos de la Procuraduría General de la República le prometieron que buscarían al asesino de su hija. Tampoco lo encontraron.
Días antes de ser asesinada, acudió a un acto donde se encontraba el Gobernador de Chihuahua, César Duarte y sacó una pancarta que decía “justicia, privilegio de gobiernos”. La solicitud de Marisela hizo enojar al Gobernador, como lo documentaron varios periódicos locales. El gobernador incluso la regañó y despreció.
Marisela murió a las puertas del Palacio de Gobierno y frente a la cruz de clavos que colocaron la red de mujeres de negro y madres de las jóvenes asesinadas en el estado de Chihuahua. “Marisela fue asesinada por pedir justicia” decían los comunicados del viernes.
España también tienes sus estadísticas macabras
La estadística de víctimas mortales por la violencia de género en el Estado español, ya ha llegado este año a 71 mujeres, según datos facilitados este lunes 20 por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. De las 71 asesinadas, 11 son de Cataluña, (que significa el 15,5% del porcentaje total). Aquí se incluye la última actualización tras la muerte violenta de la mujer de Santa María de Palautordera (provincia de Barcelona).
Las cifras de 2010 son las más numerosas registradas pues ya han igualado o superado en número a todas las contabilizadas anualmente desde el año 2003, excepto las de 2004 (72) y 2008 (76).
Vídeo de l’assassinat de Marisela Escobedo.