Mucha emoción durante la proyección del documental ganador de un Goya “Las Maestras de la República” En poco mas de una hora pasamos por sentimientos de tristeza, indignación, admiración…cuenta Luz Martinez Ten a La Independent.
El documental nos revela la historia de unas mujeres que con gran compromiso educaban al alumnado en los valores de igualdad, solidaridad y libertad.
Pero también nos muestra como el franquismo reprimió a las maestras y maestros republicanos por ser los responsables de formar a la nueva ciudadanía en los valores de la República, siendo además en el caso de a las mujeres, por haber encarnado un modelo que no era acorde al ideal de mujer que propugnaba el nacional-catolicismo.
Luz Martinez Ten, secretaria de Políticas Sociales del sindicato FETE-UGT, es una de las impulsoras del documental. Habla entusiasmada a La Independent de la repercusión que está teniendo y también sobre la necesidad de reivindicar la historia de las mujeres, tantas veces silenciada.
Luz Martinez Ten. coeducacion.blogspot.com
¿Cómo estás viviendo las proyecciones del documental?
Durante las proyecciones se genera un ambiente especial. Es importante el hecho que acuden muchas personas mayores y algunas explican que durante muchos años tenían miedo a contar lo vivido, pero también en ocasiones no hablaban por tristeza. Un hombre exponía que al proclamar la República salieron a la calle a cantar y chillar de alegría… con lo triste que fue lo que vino después. Personas que no habían hablado se están animando y también personas jóvenes están dando importancia a las historias de sus antepasadas y antepasados.
¿Las maestras de la República eran conscientes de su feminismo?
Muchas maestras e intelectuales de la época, mujeres que estaban militando en partidos políticos y sindicatos, se reunían porque querían el bien colectivo para todas las mujeres, asumiendo conscientemente la construcción de la igualdad. Además contaban con el modelo de otras mujeres del extranjero. Siendo relativamente pocas, generaron desde el convencimiento un impacto social, una revolución pacífica. Entonces y ahora también, la forma de trabajo era atípica, no como en un sindicato o un grupo político que es muy estructurado y jerárquico. El feminismo es muy móvil y libre, pero tenemos gran capacidad de hacer redes.
¿Habrá una segunda parte de este documental?
Estamos en ello. Queremos hablar del exilio interior y exterior, del compromiso de las maestras con los sindicatos, con la política, el feminismo… El documental se hizo casi sin medios, pero en este necesitaríamos mas porque sería preciso incluso rodar en el extranjero.
¿Nos han invisibilizado a las mujeres en la historia?
Siempre se ha inculcado un modelo de mujer en que se alaba la discreción, por ello mientras se invisibilizaba nuestra historia ni nosotras mismas la dábamos importancia. Nos han enseñado a no valorar las actividades de cuidado ni los retos que han vivido las mujeres para salir de situaciones adversas. Amelia Valcarcel dice que las mujeres estamos siempre “volviendo a nacer” como si no hubiésemos tenido referentes en el pasado.
De igual manera que estamos visibilizando a las maestras de la República hay que hacerlo con muchas otras mujeres. Incluso en la historia reciente hay riesgo de invisibilización. Yo viví la transición y tengo dos hermanas mayores muy activas en el feminismo, fueron mis maestras. Entraron en partidos políticos en la clandestinidad y vieron cómo los derechos de las mujeres como el divorcio, el aborto o el poder estudiar cualquier carrera quedaban en la agenda de los partidos como secundarios, pero las feministas se opusieron. Eran una generación que rompió con el modelo de mujer que se había impuesto en la dictadura.
Con el proyecto de maestras de la República veo que también habrá que contar la historia de estas mujeres. Se habla mucho de los padres de la constitución pero no de toda esta generación de mujeres que han hecho una revolución no sólo en el plano político sino personal, ya que se enfrentaron incluso a sus propias familias que muchas veces no las entendían.
¿Tienes temor a que la desigualdad vaya por ciclos?
Impresiona que la tendencia a volver a la desigualdad después de periodos de relativa apertura es históricamente muy fuerte. Es como si de alguna manera hubiese un patrón. Las maestras nunca imaginaron que podía suceder la barbarie que vino después. Toda la generación que vivió la guerra tienen mucho miedo a que se repita algo así. Creo que todos los mecanismos que hay ahora en Europa no nos van a llevar a que vuelvan a pasar algo tan brutal pero sí que hay otro tipo de violencia e imposiciones, no sólo económicas sino también morales, que intentan volver a dejar a la mujer en un papel secundario.
¿Hay un retroceso en el feminismo entre las nuevas generaciones?
No creo que haya un retroceso, hemos avanzado, pero el sistema aún pone barreras. Cuando una joven ve las dificultades para elegir sobre su maternidad, dificultades en la relación de pareja, el techo de cristal en lo laboral… Piensa que la han timado. El patriarcado es un sistema que va trenzando todo para que aceptemos unos estereotipos. Hay que dar a la juventud instrumentos para que analicen si lo que muchas veces deciden es lo que quieren o lo socialmente impuesto. Algo muy interesante es trabajar sobre las nuevas masculinidades, cada vez hay más grupos de hombres por la igualdad. Marina Subirats hizo una investigación en la que concluyó que el sistema patriarcal no sólo afecta negativamente a las mujeres, los hombres también sufren consecuencias, una de las más graves es que estadísticamente tienen más probabilidades de fallecer por asumir riesgos impuestos a su género.
Este gobierno nos quiere imponer un modelo retrógrado. Somos muchas las personas, mujeres y hombres, que no estamos dispuestos a retroceder.
El feminismo resulta molesto para muchas personas.
Es incomodo que el feminismo replantee cuestiones. Como dice Amelia Valcarcel “hay que desnaturalizar lo que puede parecer normal”. Curiosamente, justo antes de que llegase el Partido Popular, con Zapatero, hubo un periodo en que podríamos decir que estábamos “de moda”. Hay que reconocer que hubo muchas cosas que se hicieron mal pero pusieron las políticas de igualdad en el corazón de la estrategia. En poco tiempo llegamos lejos y ahora nos quieren devolver al corralito. Mujeres que entienden la palabra igualdad, encontrará muchas dificultades pero serán conscientes de sus derechos o los que deberían tener. Nos pondrán recortes, faltará presupuesto, quitarán programas… Pero las ideas no nos las van a quitar, cuando una mujer da un paso importante hacia la libertad es casi imposible volver atrás.
