viernes 19 abril 2024

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Seminario de CLADEM en México: las cifras no mienten

Cladem

 

En Centroamérica dos de cada tres mujeres que mueren, son asesinadas. En Brasil un estudio en 12 ciudades mostró que el 52 por ciento de las mujeres han sufrido acoso sexual en el trabajo; En El Salvador el 16 por ciento de las trabajadoras domésticas fueron acosadas sexualmente y por ello se cambiaron de empleo; en Guatemala 675 mujeres fueron asesinadas en 2010; en México más de 1200 y en Honduras hubo 600 asesinatos de mujeres en 2012.

 

Todavía es una aspiración la educación igualitaria y sin sexismo en toda la región Latinoamericana y preocupa que 2 de cada 10 adolescentes ya sean padres y la mitad de adolescentes opta por abortar. Sólo en dos países de América Latina y El Caribe cuentan con permiso legal para interrumpir un embrazo. En Nicaragua una niña, hoy, se está muriendo por un embarazo de alto riesgo y se le niega ese derecho. Ahí la batalla ha sido dura y continuada en la última década. Sin resultados.

Las emergencias son muy variadas. Un grupo de mujeres de 15 países de Asia, América y África lo describieron en los últimos días, durante la realización de un seminario/ balance a que convocó el Comité Latinoamericano de Defensa de los Derechos de las Mujeres CLADEM), fundado hace 25 años.

Groso modo son cifras duras de lo que sucede con las mujeres en esta región del mundo al sur de Estados Unidos, y más de 4 mil mujeres siguen desaparecidas en México y es una falacia el respeto a los Derechos Humanos.

Llegaron a una conclusión lapidaria mujeres de tres continentes, América, Asia y África, al señalar que viven injusticias estructurales debido a la crisis del sistema capitalista patriarcal; unas 70 mujeres defensoras de los derechos femeninos examinaron hasta qué punto la declaración de los derechos humanos no las ha alcanzado y cuánta responsabilidad tienen los Estados, que no cumplen.

Se reunieron en México, venidas de 15 países, alrededor de un seminario/balance convocado por la red del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM) durante 4 días para oírse, escuchar experiencias, reconocer avances y mirar todo lo pendiente. En todo caso también para examinar cómo su trabajo de más de dos décadas está funcionando.

Las mujeres hablaron de lo que sucede, día a día, con las mujeres en esos países. Nada es muy diferente. El contexto social y político de los países de estos tres continentes llenos de pobreza y malos gobiernos, indican que las mujeres no han conseguido ejercer los derechos y las libertades que ofrecen decenas de acuerdos internacionales, conferencias y declaraciones de jefes de Estado, políticos y políticas.

Su conclusión es poco optimista. La coordinadora Regional de CLADEM, la abogada Elba Núñez, lo dijo muy bien al comenzar el Seminario: “luchamos con el derecho, con la ley, pensando en conseguir justicia” y al final de la reunión ella misma concluyó en que la falta de justicia es lo que priva: impunidad, homicidios, persecución de defensoras de derechos humanos, discriminación y empleos precarios; muerte materna en cifras que bajan muy lentamente y sobre todo falta de libertad.

El documento final lo dice en forma lapidaria: “las mujeres de los tres continentes, representadas en este Seminario, vivimos injusticias estructurales producto de las crisis energética-ambiental, alimentaria, económica y política del sistema capitalista patriarcal, así como la intromisión de grupos religiosos fundamentalistas en asuntos de los Estados, que consolida y profundiza nuevas formas de explotación, control social, violencias, subordinación y criminalización de las defensoras de los derechos humanos y movimientos sociales.

Las participantes, de tres generaciones, con experiencias diversas, pandearon estos días, entre la fuerza para seguir adelante y el desencanto de los gobiernos de democracias autoritarias y dirigentes conservadores.

Algo mucho peor. La doctora en derecho, la mexicana Patricia Olamendi, ahora jefa del comité de evaluación de la Convención sobre todas las formas de violencia contra las mujeres, única en todo el mundo, revela, dijo, que cuando las mujeres llegan al poder real, han tenido que negociar y buscar tantas alianzas para llegar, que abandonaron la agenda y los derechos de las mujeres. En Brasil y en Costa Rica no puede pensarse en aborto y no puede, a veces, hablarse de sexo. Es como si estuviéramos en retroceso.

Por su parte la internacionalista brasileña Silvia Pimentel, del comité de vigilancia de la CEDAW, declarada feminista y reconociendo que cualquier avance es producto de la lucha de las mujeres, describió las barreras subyacentes y permanentes que impiden el viejo sueño feminista de conseguir derechos, libertades y reconocimiento.

Hay, además, debilidad de los Estados.

No obstante las participantes volvieron a redactar sus históricas demandas, aunque examinaron que poco las escuchan y frecuentemente los mecanismos internacionales son insuficientes:

Los aspectos fundamentales de una continuada campaña señalando a los gobiernos que deben cumplir sus obligaciones, demanda a los gobiernos:

Garanticen y profundicen Estados democráticos de derechos, con independencia de poderes, laicos ysoberanos, como condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres; garantizando la libertad y bienestar de la ciudadanía sin discriminación por orientación sexual, identidad de género, clase social, raza, nacionalidad, etnia, procedencia geográfica edad y/o creencia religiosa y que cumplan con las obligaciones y compromisos plasmados en los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados.

Se implemente un sistema económico y de desarrollo basado en la justicia social y ambiental con consentimiento libre, previo e informado de los pueblos involucrados, que garantice el respeto del patrimonio y bienes naturales, la generación de riqueza y la redistribución justa y equitativa de la misma, los bienes y el poder. Asegurando el control, manejo y acceso de las mujeres sobre recursos productivos como requisito para la sostenibilidad, el buen vivir y la ciudadanía plena de las mujeres del mundo.

Transformen sus modelos educativos por una educación centrada en derechos humanos, no sexista, antidiscriminatoria, laica, pública, gratuita e intercultural.

Prevengan y eliminen las muertes maternas evitables y reduzcan la morbilidad materna mediante el reconocimiento explícito de los derechos sexuales y reproductivos, garantizando el acceso a los servicios de salud integral con calidad y calidez, y la legalización y despenalización del aborto en los países donde está criminalizado.

Prevengan, sancionen, erradiquen la violencia y garanticen la autonomía y libertad en todas las esferas de la vida económica, política, sexual y reproductiva como derechos humanos de las mujeres, las niñas, las jóvenes, las transexuales, transgénero e intersexuales, las defensoras de derechos humanos, las periodistas, las migrantes, las mujeres víctimas del conflicto armado y militarización, las mujeres indígenas, las afrodescendientes, las adolescentes, las campesinas, las personas en situación de pobreza estructural, las mujeres con capacidades diferentes, con orientación sexual e identidad de género, tercera edad y de quienes viven con VIH-sida.

Lo que hay que decir es que de todas formas había ánimo. Sobre todo entre las más jóvenes que a lo largo de cuatro días ( del 7 al 10 de mayo), de vez en vez salpicaban la reunión con una frase que hacía reir. Hoy la revolución se puede bailar.

La campaña Ya es hora. Ya es tiempoque se mantendrá en los próximos tiempo, como un llamado, una exigencia a los gobiernos para que cumplan con lo que firman, lo que dicen y las leyes que han enderezado, para promover y garantizar los derechos humanos de las mujeres, hoy pendientes.


CLADEM

Seminari internacional a Mèxic

 

[1]Conferencias del Cairo, Beijing, Durban, Viena, Río +20, la ratificación de instrumentos internacionales como la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer, la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres, Belem Do Pará.

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Tona Gusi

Tona Gusi

Fundadora i Co-coordinadora de La Independent. També és psicòloga menció en Psicologia d'Intervenció Clínica i menció en Psicologia del Treball i les Organitzacions.
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