Este movimiento agrupa a personas, trabajadoras sanitarias y a organizaciones de diferentes ámbitos del mundo de la salud que quiere conseguir una sanidad pública en las mejores condiciones.
Este miércoles desarrollaron acciones diversas en Barcelona y en diferentes lugares de Cataluña, para defender sus reivindicaciones. El sector de la salud agrupa a profesionales en sentido más amplio: personal de enfermería, médicos y administrativos, tanto de ambulatorios, hospitales como de residencias de gente mayor, personal de transporte sanitario, centros de salud mental y de personas con discapacidad, atención primaria, hospitales, centros sociosanitarios, etc. En definitiva, todo el personal que están a cargo de los recursos que hacen del cuidado de las personas su objeto principal. “El momento de los aplausos ya ha pasado. Ahora es la hora de salir a la calle a defender nuestros derechos como trabajadoras y usuarias. Solo con unas condiciones laborales dignas se puede hacer un buen trabajo y por eso la lucha es común”, explican en el Manifiesto (*) que han publicado.
Las enfermeras que han sido y son las profesionales más visibles en toda esta crisis sanitaria del corona virus se han puesto al frente en la lucha del personal sanitario para mejorar sus condiciones. “A todos nos une la lucha contra los recortes y la reivindicación de una sanidad 100% pública, una lucha que con la crisis del coronavirus se ha hecho evidente que es más necesaria que nunca”. Sus demandas – que también son las de la mayoría de la población- ya no pueden esperar mes y así lo defienden en el Manifiesto (*). “Hay que recordar que, desgraciadamente, nuestras reivindicaciones son muy antiguas, vienen de lejos y ahora estamos mucho peor que antes, explica Mireia Moret, que trabaja en el ambulatorio de atención primaria San Antonio Maria Claret (Sagrada Familia).
Ha cambiado la manera de trabajar en los ambulatorios
Todavía hay gente que le extraña ver ahora los ambulatorios casi vacíos, porque “no son conscientes del cambio que se ha producido”- explica Moret. “No hemos podido recuperar la normalidad, pero seguimos teniendo el mismo trabajo o más que antes… Un trabajo que ahora hacemos sobre todo telefónicamente – subraya – a pesar de que también hemos aumentado las visitas a domicilio y vamos detrás de las residencias de gente mayor con personas afectadas”.
Hay que reconocer que sigue siendo necesario reivindicar el trabajo de “proximidad” de los ambulatorios tanto ahora como siempre. Han sido los lugares que en primer lugar que se han enfrentado a la pandemia y han tenido que recibir a la ciudadanía afectada de su entorno. “No ha sido nada fácil -comenta Moret. “A pesar de que hemos tenido que actuar sin medios ni directrices claras, hemos ido improvisando sobre la marcha, y derivando a la gente donde correspondía. El mes de marzo fue terrible. Nunca lo olvidaremos. No podíamos enviar a los centenares de los infectados en los hospitales, porque era muy peligroso para ellos mismos. Pero teniamos que informar continuamente a la gente, y a veces sin la protección adecuada -que tardó mucho al llegar- y además teniamos que hacer un seguimiento continuado de los afectados. Durante los primeros días fue imposible superar el riesgo de contagio…muchas compañeras y compañeras se infectaron, y cogieron la baja”.
“Fue un cambio brutal de un día por el otro, explica Esther Montero, enfermera auxiliar de uno de los ambulatorios de san Martí, “el jueves 12 de marzo visitábamos normal, y el viernes tuvimos que no dejar pasar dentro del ambulatorio a la mayoría de las personas e informar desde la puerta”. Ya no se podían hacer visitas programadas. Solo se atendían verdaderas urgencias. Tuvieron que adaptarse deprisa y corriendo y poner en marcha toda una nueva estructura sanitaria dedicada al corona virus. “Al principio mucha gente no lo aceptaba, y querían ser visitadas personalmente, pero convencieron a todo el mundo de que era mejor para ellos mismos, que se confinaran en su casa”. En esta zona de San Martí, a los que se consideraban graves y a través del SEM se los enviaba al Hospital de Mar. “En aquellos primeros diez días fue un caos, explica Cecilia Blázquez, otra enfermera de este ambulatorio, la gente mostraba mucha ansiedad e incertidumbre y continuamente preguntaban y preguntaban…Tuvieron que hacer de psicólogas y tratar de tranquilizar en la medida de lo posible”.
Hoy por hoy, el personal de enfermería y sanitario en general, no quieren volver atrás, ni tener que volver a enfrentarse a un “rebrote “. Al contrario piensan seguir luchando porque la profesión sanitaria sea reconocida y puedan trabajar en mejores condiciones: “Queremos dignificar nuestro trabajo, explica Moret. Ya no nos conformamos con contratos precarios ni con revertir los recortes salariales solo en un 5%” . También queremos que se eliminen las DPO, condiciones especiales inalcanzables para llegar a las exigencias laborales que nos impongan, que hacen que te puedan bajar el que cobras por no cumplir los baremos exigidos”
Hay que revertir los recortes en sanidad
Para acabar con los recortes y disponer de los servicios sanitarios adecuados hay que tener una dotación presupuestaria suficiente para dar respuesta a las necesidades de la población y poder responder a con los servicios adecuados. Y todo esto sin que “nadie se enriquezca a expensas de nuestra salud: por eso defendemos una sanidad 100% pública”, vuelve a remarcar Mireia Bonet.
Para Blázquez, una joven enfermera que llevaba poco tiempo en el ambulatorio, “hay un antes y un después del corona virus y las cosas no pueden continuar igual”. Para ella, pero sobre todo por la mayoría de estos profesionales, ha sido positivo el reciclaje intensivo que han tenido que hacer durante estos últimos meses, y la gran labor del trabajo de equipo. “Hemos tenido que cambiar el chip sobre nuestra manera de personalizada de atender a las personas. Hemos aprendido a hacer valoraciones en profundidad a distancia, y seguir en su evolución a las personas infectadas, y a tomar medidas más adecuadas para nuestra protección y para la protección de todo el mundo. Esta manera de hacer continuará. Seguro, comenta”.
Según Moret habrá que seguir siendo muy resolutivos y eficaces. “Tenemos que usar todas las posibilidades que nos dan las tecnologías. Aquella imagen de los ambulatorios a rebosar de gente te que ser una cosa del pasado, remarca. Pero tampoco quieren en ningún lugar, “ambulatorios vacíos y cerrados” – matiza. “Para desarrollar estos cambios a favor de todo el mundo necesitamos mis personal y medios. Tenemos que poder dedicar a cada persona el tiempo que puede necesitar y no volver a llenar nunca más las salas de espera a tope”.
Otra cosa que quiere remarcar Moret es la problemática del transporte sanitario, que al depender en su totalidad de empresas privadas, la gente que trabaja en este parte sanitaria tan importante, y que tiene tanto de riesgo de contagio, sufre diversas condiciones laborales: Ahora piden poder igualarlas a los otros profesionales sanitarios y que se tenga en cuenta su trabajo como uno de los ejes fundamentales de la necesaria rapidez de reacción al frente de las urgencias”.
Las acciones de este miércoles las subscriben muchas organizaciones pero hay que destacar que la entidad organizadora ha sido Sección Sindical de CATAC-*CTS/*IAC (Candidatura Autónoma trabajadoreas sanitarios de Cataluña)P
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(*) Mirar el Manifiesto aquí.