Así lo afirma esta neurosicóloga y epidemióloga norteamericana
La semana pasada Barcelona acogió la edición 2011 del congreso anual de la ISEE, la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambiental. El CREAL (Centro de búsqueda en epidemiología ambiental) fue el coordinador de un encuentro donde más de mil investigadoras e investigadores de todo el mundo durante tres días pusieron en común la búsqueda que se está llevando a cabo y la que ya se ha realizado en todo el mundo sobre como los factores ambientales afectan la salud de la población.
No sólo la contaminación atmosférica y del agua o las radiaciones sino también el cambios climáticos, las desigualdades socioeconómicas y las de género influyen sobre la incidencia y prevalencia de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cáncer, problemas reproductivos y neuroconducturales. Las niñas y los niños son entre las personas más vulnerables a los riesgos ambientales y así lo reconoció la programación de este año, que a la salud infantil dedicó un espacio muy importante en su programación.
La neurosicóloga y epidemióloga Brenda Eskenazi ( profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California) es una experta de los efectos de las exposiciones ambientales hacia la fertilidad femenina y masculina, la reproducción, el embarazo y la salud infantil y fue una de las –muchas- mujeres investigadoras presentes al encuentro.
Según su opinión, cuando se habla de los efectos de las exposiciones ambientales sobre la fertilidad femenina y masculina, sobre el embarazo y la salud de las niñas y de los niños, es importante tener en cuenta las desigualdades sociales existentes en los riesgos para la salud?
Es importante ver realmente la persona completamente en su contexto, lo cual significa que tenemos que tener en cuenta y controlar los factores nutricionales, los factores sociales y de la inmigración para entender realmente si la misma exposición está relacionada con los resultados de salud. Estos factores pueden también interactuar con la exposición de forma que, por ejemplo, una mujer que está muy estresada o desnutrida, los diferentes elementos tóxicos la pueden afectar más a ella y a sus hijas.
Es posible resumir cuáles son los principales efectos de las exposiciones ambientales sobre la fertilidad femenina y masculina?
Tendríamos que pararnos en este punto porque da mucho que hablar … Bien, hay un creciente cuerpo de evidencia de una serie de agentes ambientales que tienen efectos en la fertilidad de las mujeres, por ejemplo algunos de los productos químicos disruptores endocrinos (simulan las hormonas sexuales y no dejan que estas trabajen) como la dioxina, y también hay un creciente cuerpo de evidencia de diferentes sustancias químicas que pueden afectar la fertilidad masculina.
Ahora estamos cada vez más interesadas no sólo en la fertilidad masculina sino en algunos de los daños genéticos que pueden ocurrir a los hombres y a su esperma y que pueden afectar su capacidad de producir descendentes con salud. Hemos hecho un estudio sobre la exposición de trabajadores al benceno en la China y mirando dentro de su esperma hemos visto ciertos daños al ADN y a los cromosomas. Sabemos que algunos de estos cambios son heredables y podrían afectar a la descendencia de manera significativa, por ejemplo traer a defectos funcionales al comportamiento o al sistema hormonal, así que el padre es importante.
¿Y por lo que se refiere a los principales efectos de la exposición ambiental en el embarazo? Aquí se habló de que la contaminación del aire afecta a la duración de la gestación y al peso de las niñas y el niños al nacimiento…
Sí, y también en nuestros estudios hay otras muchas sustancias químicas, como los plaguicidas organofosforados, que están asociados con el parto prematuro. Otros productos químicos, como el plomo, pueden afectar la salud de la descendencia y la capacidad de la madre para reproducir. Podríamos hacer un listado pero tardaríamos mucho…
En su presentación a la conferencia dijo que la exposición fetal está relacionada con la salud infantil, que la salud infantil está relacionada con la salud adulta y que, sin embargo, hay muy poca información sobre la salud del feto y como esta afecta la salud de las persones adultas
Está creciendo, porque tenemos más y más estudios de cohortes de nacimiento que se han seguido y ahora muchos de estas niñas y niños se están convirtiendo en adolescentes, el tema es que se necesita mucho dinero para seguir las cohortes….
Me sorprendió la presencia en este conferencia de estudios realizados a mujeres embarazadas, porque sé que no es común en los estudios científicos ¿Cree usted que tener más estudios sobre mujeres embarazadas podría ayudar a comprender mejor la exposición del feto?
Absolutamente y esto ha ido aumentando durante los últimos cinco, diez años.
¿Por qué es importante?
Para mí es esencial, porque personalmente creo que el periodo fetal es muy importante para la salud del feto, de la niña y del niño y de la persona adulta. Por supuesto que hay muchos otros factores que intervienen y afectan también a la edad adulta, como la comida y el ejercicio físico que traen a mayor riesgos de enfermedades cardiovasculares aunque el embarazo haya sido muy sano.
El embarazo es un periodo de tiempo único, sólo dura nuevo meses y durante este periodo se puede obtener una gran cantidad de información sobre la salud de las niñas y de los niños. Mi sueño es unir estas informaciones de todo el mundo porque podamos tener un cuerpo de información que los investigadores podríamos aprovechar, y mucho.
¿Se refiere al Biobanco del que hablaba a su presentación?
Sí. Si usted está embarazada y va al médico, al menos en los EE.UU., le toman una muestra de orina y un análisis de sangre para confirmar su embarazo, y cada vez que va después de esto le toman otras muestras de orina y de sangre en diferentes momentos para testar la glucosa o el que sea. Si usted tiene más de 35 años en muchos países le hacen la amniocentesis, que es esencialmente la orina del feto. Así que tenemos todas estas muestras que se recogen en las mujeres embarazadas, de las que se hacen pruebas clínicas y después se tira la muestra.
Por nosotros, si hubiera una manera de almacenar las muestras, piensa en el que podríamos hacer en el futuro en la investigación.
¿Qué?
Digamos que queremos saber si había presencia temprana de la enfermedad de Alzheimer en alguien. Podríamos coger a gente que tiene Alzheimer y a gente que no y preguntarnos qué era su exposición fetal. Vas 70 años atrás, sacas una muestra de sangre almacenada de su madre y podrías analizarla con nuevos métodos para ver todas las exposiciones que aquella persona tenía desde aquella muestra de sangre.
También comentaba la importancia de recoger los dientes·
Es la misma cosa, la única diferencia es que muchas personas guardan los dientes de sus hijos, yo todavía tengo todas las del mío. Se podrían tomar estos dientes y puesto que se desarrollan como un árbol, las sortijas de un árbol, se puede calcular la exposición que una niña tuvo durante el tiempo que el diente se desarrolló.
¿Cualquier exposición?
No, ahora sólo podemos hacer los metales, pero esperamos en el futuro poder ampliarlo.
¿Qué destacaría como innovador del que se ha visto en esta conferencia?
El que me ha llamado más la atención es el número de estudios que analizan la exposición temprana, fetal.
¿Es una cosa nueva?
No, pero sí lo es el porcentaje de estudios que se presentaron. También a nuestra revista, Environmental Health Perspectives, que es una importante revista de nuestro campo, hay un porcentaje creciente de personas que presentan artículos que miran la exposición temprana y la salud de las niñas y de los niños.
¿Y toman en consideración las realidades socio-económicas de la gente que se estudia?
A menudo.
La Organización Mundial de la Salud dice que hay evidencia sobre la influencia y el efecto de las desigualdades sociales y de género en los riesgos ambientales por la salud y que la exposición medioambiental durante la infancia puede incrementar las desigualdades en salud en la edad adulta
En nuestros estudios nos fijamos en las interacciones maternoinfantiles, en el coeficiente intelectual de la madre, en factores nutricionales y si son inmigrantes también en el tiempo que han estado en los EE.UU.; Hemos recogido datos, pero todavía no las hemos mirado, sobre a su sentimiento de discriminación, la violencia en sus comunidades e información sobre el estrés que padecen.
¿También datos sobre posible violencia de género que puedan haber sufrido?
Creo que algunas de las preguntas que hacemos lo abordan, pero no lo puedo decir con seguridad. El problema para nosotros es que si preguntamos directamente y nos dicen que hay violencia, por ley tenemos que informar a la policía y esto hace que a veces es difícil porque la gente no nos lo dice y tenemos que hacer preguntas alrededor de la cuestión.
¿Cómo llegó a interesarse en este campo?
Me formé como neurosicóloga, o sea que estoy igual de cómodo -o incómodo, como podría ser el caso- en las ciencias sociales y en las ciencias biológicas y sentí que la epidemiología ambiental era una fusión perfecta para mí. Me encanta este campo, puesto que reúne los aspectos psicosociales y los biológicos en un solo problema.
¿Por qué eligió la salud maternoinfantil y la reproducción como ámbito de investigación?
En la década de los 70 estaba trabajando como neurosicóloga con niñas y niños con diferentes tipos de discapacitado y me pregunté si no podría ser que hubiera factores causantes de estos discapacitados que fueran más grandes de los que se habían estudiado y pensé que podrían ser medioambientales ¡Así es cómo empezó!