OPINIÓN
La sociedad valenciana se ha visto sacudida por el anuncio oficial de que la radiotelevisión pública será cerrada pronto, después de que el Tribunal Superior de Justicia haya anulado el ERE que dejaba en la calle más de mil personas, ya que atenta contra derechos fundamentales.
Otro derecho del pueblo valenciano, el de contar con un medio público de calidad, transparente y en valenciano (no la RTVV de ahora, la que queremos construir) está siendo conculcado. Sería la primera que desaparece en los territorios con lengua propia, y no falta quien ve detrás una orden de “Madrid ” que el PP valenciano acata con sumisión. El escándalo es mayúsculo y las reacciones masivas y contundentes.
Un ejemplo, el comunicado de Valencians pel Canvi que resumimos :
“El cierre de RTVV anunciado por el Consejo de la Generalidad encabezado por el PP, y presidido por Alberto Fabra, muestra de nuevo la incapacidad política de un gobierno agotado, desbordado, víctima de los propios sus errores, un gobierno que no sabe gobernar y que actúa con precipitación irresponsable.
Se inscribe en una línea absolutamente destructiva de desmantelamiento de las infraestructuras económicas, políticas e institucionales de que se había dotado la sociedad valenciana para garantizar su desarrollo y proyección.
A lo largo de veinte años de gobierno del PP la Comunidad Valenciana ha visto gravemente deteriorado su territorio víctima de la especulación más atrabiliaria, se ha debilitado hasta el límite la economía productiva ha aumentado brutalmente el paro, nos hemos quedado sin entidades financieras propias al desaparecer bancos y cajas de raíz valenciana, la enseñanza y la sanidad públicas han sufrido durísimas agresiones, se reducen los niveles de renta, los colectivos más vulnerables y dependientes son abandonados, las perspectivas vitales de miles de valencianos y valencianas han oscurecido dramáticamente. Triste balance del gobierno del PP en la Generalitat Valenciana, marcado por un rosario espectacular de casos de corrupción que han atraído tristemente la atención internacional sobre el Valencia, ahora completado con el anuncio del cierre de un servicio básico como RTVV.
Este anuncio de una medida de dudosa legalidad (porque la RTVV figura en el Estatut d’Autonomía y responde a una Ley de les Corts Valencianes) ratifica aún una vez más la irresponsabilidad de un gobierno que no sabe acatar las sentencias judiciales, y que no duda en agredir a las y los trabajadores y poner en riesgo un derecho básico como es la información, y un pilar del autogobierno.
Porque la RTVV responde fundacionalmente a la lógica de salvaguardar la lengua, de potenciar la comunicación pública en valenciano, de institucionalizar el País y consolidar el autogobierno. El PP parece que no quiere saber nada. Más bien ha contemplado todo momento RTVV como un instrumento, como un territorio de saqueo, de negocio, de extracción de recursos, de clientelismo, como un medio de propaganda partidista. Habrá depurar responsabilidades. Algunos han hecho un mal uso de sus responsabilidades públicas. Algunos se han enriquecido de manera ilegal al abrigo de la televisión pública de las valencianas y los valencianos, y tendrán que rendir cuentas ante la Justicia y ante la opinión pública.
Triste herencia de un gobierno agotado, incapaz de gestionar correctamente y de manera responsable, que ha traicionado principios básicos de la convivencia y el pluralismo inscritos con bellas palabras en los textos legales vigentes”.
Valencians pel Canvi, así como PSPV y otras formaciones de la izquierda, exige la dimisión de Alberto Fabra y el Consell de la Generalitat, la disolución de Les Corts y la convocatoria inmediata de elecciones anticipadas. Está claro que el “régimen” ha hecho, definitivamente, quiebra. Las redes sociales e Internet echamos humo. Cada día se producen pronunciamientos parecidos y las movilizaciones en la calle de la plantilla y representantes políticos, sindicales y sociales son numerosas y contundentes. Las emisiones de RTVV permanecen dedicadas al cierre y mantienen un tono insólito y extremadamente crítico con el anuncio del Consell de la Generalitat. Puede ser ésta sea la causa por la cual se ha forzado la dimisión de la directora general, Rosa Vidal.