La integración de las mujeres musulmanas que viven en Reino Unido, es un tema que preocupa al gobierno británico.
El Primer Ministro David Cameron, ha abierto el debate sobre la integración de las comunidades islámicas en las sociedades occidentales, convencido de que el hecho de hablar el idioma, acaba con la segregación de las mujeres, y es posible que se prevenga la captación de sus hijos al terrorismo.
Cameron pidió este lunes, que se acabe con la “tolerancia pasiva” de las comunidades aisladas que permite que muchas mujeres musulmanas sufran discriminación y aislamiento social, gracias a una minoría de hombres que aún tienen el control sobre las mujeres de su familia
Las declaraciones de Cameron coinciden con la creación de un fondo para que las mujeres musulmanas aprendan a hablar inglés, y les facilite la integración a la comunidad y la lucha contra el terrorismo. “El plan ayudará a contrarrestar el extremismo y enfrentarse a una minoría de hombres que tienen “control perjudicial” sobre las familias”, dijo
El programa educativo del idioma, está dirigido a comunidades específicas como la musulmana, e Incluye clases en los hogares, escuelas y centros comunitarios, con transporte y cuidado a los niños, con el fin de lograr la máxima participación.
El gobierno estima que en Inglaterra existen 38.000 mujeres musulmanas que no hablan el idioma y más de 200 mil que lo hacen en condiciones limitadas, debido a la presión de su entorno, que se muestra reticente a la integración en la sociedad.
Las Leyes migratorias actuales en el Reino Unido, obligan a las esposas de los inmigrantes musulmanes que lleguen al país con un visado de cinco años, a que hablen al menos un inglés básico. Sin embargo, a partir de octubre, un requisito “sine qua non” para renovar el permiso de residencia, es hablar inglés fluido. Se supone que tras un período de dos años y medio, las mujeres deben superar la prueba del lenguaje, de lo contrario serán deportadas
La medida que surge de la preocupación del gobierno por la cantidad de británicos que quieren viajar a Siria para unirse al estado islámico desde el inicio del conflicto en el 2012, también ha generado una fuerte polémica de la oposición, académicos y periodistas, quienes sostienen que la disposición estigmatiza y discrimina a las mujeres musulmanas
A lo anterior se suma el hecho que por estos días salta las alarmas, cuando descubrieron que tres chicas adolescentes musulmanas, entre los 15 y los 16 años, huyeron de sus casas del este de Londres, durante unas vacaciones escolares en febrero del 2015, para reunirse con una amiga que había huido dos meses antes, a unirse al grupo terrorista ISIS en Siria.
Las tres chicas estudiantes ejemplares, se casaron con hombres que ellas debían escoger de un listado que el Grupo ISIS consideraba leales a la causa. Dos de ellas enviudaron pocos meses después, según han sido informadas sus familias.
La huida de las chicas adolescentes ha sido un duro golpe para la comunidad musulmana, y alerta sobre la atracción que el grupo terrorista ejerce sobre las y los jóvenes británicos de ascendencia musulmana