Chicas universitarias luego de la manifestación contra la violencia, en Plaza Universitat(F. Tona Gusi)
La semana que ha pasado fue intensa en Cataluña, con movilizaciones constantes, organización popular, realización de un referéndum por la independencia este 1 de octubre pese a sin fin de impedimentos y represión policial, manifestaciones de repulsa a la violencia y una mezcla de ilusión y tensión por lo que ocurrirá en adelante. En todo este proceso histórico la presencia de mujeres está siendo activa desde los liderazgos, la inteligencia, la confianza y sobrellevando los ataques físicos, entre otros los riesgos que conlleva la posible ruptura con el Estado español.
Cientos de miles de personas en las ciudades catalanas haciendo con las manos las cuatro barras de la señera. (F. Tona Gusi)
Se prevé que en los próximos días el Parlamento de Cataluña declare unilateralmente la independencia cuando se concluya con el recuento de los votos, incluidos los del exterior, y las mujeres independentistas ya están organizadas para, en ese momento, defender y respaldar a esta institución.
En todo este intenso proceso de la última semana, los rostros más vistos en los medios de comunicación han sido masculinos: desde Cataluña el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el vicepresident Oriol Junqueras; el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez; el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; el ya muy popular Josep Lluís Trapero Álvarez, el Mayor de los Mossos d’Esquadra, y desde el Estado español está el Presidente de gobierno, Mariano Rajoy; los representantes de las distintas fuerzas políticas, todos hombres; y finalmente el Rey Felipe VI, entre otros muchos más varones, como los cientos de efectivos de la Guardia Civil cargando contra las multitudes. Muy pocas mujeres.
Entre las pocas que aparecen en los medios está Carme Forcadell, presidenta del Parlamento catalán; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la dirigente de la CUP, Anna Gabriel; y del otro bando la representante de Ciudadanos, Ines Arrimadas; y la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.
Secuencia que muestra en primer plano a una mujer levantando los brazos en señal de paz y cómo llega la Guardia Civil y la golpea a ella y al resto (Foto tomada de un vídeo difundido por las redes)
Mujeres levantadas por los aires, empujadas y arrastradas por los cabellos durante los ingresos a los centros de votación. ((Foto tomada de un vídeo difundido por las redes)
Otro de los rostros de mujer más vistos ha sido el de Marta Torrecillas, una joven catalana que denunció que durante las cargas policiales en el centro donde ella se disponía a votar en el referéndum fue agredida sexualmente con manoseos y físicamente con la ruptura adrede de dos dedos de la mano. Hecho que ha sido denunciado.
Torrecillas es una de las miles de mujeres que participaron desde la base ciudadana, aunque también son cientos las mujeres que lo hicieron desde distintos liderazgos de organizaciones feministas, de asociaciones vecinales, de madres y padres de familia, de centros cívicos, etc. Pocas de estas mujeres son visibles y su labor no siempre es reconocida, suele ser tapada o absorbida por el lenguaje sexista de los plurales masculinos.
Mujeres de la cultura Sílvia Bel i Mercè Molins durante su respaldo al derecho a decidir. (F. Tona Gusi)
Mujeres universitarias en uno de los actos realizados para dar apoyo al referéndum del 1 de octubre.(F. Tona Gusi)
Durante la última semana se culminaron los preparativos para el domingo 1 de octubre. Las mujeres estuvieron en las reuniones secretas para determinar cómo se haría llegar las urnas y las papeletas a los centros de votación. Las mujeres estuvieron organizando a la gente voluntaria para proteger a las escuelas donde se votaría, dando talleres y creando un sinfín de actividades para asegurar la presencia de personas y que estos espacios no se cierren.
Ellas dieron su liderazgo, transmitieron confianza y ánimo a la población cuando a las 5.00 de la mañana comenzó a llegar para apoyar que se abran los centros de voto y no sean clausurados. Allí se escuchaba sus voces gritando consignas, levantando la moral, cantando y, como siempre, organizando.
Desde muy temprano y bajo la lluvia la gente se congrego en los centros de votación. (F. Tona Gusi)
Muchas mujeres de todas las edades y también de varias nacionalidades de origen fueron parte del jurado electoral de las mesas y permanecieron allí, como gran parte de la población, con el miedo en el cuerpo ante las noticias de que había habido cargas policiales en otros centros y que algunos habían sido cerrados. Como los hombres, algunas recibieron los golpes, fueron arrastradas por el suelo y agredidas física y verbalmente, pese a ello buscaron alternativas de voto y fueron a ejercerlo. Masivamente votaron.
Durante las impresionantemente masivas manifestaciones que se realizaron en todas las poblaciones de Cataluña en rechazo a la violencia, las mujeres han estado presentes con sus organizaciones, con la familia o amistades, poniendo nuevamente la alegría, la astucia y el cuerpo para hacer posible la aspiración de gran parte del pueblo catalán.
Hoy las mujeres están pendientes de lo que ocurra. Desde sus organizaciones y redes opinan y guían y organizan. No tendría que ser necesario resaltar toda esta participación, pero es que aunque en la calle hay ese protagonismo, en las palestras públicas, como los medios de comunicación, este hecho o se visibiliza de manera justa.
Imagenes de la manifestación del 3 de octubre en rechazo a la violència. Mujeres de diferent edad y de origen en la marcha.. (F. Tona Gusi, Drina Ergueta y tomadas de las redes)