Foto: Amada Santos
Concluyendo la conferencia mundial sobre el estado de las mujeres en el período de Sesiones de la Comisión sobre su Condición Jurídica y Social, celebrada entre el 9 y el 20 de marzo, en la sede de la ONU en New York, a la que tuvimos oportunidad de asistir como delegadas, las disparidades de género en el desarrollo humano dejan un sinsabor que vale la pena analizar.
Así mismo, considerando los puntos fundamentales en los que se centró la reunión de la CSW59, basada en la revisión de los avances y retos de la declaración de Beijing y su plataforma de acción a 20 años de su adopción por los Estados Miembros de las Naciones Unidas, sobre el empoderamiento de las mujeres y el cumplimiento efectivo de su desarrollo humano, el resultado no puede ser más desalentador.
Es indudable que si hablamos de género y desarrollo humano la relación resulta imprescindible, en ese contexto, en la comisión sobre la condición de los derechos humanos de las mujeres, las niñas y los niños, se examinaron las desigualdades de género en diferentes dimensiones, entre ellas, una mesa que se llamó: “Conversatión on gender disparities in human development”
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El Panel, debatió la situación de las mujeres en términos de capacidades y oportunidades en los países, así como las principales barreras y desventajas a las que las mujeres se enfrentan para lograr sus metas. Se hizo especial hincapié en cómo cuantificamos las disparidades de género en diferentes dimensiones del desarrollo humano, y cuáles son los desafíos a los que se enfrentan
Es importante apreciar el foco de esta conversación en la separación de las diferentes dimensiones del desarrollo humano, partiendo de la necesidad de “excluir” a las mujeres de un contexto, y tomar en serio otra clase de desigualdades, como la capacidades humanas, la falta de oportunidades laborales, la calidad de la educación, la infraestructura en salud que garantice buenas instalaciones sanitarias para niñas y niños, la seguridad cuando se las acosa sexualmente, la mortalidad materna y la poca credibilidad que muestran las estadísticas en los temas de violencia de género
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Se habló de la necesidad de la calidad en la información oportuna y confiable, la brecha salarial de género como indicador útil de los sesgos estructurales en los mercados de trabajo, y la respuesta a las limitaciones de los datos sobre ingresos, pobreza y fuerza de trabajo.
A la pregunta de sí el progreso en capacidad humana se traduce en oportunidades económicas, la respuesta no es fácil, es cierto que existe un progreso paulatino en la brecha de género y la educación es un indicador en el desarrollo de los seres humanos, pero también debe contar que la falta de oportunidades en los países es un hándicap que marca la diferencia
Sobre este tema, una de las panelistas exponía que las oportunidades tienen mucho que ver con las decisiones que las personas toman todos los días, enfocó el tema desde dos puntos de vista, el primero sobre las capacidades que tiene cada persona como ser humano, y segundo en las oportunidades que tiene para actuar con esas capacidades.
Se habló mucho del trabajo rural y agrícola donde se concentra la mayor fuente de empleos en el mundo; también del empleo análogo en cuanto se desarrolla una actividad referida al trabajo que no se ve, a modo de ejemplo se tomo como referencia el trabajo que las mujeres hacen en casa, cuidando a su familia, sobre este tema, es verdad que contribuye al bienestar del ser humano, pero también es cierto, que al no haber trabajo digno y remunerado, cómo se evidencia un bienestar real?
La precariedad del empleo juvenil fue un tema recurrente, los panelistas explicaban que en muchos países es muy grave, debido a la falta de innovación y creación de empleos y a la falta de oportunidades.
En términos generales se puede decir que las conversaciones giraron en torno a que el desarrollo humano tiene que ver no solo con las oportunidades de las personas y su capacidad para desarrollarlas, sino que al desarrollo humano de la gente, contribuye o no en gran medida, el desarrollo de los países. En algunos las crisis financieras y económicas y la forma como se abordan, reducen de manera drástica los derechos económicos, sociales y culturales, de los seres humanos creando pobreza y exclusión.
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Llamó la atención que las estadísticas presentadas por las y los panelistas no estaban actualizadas, las cifras más recientes se referían a indicadores del 2012. De otro lado, considero que se perdió una buena oportunidad de escuchar a las mujeres participantes, no solo por el interés que representaba el tema que fácilmente era abierto al debate, sino un foro de discusión para conocer de primera mano la problemática real de las mujeres en el Desarrollo Humano, las pocas intervenciones fueron limitadas por el escaso tiempo de 45 minutos que duraron las conversaciones.