Tuvieron una participación destacada en la IV edición de Black Mountain Bossòst.
Este festival consiste en una semana literaria, dedicada sobre todo al género negro, que tuvo lugar como las anteriores ediciones en el bonito pueblo de Bossòst (Pirineos). Se tendría que haber celebrado a finales de abril, y mantiene su vocación internacional y transfronteriza, a pesar de que algunas personas invitadas no pudieron asistir. En esta edición eran 30 escritores, y entre ellos solo 9 mujeres. Como siempre una minoría “selecta” que estuvo presente en algunas de las 18 mesas de debate que se hacen durante 7 días. Todas las mesas se titulaban y eran en castellano, pero se hablaba en la lengua que cada uno de los participantes escogia. [Consultar el ProgramaDEF BMB 2020].
Si hablamos de la presencia femenina, hay que destacar a autoras de prestigio reconocido cómo Susana Hernández, Angelique Pfitzner, Marisa Pinta y Jimena Tierra, junto a expertas y autoras, que de momento solo han publicado una novela, como Mari Carmen Sinti, Lluna Vicens, subcomissaria y Susana Villafañe, que forman parte de la asociación LEE O MUERE, organizadora del acontecimiento. Tanto Vicens, responsable de logística, como Villafañe, que realizó la transmisión en streaming, estuvieron dedicadas en cuerpo y alma al desarrollo de todos los actos. También participaron Albada Albagés, poeta que vive a Bossots y Rosa Cañadell, profesora e historiadora. Todas van ser coprotagonistas de este Festival que quiere dedicar a las mujeres una especial atención. Y como en cada edición ha demostrado el compromiso aprobando un Manifiesto contra la violencia hacia las mujeres, que además denuncia la violencia de todo tipo que nos rodea. [ Manifiesto]
El Festival es afortunado como pocos, el entorno paisajístico del Valle de Aran, en la cara norte de Pirineo, lo hace especial y único. Durante 7 días seguidos consigue que se olvide el estrés y la contaminación mientras se disfruta de variadas actividades literarias y culturales. En esta edición de asistencia controlada y medidas de seguridad adecuadas, ha conseguido otra vez uno de sus objetivos: estrechar los lazos autores y lectores, haciendo a los primeros más próximos y rompiendo la imagen de seres inaccesibles para sus seguidores.
La pandémia más allá de la ficción
Angelique Pfitzner, es una de las cofundadoras de este evento, que inició junto a su fundador el escritor José Luis Muñoz en 2017, y participó en alguna de las mesas que tuvieron lugar, como la que se hablaba de un tema de actualidad -la actual pandemia del – y como lo han vivido los escritores, y tenia por título: “Cuando el destino no es alcance: La distopía en primera persona”.
Ella ha escrito muchas novelas y una de las ultimas que ya se ha traducido en varios idiomas, sobre tema que le apasiona, la tragedia de los refugiados, exiliados y represaliados. En “Los niños del Exodo” se metió a fondo en una historia “realista” y sobrecogedora. Angelique es también la organizadora del “Festival Lloret, negro y policíaco” que tampoco se pudo hacer por el confinamiento, y que el sábado 17 de octubre, ofrece una sola sesión, por la tarde, al Teatro de Lloret. Y para asistir hay que apuntarse a esta Web.
Volviendo a la mesa sobre la covid19, se comentó que la “distopia” es el contrario de utopía y nos lleva a una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Mari Carmen Sinti como moderadora hizo un repaso de la narrativa de pandemias, y de imaginados futuros catastróficos o terribles como el que ahora vivimos. “A los escritores nos gusta escribir sobre cosas que han pasado, pero en la situación tan terrible del coronavirus -que como en otras veces la realidad es superior a la ficción -necesitamos de una distancia más grande para escribir”; comentaba Pfitzner. En esta mesa participaba un policía en activo, Joaquín Martín, que hizo hincapié en el cambio político y social que estamos viviendo, las nuevas normas de convivencia que hay que aceptar porque ya se han impuesto y son necesarias para sobrevivir, y remarcaba que: “Es necesario tener unos protocolos claros y seguirlos con rigor. No puede ser -por ejemplo- que en las iglesias se hagan rituales que después se prohíben que lo hagan otras religiones”.
Volviendo a la mesa sobre la covid19, se comentó que la “distopia” es el contrario de utopía y nos lleva a una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Mari Carmen Sinti como moderadora hizo un repaso de la narrativa de pandemias, y de imaginados futuros catastróficos o terribles como el que ahora vivimos. “A los escritores nos gusta escribir sobre cosas que han pasado, pero en la situación tan terrible del coronavirus -que como en otras veces la realidad es superior a la ficción -necesitamos de una distancia más grande para escribir”; comentaba Pfitzner. En esta mesa participaba un policía en activo, Joaquín Martín, que hizo hincapié en el cambio político y social que estamos viviendo, las nuevas normas de convivencia que hay que aceptar porque ya se han impuesto y son necesarias para sobrevivir, y remarcaba que: “Es necesario tener unos protocolos claros y seguirlos con rigor. No puede ser -por ejemplo- que en las iglesias se hagan rituales que después se prohíben que lo hagan otras religiones”.
Como cada edición, estaba programada una mesa especial con perspectiva de género. En esta ocasión, tuvo lugar el segundo día del festival. Se habló de cómo “Ellas también matan“, de la mano de la abogada, criminóloga, escritora y editora, Jimena Tierra, que hizo un recorrido por todo tipo de asesinas, mujeres que habían sido protagonistas de crímenes diversos, y las situó en su contexto social, y psicológico, mostrando las diferencias entre hombres y mujeres en este campo: “Las mujeres también pueden matar fríamente y de forma calculada, sobre todo para llegar a objetivos concretos, o como venganza y/o reacción defensiva, pero normalmente su manera de actuar es diferente en la masculina”.
“Monstruos y víctimas” en los campos de concentración
El mismo 11 de septiembre, y como un recordatorio especial a los 75 años de Auswitz, se desarrolló la mesa, subtitulada: “Los monstruos” y entre otros contó con Marisa Pinta, que presentaba “Marlene”, una novela sobre la trayectoria en nuestro país de unos de los médicos de Mathausen, y de su nieta, una médica que poco a poco va descubriendo el pasado de su abuelo. “A veces los monstruos conviven entre nosotros con normalidad, y costa descubrirlos. Y hay que seguir explicando historias que nos ayudan a no olvidar nunca el holocausto”. Dos días antes Jimena Tierra, participó en una mesa que trataba sobre “Las víctimas” . Y todos van estar de acuerdo con las palabras del comisario, José Luis Muñoz, de que “por más tiempo que pase y sepamos más de este horror, nuestra cabeza no lo puede comprender. ¿Cómo es posible que personas que parecían normales, enfermeras y médicos- por ejemplo- durante el día eran monstruos y por la noche, se mostraban tan tiernos con sus familias?”
Tanto Marisa como Jimena, que vinieron desde Madrid, quedaron “impactadas” por el festival, por el paisaje que lo acoge y por todas las actividades culturales programadas (excursión, música, cine, gastronomía…). “Ha sido un festival fascinante del género negro situado en un entorno mágico. Literatura y naturaleza. ¿Qué más se puede pedir? subrayó Gimena. Y comentaron que todo el mundo espera que al 2021 mejoren las cosas y al próximo Festival participen más mujeres.
¿Qué diferencia aportan ellas al género negro?
En opinión de Gimena Tierra: “Por supuesto, nosotras aportamos otra manera de ver las cosas. Hay rasgos inherentes a la feminidad, que las mujeres vivimos como pueden ser la menstruación o la menopausia, el cáncer de mama, la necesidad de ser madre o el síndrome del nido vacío, que pueden estar reñidos con la visión ‘masculina’ actual de la novela negra. Se entiende (y se asume) que un detective pueda ser alcohólico, pero no se acepta igual que una mujer sufra por una histerectomía. El habitual es que las mujeres protagonistas (inspectoras o asesinas) tengan características varoniles y eludan ciertos temas que puedan tildarse de “sensibleros”
Susana Hernández Marcet, que participó a la mesa “Cosecha negra, es una escritora nacida en Barcelona, especialista en novela negra y creadora del personaje de la policía Santana, una investigadora lesbiana, protagonista de varias novelas… Para la escritora resultó de lo más natural que su protagonista aporte una forma de ver las cosas de forma diferente a sus compañeros. Pero después ha publicado 4 obras en la que no ha contado con esta investigadora tan especial. Y tanto en “Los miercoles salvajes“, cuyos protagonistas viven en Ciudad Meridiana, como en su última novela; “Mai més”, tratan sobre temas de actualidad, como són las ocupaciones de pisos, las drogas o el trafico de medicamentos: muestra personas cercanas de los barrios de Barcelona, hijos de immigrantes, o immigrantes, como la mujer pakistanesa, protagonista de “Nunca Mas”.
El Valle de Aran en la ficción y en la realidad
Lluna Vicens, publicó sobre el evento un texto de agradecimiento, en que destacó, el papel del alcalde de Bossòst, para que el festival sea posible. “Edición detrás edición, nuestro festival crece y la familia que lo formamos también, este es nuestro compromiso hacia autores y autoras, la literatura, la cultura y el pueblo de Bossòst, que año tras año nos apoya a través de su alcalde, Amador Marquès”.
El alcalde, experto en la historia del Valle de Aran, presidió la mesa “El Valle de Arán como escenario Literario“, que contó con José Luis Muñoz y Albada Albagés, y elogió la presencia, de ambos, como creadores literarios residentes en el pueblo. “Por nuestra situación un poco aislada, dando la cara en Francia y para ser frontera, nuestro entorno es idóneo para desarrollar historias” Pero según Marqués: “El que nos gusta es que autores como ellos han sabido profundizar en la psicología y sensibilidad de nuestra gente, dándole interés universal. José Luis Muñoz, residente en Bossòst desde hace muchos años lo ha conseguido reflejándolo muy bien en su obra, sobre todo en: “Cazadores de Nieve”. “En esta obra explica gráficamente una subida en el Coll de Baretges, la misma que han hecho en esta edición un grupo muy numeroso de participantes. Os recomiendo su lectura”, añadió. Y comentó que también lo ha conseguido Albada Albagés, otra residente, en su libro de poesía: “M’encomano al blanc“. Y acabó diciendo que “Nos gusta ser fuente de inspiración, pero sobre todo queremos que nos conozcan de cerca, que nos visiten y disfruten de nuestro entorno”(*).
Notas
*Consultar el reportatge sobre el Festival Publicado enMón Comunicació
(*) Mirar los contenidos del Festival Literario que Susana Villafañe rmitió en directo por streaming a través de Facebook
*Mirar las entrevistas publicadas al programa “El presente se llama mujer“, que ha realizado la compañera de la AMC, Maria José Segura. Podéis escuchar la entrevista a Lluna Vicens y a Josep Lluis Muñoz, a Youtube.
*Consultar el reportaje que ha publicado en castellano Leonor Sedó en 39 y Mas.
