El tratado que la Unión Europea (UE) está negociando en secreto con Estados Unidos (EEUU), no es el único; quedan todavía otras amenazas y acuerdos que se quieren llevar a cabo, como el tratado CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement -entre la UE y Canadá) o el ‘Acuerdo sobre el Comercio de Servicios’ o TISA (Trade in Services Agreement). De ellos también se dio cuenta en las sesiones de Barcelona.
El TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership), (http://noalttip.blogspot.com.es/) “es un asalto más en el proceso de globalización, que ya ha dado vía libre a la desregulación planetaria. Las revoluciones laborales se han hecho a escala nacional, pero faltan todavía regulaciones en el ámbito internacional”. Así lo expresaba el profesor de Economía del trabajo y Políticas Sociales en la Universidad Autónoma, Albert Recio, participante en el panel sobre Derechos laborales, en los dos días de las sesiones informativas sobre el TTIP en Barcelona.
Recio, que es miembro de l’Institut d’Estudis del Treball (http://iet.uab.cat/), explicaba que, a pesar que “el TTIP no aborda temas laborales porque éstos quedan dentro de los ámbitos estatales (gobierno, leyes laborales y la negociación colectiva) sí tiene 3 potenciales elementos que presionan a la baja cualquiera de los derechos conseguidos.
Competencia a la baja y entre países
El primero, es la presión que el mercado permite ejercer contra los derechos laborales”. O como afirmaba Susan George, “las presiones directas de las empresas a los gobiernos, porque Estados Unidos no ha firmado ningún convenio de la OIT” (Organización Internacional del Trabajo). El profesor Recio recordó el caso de una compañía norteamericana que “negoció directamente con el gobierno de Asturias la instalación de una empresa, pero sin permitir (la existencia de) sindicatos”.
El segundo elemento es “la competencia entre los distintos países para llevarse las inversiones”, afirmó el profesor y, para ello, “les ofrecen las mejores condiciones: rebajas de impuestos, peores condiciones laborales”… El tercero se relaciona con “la desregulación del mercado de productos”, que implica, según Recio, unas garantías de calidad que no todos los países tienen. Por ejemplo, Alemania las ha usado casi siempre. Pero “cuando desaparecen esas exigencias de calidad, ya sólo se pueden desregular las condiciones de trabajo”.
Dejar de pensar en clave nacional
Las revoluciones laborales se han hecho a escala nacional, afirmó, pero “nos faltan todavía regulaciones en el ámbito internacional para que no nos quedemos solos”. Y “para evitar el descontrol financiero, hemos de controlar los paraísos fiscales”, de manera muy especial. En definitiva, terminó, “debemos dejar de pensar en clave nacional”.
Michela Albarello de la Fundació Pau i Solidaritat (http://www.pauisolidaritat.pv.ccoo.es/) puso los ejemplos prácticos de cómo el Tratado de Libre Comercio entre Guatemala y Estados Unidos ha significado “la privatización y la desregulación de bienes y servicios y la precarización de las condiciones laborales“ para quienes tienen contratos de trabajo en ese país centroamericano, cuya “informalidad en 2013 se situó en el 70,4% de la población activa”, de acuerdo a los datos que manejaba Albarello.
Recio i Albarello a l’equerra. Foto C.Seijo i R. Bellera
Catalunya modelo de privatización del agua
Quim Pérez de la plataforma ‘Aigua es Vida’, (http://plataformaaiguaesvida.wordpress.com/2014/10/08/agua-y-servicios-hidricos-en-ceta/) tras celebrar que, en 2010, por fin Naciones Unidas proclamó que el acceso universal al agua y al saneamiento eran un Derecho Humano, explicó algunos ejemplos nada halagüeños que hacen temer por la privatización de los servicios del agua, pese a que están fuera de las directivas de la UE. Por cierto subrayó Pérez, “Catalunya no es el modelo, pues sólo un 20% del agua es pública y el 80% ya es privada”.
Pérez recordó que, precisamente “una de las condiciones para el rescate de Grecia fue la privatización del agua” y señaló algunos de los riesgos que nos esperan: “la total desregulación; la difícil remunicipalización de los servicios, por la imposición por parte de las empresas de la compensación por el ‘lucro cesante’; la protección de las actividades industriales contaminantes, pues una vez captada el agua del medio ambiente, ya entra en otra calificación”…
Los sindicatos han de posicionarse en el ámbito europeo
En cuanto al TISA, Pablo Sánchez, de la Federación Sindical Europea de la Función Pública, alertó que este Acuerdo de Servicios, en los que se incluye también el agua y todos los servicios públicos como educación y sanidad, “se están negociando en oscuro y fuera de la Ronda de Doha, de la OMC”. Eso “lo pudimos saber por las filtraciones de Wikileaks”, afirmó Sánchez, que puso en alerta sobre “la imposibilidad de recuperación o devolución de servicios públicos una vez privatizados, aunque la población lo exigiera, porque incluyen ‘cláusulas de suspensión’ que significa que los acuerdos están cerrados para siempre”.
Sólo quedan al margen de este tipo de Acuerdos un 20% de países de mundo, entre los que se cuentan todos los africanos, muchos asiáticos y los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Y cuando concluyan las negociaciones, subrayó Sánchez, “tanto si se llegan a acuerdos como si no se firma, tardaremos cinco años en tener publicados los textos”. Por tanto, finalizó, “los sindicatos tienen que posicionarse contra TISA, también contra el TTIP y dejarse de repliegues nacionales para hacerlo en el ámbito europeo”.
La taula de dones de la segona jornada. Foto Lídia Vilalta
Armonizar con Estados Unidos significa privatizar
Luis Capacete, médico e integrante de la Asociación Catalana de la Sanidad Pública (http://gestiodelasalut.blogspot.com.es/) avisó de lo que puede ocurrir en el ámbito sanitario si llegan estas desregulaciones del TTIP, CETA y TISA. “Armonizar con Estados Unidos, significa privatizar y dio los datos: allí se dedica un 17,7% del PIB a sanidad mientras que aquí las Comunidades Autónomas le dedican entre un 30 y un 40%” del presupuesto”, afirmó. En Europa, ya hemos visto las privatizaciones en Gran Bretaña, pero también “en Lleida donde ya se ha externalizado un 87% de los servicios sanitarios y en Tarragona un 13%”.
Aquí “ya se han dado muchos pasos, y debemos recordar que Catalunya fue la primera en los años 90”, subrayó: “con unidades de gestión clínica, externalizaciones, firmas público-privadas o gestión privada de los centros”. Pero “lo peor está por llegar” y explicó alguna de las posibilidades que podrían ocurrir, de firmarse estos acuerdos: “desaparecería la transparencia de los ensayos clínicos, se privatizarían determinados servicios y también las patentes para controlar mejor los precios”; Asimismo, “no habría arbitrajes entre inversionistas y el Estado, que es donde se fijan los precios de los fármacos; tampoco existirían las evaluaciones de las tecnologías médicas, o las medidas de control de la salud pública, que es en lo que se basan las indemnizaciones”.
La lista según el doctor Capacete, se amplía con vocablos como ‘compra pública innovadora’ lo que “significa que si el producto sale bien los beneficios son privados, pero si sale mal el gasto es público; se quiere ampliar la duración de las patentes; dificultar la entrada de los medicamentos genéricos; aumentar el período de protección de los datos sobre medicamentos biológicos hasta 12 años (ahora van de 4 a 8); limitar o prohibir los laboratorios en organismos estatales, que son los que fijan la política de precios; y alterar las normas de registro, calidad y precios, que tiene implicaciones en los productos alimentarios, porque disminuiría la seguridad en cuanto a los transgénicos”… Una auténtica película de terror que “si incluyera derechos digitales significaría que se podría ver toda la información sanitaria en un click”, información muy apreciada para las mutuas porque pondrían “precio a los procesos patológicos”.
El doctor Capacete, ha elaborado un video de 22 minutos muy pedagógico al respecto, que se pueden ver en (https://www.youtube.com/watch?v=nsZUf3uDwVM).
Juncker retira del TTIP los ISDS entre inversores-Estado
Esta semana, sin embargo, comenzó con buenas noticias, por las campañas y la presión social de las ONG europeas, que se manifestaron conjuntamente los mismos días del seminario en más de 400 ciudades europeas en el marco del European Day of Action, tras lo cual, se ha sabido desde Bruselas que el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker ha decidido quitar del TTIP los abusivos ISDS –o Mecanismos de Solución de controversias entre inversores y Estados- (http://www.ttip2014.eu/blog-detail/blog/ISDS%20out%20Juncker.html), de los que La Independent informaba extensamente en la edición de la pasada semana. (http://www.laindependent.cat/index.php?option=com_content&view=article&id=4875;la-trama-oculta-del-ttip-entre-la-ue-i-els-eua-sobirania-segrestada-i-drets-en-perill&catid=56;economia&Itemid=186&lang=es).