Lo que faltaba, pasó. Al doble riesgo que ya enfrentaban las mujeres periodistas antes de la pandemia, por su profesión y por su condición de mujeres, llegó el coronavirus a amenazar su salud, su trabajo y sus vidas. Así resumen 50 reporteras y comunicadoras de 10 países, su nueva realidad ante esta contingencia sanitaria.
En una reunión virtual, denominada “Aquelarre en tiempos de cuarentena”, las integrantes de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Suecia y Uruguay, sostuvieron un diálogo por más de 2 horas, en el que expusieron el impacto de la pandemia en las mujeres que ejercen el periodismo.
La desigualdad y las violencias que ya vivían se recrudecieron, ahora las periodistas también están expuestas a perder la salud física, psicológica, emocional y hasta la vida, al estar muchas de ellas, en la primera línea de la cobertura informativa de la contingencia sanitaria, sin que las empresas periodísticas garanticen su derecho a contar con servicios médicos y con equipo de protección para prevenir el contagio.
El impacto económico del Covid-19, también acentuó la crisis existencial que ya enfrentaban el periodismo y los medios de comunicación.
Las periodistas ahora están agobiadas por las jornadas dobles de trabajo, por despidos masivos, cierres de medios, así como por la reducción salarial y ausencia de ingresos por publicidad. Y para el periodismo feminista es aún más grave. Por la precarización, la cancelación de los escasos proyectos y la falta de financiamiento para el periodismo con perspectiva de género, hay periodistas que se encuentran en la disyuntiva de seguir ejerciendo o cerrar sus espacios de comunicación independientes para buscar otras alternativas que les den para vivir.
La emergencia sanitaria vino a avivar la intolerancia de gobiernos populistas y conservadores, las expresiones de odio y el acoso masivo en línea contra la prensa.
El discurso estigmatizante contra la labor de las y los periodistas, que en países como México, se está colocando desde la presidencia de la república y está siendo replicado por gobernadores contra mujeres periodistas, como se ha documentado en el estado de Puebla, es un grave problema que limita y vulnera el derecho a la libertad de expresión y el acceso de la sociedad a la información.
La pandemia también vino a mostrar que se necesitan más periodistas con perspectiva de género en las redacciones y formadxs en temas de salud y que es urgente visibilizar el impacto diferenciado en la vida de las mujeres, las diversidades, las comunidades afros, migrantes y los hombres, particularmente la crisis en la organización social de los cuidados y el incremento de la violencia de género por el confinamiento durante la emergencia.
La agenda de género quedó invisibilizada en los contenidos de los medios de comunicación, ante la abrumadora cobertura del Covid-19. Prevalece la subrepresentación femenina y están siendo relegados de estos, el feminicidio, el acoso, la paridad y violencia política, la crisis de los cuidados, la feminización del sector salud, las personas adultas mayores, entre otros temas.
Las comunicadoras coincidieron que hoy más que nunca se debe dar mayor impulso al periodismo feminista y dar un tratamiento informativo con perspectiva de género y derechos humanos.
Esta pandemia nos ha dejado una lección: Debemos poner en el centro la vida de las mujeres, particularmente la vida y los cuidados de las mujeres periodistas.
Las jornadas agobiantes de 24h x 7días que hoy enfrentan las mujeres desde el confinamiento, atendiendo a jefes que les están exigiendo a toda hora, las tareas de cuidado y hasta escolares, deben ser temas de la agenda mediática para que se visibilicen y no se normalicen.
También hay en la Red, quienes no creen en la existencia de una pandemia, pero que ven esta época, como una inmejorable oportunidad para lograr un cambio positivo, un cambio de paradigma para poner la vida y los cuidados en el centro del eje organizador de la convivencia humana.
En el “Aquelarre en tiempos de cuarentena”, las periodistas de la RIPVG lamentaron el deceso de las y los colegas que han perdido la vida, tras resultar positivos por el Covid-19 durante la cobertura de la emergencia sanitaria. También se recordó a una de las fundadoras y ex coordinadora de la RIPVG Montserrat Minobis a un año de su fallecimiento.
Esta reunión virtual, fue convocada por la Coordinación Colegiada de la RIPVG, de la que forman parte Alícia Oliver (España), Miriam Bobadilla (Argentina ) y Rosa María Rodríguez Quintanilla (México) así como por el Consejo de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género conformado por Fabiola Calvo (Colombia), Jenny Rönngren (Suecia), Liliana Hendel (Argentina) y Lucía Lagunes (México) para escucharnos, saber cómo estamos y como ha impactado la pandemia en la vida de las mujeres periodistas.
La Coordinación Colegiada aprovechó para reconocer el trabajo de las Comisiones de Alertas para la Atención de Agresiones a Mujeres Periodistas, la de Comunicación y la de Investigación, y particularmente a Miriam González, que fue la autora del diseño de la imagen para la convocatoria de este evento.
La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), celebrará su 15 aniversario a finales de año, y desde su fundación impulsa una agenda informativa con perspectiva de género, defiende la erradicación de todo tipo de violencia contra mujeres periodistas, promueve los derechos humanos de las mujeres a la comunicación, a la información y a la libertad de expresión y el cumplimiento de los objetivos del Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing “Mujer y Medios de Difusión”.
