Tupamara, refugiada, sindicalista, independentista, basquetbolista, inmigrante, abuela, recién entrada en la política española desde su hemiciclo en el Congreso de los Diputados.
Ana Surra (Montevideo 1952) habla con convicción en una entrevista concedida a La Independent y con la idea de un “buen lanzamiento” como los que hacía cuando era árbitra profesional de bàsquet.
Ha explicado a la agencia de notícias con visión de género el porqué cree que los tres problemas principales y que tienen en común las personas emigrantes en este momento en Catalunya son tres: trabajo, papeles y dignidad.
En lo que respecta al trabajo cree que “no lo tienen porque muchas de las cosas que hacían habituamente o han parado en su actividad , como es el caso de la construcción, o las han asumido ahora los españoles que están sin trabajo y que antes no las hacían como es el caso de camareros o camareras, entre otras, lo que ha acentuado el paro en la emigración” y por ello “lo primero que hay que hacer es que consigan un trabajo” porque tenerlo o no implica tener o no tener papeles.
“Si no tenés trabajo, la Ley de Extranjería te condiciona la renovación de la residencia. La residencia no te la sacas de por vida y si no reúnes una serie de condiciones te la quitan. Hay mucha gente que se ha quedado sin papeles después de haberlos tenido” advierte.
Y cómo se soluciona todo eso y “porque la independencia es importante para nosotros” señala convencida de que con “la independencia va a haber mucho trabajo en la medida de que cuando se acabe el espolio fiscal al que estamos sujetos en Catalunya habrá dinero circulando por acá y con la construcción del Corredor Mediterráneo que es una de las primeras cosas que se han a hacer, va a haber trabajo y no sólo en la construcción”.
Surra forma parte de la comisión mixta para la UE en el Congreso de los Diputados y relaciona la obtención de los “papeles” con la economía del país. Asegura que los gobiernos españoles y todas las medidas de la Unión Europea se han dictado para condicionar la emigración “la necesitan, pero con pocos derechos, cuando no nos necesitan nos echan como sucedió cuando empezóla crisis económica y nos dijeron que nos pagaban el pasaje si volvíamos a nuestro país y lo hacían con nuestro dinero el que habíimos producido nosotros mismos, con nuestro paro”.
Con la experiencia vivida de exilio y emigración desde su Uruguay natal a Chile, Panamá, Bélgica y Francia hasta llegar al distrito barcelonés de Nou Barris, Surra se muestra convencida de que “con la independendencia vamos a ser ciudadanos y ciudadanas catalanes de primera desde el minuto cero, y antes de ese minuto cero queremos participar de la idea misma de la construcción de la República y en su proceso constituyente y poder votar”. “Estamos ahora trabajando en ERC y en la sectorial de emigración de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en el voto de la emigración porque una futura república catalana no se podrá construir sin el voto de los emigrantes, sin su participación”.
Aborda Surra el tema de la dignidad y dice que las personas emigrantes acá “todavía somos ciudadanos de segunda y en la medida que tengamos la ciudadanía de pleno derecho, con obligaciones y con derechos, lo vamos a ser de primera”. “Las personas emigrantes, añade Surra, traemos a este país un valor añadido, ya se hablan aquí 268 idiomas, más que en la ONU que son doscientos quarenta y pico, o sea que nosotros y nuestros hijos e hijas podremos hacer una diplomacia ciudadana y vamos a poder negociar en nuestros países de origen” sin esquilmarlos.
Para conseguir los tres puntos propuestos, la líder independentista cree que la República “es imprescindible, para salir de esta porquería que tenemos con la Ley de Extranjería española que es peor que las directivas de la Unión Europea y que está bajo su influencia, te llevan presa o no te dejan entrar o estás explotado por los patrones, mucho más que los trabajadores que tienen documentos”.
La mujer emigrante es y no es el eslabón más frágil
Al abordar la situación de la mujer emigrante Surra cuestiona que sea el eslabón más débil de la cadena y dice ” es el más
débil y no lo es, porque cuando emigra la familia completa la mujer emigrante es la primera que consigue trabajo en limpieza, cuidado de las personas u otros y con ello se enfrenta a problemas de género porque cambian los roles en la familia, ella sale a trabajar y el hombre se queda en casa al cuidado de los hijos. Y ahí surgen a veces problemas de violencia de género porque los hombres no aceptan ese hecho y en la mayoría de los casos la pareja se rompe y la mujer queda al cuidado de los hijos.
Se enfrenta a cuestiones de género de manera directa y hay que resolver este problema que no es teórico sino práctico”.
Suspensiones del Tribunal Constitucional y Ley de Extranjería
Preguntada por la suspensión de la Ley de Igualdad del Parlament, Surra señala que el Tribunal Constitucional “se cargó la ley de extranjeria de 2010, una ley de acogida para recibir dignamente a gente emigrante y ahora sería para las personas refugiadas, se la cargó como se ha cargado todo lo progresista que tenemos y es por eso hay que terminar con el Constitucional, nuestra salida es la República Catalana”.
Miembro de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados ve que en ella “tenemos muy poco margen, lo mejor es hacerlo en Catalunya porque quien refrenda las leyes del Congreso es el Senado y en el Senado hay mayoría PP y no va a cambiar, lo veta todo y es ilusorio creer que va a haber un cambio”.
Surra explica que habló del trabajo doméstico en el Congreso y mientras “ellos hablaban de porcentajes, yo les explicaba que las mujeres emigrantes tienen que dejar a sus hijos en los países de origen y hacer de madres los domingos desde un locutorio y es allí dónde va la policía de emigración a llevárselas porque no tienen papeles, esa es la vida de las empleadas de hogar y esa realidad no la sabían o la ignoraban otros grupos”.
Surra viajó recientemente por primera vez a Valencia y allí se le acercó una mujer valenciana con una hija de trece años quien la abordó y le explicó que trabajaba de empleada de hogar y “con lo que dijo vd. en el Congreso me sentí representada”. “Me emocioné, reflexiona Surra, y comprobé que no sólo me referí a las emigrantes sinó a todas las mujeres oprimidas que trabajan en ese campo. Fue mucho mejor que organizar un coloquio”.
No todas somos iguales
En este sentido incide en que “el probema de las mujeres es el mismo que el de las personas emigrantes. Se hace una declaración que dice que todos somos iguales y ya está. Es mentira. No somos todos iguales. La mujer no está considerada como un igual. Lo ves en los partidos: yo soy la primera designada por un partido para representar a los emigrantes y soy emigrante y eso me ha dado un apoyo en mi gente que no tiene parangón incluso hombres musulmanes me han venido y dicho que se sentían representados por mí”. Tanto las mujeres como los emigrantes sólo conseguirán sus derechos si se movilizan porque los teóricos todos estan de acuerdo pero en la práctica no buscan que las reuniones se acaben pronto y que las mujeres puedan militar y estar con la familia.
Concluye Surra con la llamada a no ponerse techos de cristal y a organizarse y emulando a su compañero de grupo, Joan Tardà, explica que se ha comprado un ejemplar de gatito chino que mueve la mano diciendo adiós y lo va a dejar de recuerdo en su oficina madrileña.
*La Independent ha entrevistado a Ana Surra tras la visita de la uruguaya a un asado solidario que cada año organizan sus compatriotas en Castelldefels y que en esta ocasión se ha celebrado en los jardines del castillo de la ciudad.
