En la Fundación Indera se presentó la Mesa de Trabajo sobre Migración, Género y Desarrollo
No hay mayor muestra de presencia en un espacio y de integración en el mismo que incidir políticamente en él y ese es el camino a seguir, las mujeres inmigrantes lo tienen claro y así lo hicieron saber, a través de varias de sus organizaciones, durante la presentación pública de la Mesa de Trabajo sobre Migración, Género y Desarrollo que se realizó este miércoles.
Diez organizaciones, la mayoría de ellas dirigidas por mujeres inmigrantes y orientadas a defender los derechos de estos colectivos, forman parte de esta Mesa de Trabajo que “pretende ser un espacio participativo y de visibilidad de las mujeres migradas, con voz propia, para hacer incidencia y seguimiento de las normativas y políticas migratorias que afectan directamente a las mujeres y su entorno”.
Para ellas, no es importante hablar de inmigración porque ése es un proceso, un cambio, sino hablar de una realidad ya ejecutada, de mujeres ya migradas, junto a sus familias, y de sus derechos como ciudadanas que forman parte de la sociedad que las acoge, por ello su objetivo es incidir políticamente. La Mesa de Trabajo, así lo consideran, será una herramienta para alcanzar ese objetivo.
Lo importante es empoderar a las mujeres, cuando se logra eso se incluye a su entorno porque el efecto se potencia, afirmaron en sus intervenciones varias de las representantes de las organizaciones que componen la Mesa de Trabajo. Las mujeres inmigrantes suelen ser, en muchos casos, las proveedoras en su familia y, pese a las dificultades diarias que tienen para ganarse su lugar frente a sus parejas, en los hechos son un motor de la economía y eso también debe reflejarse en otros espacios.
Las organizaciones que integran la Mesa de Trabajo son: la Asociación Cultural, educativa y social, operativa de mujeres paquistaníes (Acesop); la Asociación de Mujeres Inmigrantes Subsaharianas (Adis); Diáspora Solidaria; la Federación de Entidades Latinoamericanas de Cataluña (Fedelatina); la Federación de Entidades Peruanas en Cataluña (Fepercat); el Grupo de Mujeres Inmigrantes de Sant Cugat; la asociación Integración de Jóvenes Latinoamericanos; Maloka – Mujeres Pa’lante y la Plataforma Q’atary Perú.
Este espacio está abierto a cualquier entidad que quiera participar, señalaron, además de que es posible formar parte de manera personal, tal como lo hace una de ellas, Silvia Fernández, para quien cualquier acción o lucha de un grupo repercute en la persona y a la inversa.
“Todas tenemos un caminito recorrido y consideramos que ésta (la Mesa de Trabajo) es una herramienta útil”, dijo Clara Romero, de Mujeres Pa’lante que forma parte del Colectivo colombiano Maloka. Es cierto, estas organizaciones y sus representantes llevan varios años trabajando con la inmigración y las mujeres y han logrado consolidarse, agrupar y llegar a sus bases en un trabajo constante.
La presentación de esta Mesa de Trabajo fue realizada en la Fundación Indera, entidad que también forma parte de este espacio de discusión que está apoyado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, en el marco del proyecto “Acción de incidencia, análisis y debate sobre la condición y posición de las mujeres en los circuitos transfronterizos en Cataluña”.
En mayo de este año se realizó el seminario internacional “Ciudadanas globales transformando fronteras: procesos migratorios, derechos, reivindicaciones y perspectivas” a fin de reflexionar sobre el impacto de la inmigración en la vida de las mujeres y cómo, desde las políticas migratorias, se está gestionando la realidad de las personas que han decidido, por diversos motivos e intereses, vivir fuera de su país de origen.
Sara Cuentas, directora de Indera, explicó que en el seminario se trabajó sobre cuatro ejes: feminización de la migración, economía del cuidado, impacto de las políticas de migración en las mujeres, derechos humanos y ciudadanía y migración y desarrollo. “Es sobre esos ejes que presentamos que consideramos que son las principales preocupaciones que se deben tener en cuenta si queremos que la gobernabilidad de las migraciones funcione realmente en los países de destino”.
