Esther Fernández estudia sociología, tiene formación en mediación cívico comunitaria, y es la responsable del Área de Mujer e Igualdad de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC).
La FAGIC, según nos comenta Esther, está formada por unas 80 entidades catalanas, donde la diversidad es muy grande “como lo es también en la sociedad mayoritaria, aunque siempre nos presentan con una imagen muy estática que no refleja la realidad”. Y hace hincapié en que tienen una historia común de persecución y resiliencia de más de 600 años en el Estado español.
¿Qué objetivos tiene la FAGIC?
Se creó en 1991 para visibilizar y mejorar la situación del pueblo gitano. La misión de la FAGIC siempre ha sido aunar la voz del pueblo gitano -desde la vertiente del empoderamiento nunca desde el asistencialismo-, para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo, dialogar y hacer incidencia política, empoderando a hombres y mujeres gitanas desde sus propias necesidades y desde su voz. Siempre hacemos proyectos que surgen desde la base hacia arriba y no al revés. La FAGIC solo es una herramienta para poder dar ese empujón y hacer acciones comunitarias.
¿Cuántas entidades de mujeres gitanas o que tengan una línea importante de género hay en la Federación?
En la junta tenemos tres mujeres que representan a sus entidades: Francisca Domingo, de la Asociación Gitana Mujeres de Poniente, de Lérida. Trinidad Torres, de la Asociación de Mujeres Gitanas “Karing Vaxt”, de Tarragona. Y Paquita Perona, de Voces Gitanas. Además, también está Mariana Torres, de la Asociación Tumenge Calé, de Badia del Vallés. Luisa Montero, de la Asociación Escuela Dominical, de la Zona Franca. María Jiménez, de la Asociación Gitana de Sant Roc, de Badalona. Mercedes Gómez, de Lacho Bají, de Hospitalet. Y hay otras entidades de mujeres, que son referentes de muchos años de lucha feminista y realmente es un placer trabajar con ellas, de las que hemos aprendido mucho gracias a su larga trayectoria de lucha, convirtiéndose así en nuestras referentes.
Por otro lado, hay que decir que la FAGIC es una entidad mixta, pero el 70% somos mujeres y trabajamos conjuntamente, de forma multidisciplinar y transversal para que en todos los proyectos se incorpore la visión de género, y que les llegue a todas las mujeres para que se empoderen y normalizar así, a las mujeres gitanas en nuestra sociedad.
No pensaba que hubieran tantas asociaciones de mujeres
Las entidades de mujeres gitanas empezaron a visibilizarse en los años noventa, pero piensa que las gitanas vienen luchando, desde hace mucho de tiempo, en clave de género y de forma resiliente, o como nosotros le decimos en nuestro idioma “phenjalipen”, que vendría a ser la sororidad.
Cuando las mujeres gitanas llegaron a la península hace 600 años eran mujeres libres, independientes, que trabajaban fuera de casa, que circulaban por la calle en libertad, hablando entre ellas. Y es en la época de los Reyes Católicos que junto a la Iglesia intentaron homogeneizar a la población en torno al catolicismo, y a una única manera de pensar y de hacer. Ahí se generaron unas leyes de persecución contra la diferencia y la diversidad, persiguiendo a judíos, árabes y gitanos, y creando la Inquisición y los estatutos de limpieza de sangre. Años después, con el expolio de América surge la historia eurocentrista, donde difícilmente vamos a poder darle valor al resto de culturas si hay una que es dominante. Se instrumentalizó al pueblo gitano en aquel momento, y hay que decir que la identidad España se empezó a construir en base a la otredad indeseable que, en este caso, ocupa el pueblo gitano hasta el día de hoy.
Entiendo que es fundamental dar a conocer la historia del pueblo gitano, pero vayamos por partes ¿De qué proyecto de la FAGIC os sentís más orgullosas?
Bien, nosotras tenemos el proyecto de salud desde el año 1995. Este proyecto ha tenido diferentes líneas de trabajo, pero con un impacto muy relevante en cuanto a la salud de las mujeres y a los niños y niñas. La situación del pueblo gitano y sobre todo la salud tiene mucho que ver con los determinantes sociales. Nosotras trabajamos dando a conocer la situación del pueblo gitano y la cultura, también en los hospitales, en la universidad, hacemos acompañamientos sociosanitarios y sobre todo, escuchamos a las mujeres gitanas, y lo que surge desde su propia necesidad. Así hacemos talleres donde trabajamos hábitos saludables, envejecimiento activo y, sobre todo, la salud mental, la autoestima, el trabajar en red para generar complicidades y que se conozcan, que sepan que no están solas y que pueden actuar de manera comunitaria. Esto es muy importante para nuestro pueblo puesto que siempre ha estado muy marginalizado desde la sociedad mayoritaria. Y aquí tenemos un montón de temas que están invisibilizados.
¿Cómo cuáles?
La violencia obstétrica o como el antigitanismo afecta a la salud mental. Y también hay que incluir, de forma transversal, la feminización de la pobreza. Las mujeres tienen más posibilidades de estar en situación precaria y de exclusión social, ya que tienen entre un 30 y un 40% menos de probabilidades de que las empresas las contraten, tienen más trabajos flexibles o de media jornada, y todo esto afecta a la hora de la jubilación haciendo que las pensiones sean menores. Y si esto les pasa a las mujeres de la sociedad mayoritaria, imagínate como estamos nosotras que nos afecta la triple discriminación: por ser mujer, por ser gitana y por tener, en general, un bajo nivel académico.
Por ejemplo, cuántas mujeres nos dicen: “cuando voy a una entrevista laboral intento apayarme”, como estrategia de supervivencia. Es decir, dejarse el pelo suelto, sin llevar pendientes de aros, vestida de forma diferente… intentando asimilarse a la sociedad mayoritaria.
Hablabas de la violencia obstétrica
Sí, ya que a las mujeres gitanas siempre se las emplaza, desde bien jóvenes, a la planificación familiar, cuestionando, de alguna forma, el tema de la natalidad en nuestro pueblo. Y nos encontramos con profesionales que se sienten legitimados a poder cuestionar la voluntad de decidir de la población gitana en torno a este tema. Se nos critica siempre que tenemos demasiados hijos o demasiado pronto. Si esto lo miramos desde la vertiente de los indicadores nos encontramos que España está por debajo de la natalidad de reemplazo. Entonces, el tener hijos no tendría por qué ser un problema. Pero que te emplacen y te insistan en que debes tener menos hijos, para mi es una eugenesia encubierta que, a día de hoy, sigue vigente en la ideología de ciertos profesionales, evidentemente no de todos. Y por otro lado, nos encontramos en la sociedad mayoritaria a mujeres de 40 años que no han podido ser madres porque el propio sistema te lo impide. ¿Tal vez tendríamos que cuestionarnos esto, no? Y que el sistema nos pudiera acompañar de otra manera a todas las mujeres, así tendríamos otras oportunidades.
Es importante dar a conocer la diversidad porque el feminismo es diverso, unas mujeres están pidiendo abortar y otras, quieren poder tener hijos. Son situaciones muy diversas, fruto del propio sistema y de la dinámica que promueve. Y el foco no hay que ponerlo en la división de las personas: ni gitanos ni payos, ni hombres ni mujeres, hay que aunar esfuerzos, dialogar, conocernos y aquí es donde podemos incidir y aportar más.
Conocer y divulgar la historia del pueblo gitano veo que es otra tarea importante.
Sí, ya que un pueblo sin historia no tiene futuro. Desde la FAGIC estamos realizando el proyecto “Amen Sam” (Nosotros somos) y desde el Área que coordino damos charlas, con perspectiva de género, para visibilizar la historia del pueblo gitano, sabiendo que es una historia de persecución pero también de resiliencia, donde las mujeres gitanas tienen un rol positivo y preponderante. Y sobre todo, para visibilizar una serie de mujeres a lo largo de la historia que son referentes y donde podemos hablar de un feminismo previo al concepto actual. Y digo que es una historia de persecución porque, por ejemplo, hemos sido víctimas de esterilizaciones forzosas en Suecia, Noruega, Alemania, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Rumanía y Bulgaria, y esto ocurrió desde 1934 hasta 2007. El último caso conocido que se dio fue en la antigua Checoslovaquia. Las mujeres gitanas han sido esterilizadas sin su conocimiento, una eugenesia encubierta que sigue vigente de alguna manera. Aquí en España no podemos hablar de esterilizaciones forzosas que se sepan, pero sí de ese emplazamiento continuo a la planificación familiar. No es lo mismo, evidentemente, pero sí podemos decir que se encuentra en el mismo marco de persecución de una etnia minoritaria que se criminaliza.
También es importante decir que llegamos a Europa huyendo de un conflicto bélico no porque nos guste ser nómadas. Y llegamos, como llegan ahora los refugiados, huyendo de una guerra. Son muchos los estereotipos que acompañan a nuestro pueblo. En España vivimos unos 50 años de buena acogida al principio, y eso lo sabemos por la documentación que registraron otros, ya que nuestro pueblo era ágrafo.
Hablas de un pueblo resiliente, ¿cómo ves tú el futuro?
Tengo esperanza. Creo que la imagen del pueblo gitano puede cambiar en el colectivo imaginario, y desde aquí es donde se va a promover, realmente, esa inclusión. No hablo de integración sino inclusión, para mostrar la diversidad de la población ya que esta pluralidad es un valor añadido. Realmente, desde ahí podemos tener una convivencia real, aunque son unos momentos difíciles a nivel económico, a nivel de salud. Hay muchos valores que el pueblo gitano puede aportar a la sociedad mayoritaria, y no es que ésta no los tenga sino que se han ido diluyendo. La fortaleza de la familia, esa fortaleza de unión, el apoyarse unos a otros, creo que hoy hace falta recuperar esos valores para toda la sociedad, ya que vivimos en un sistema con unos valores muy superficiales que nos alejan mucho de nuestra naturaleza y que nos llevan, por ejemplo, a tener muchas patologías mentales, y hablo tanto de la población mayoritaria como minoritaria.
Pero hoy en día tenemos diferentes modelos de familias.
Sin duda, y en la población gitana, como en el resto de la sociedad, existe también la diversidad de orientación sexual y de familias. Pero, en todo caso, me refería a la comunidad, al vecindario, al barrio más allá de la familia nuclear. La importancia de tener ese vínculo social, ese formar parte también de la familia comunitaria, es muy importante que no lo perdamos. Es esa persona que me va a poder ayudar, esa persona que me conoce, que si llevo varios días sin salir a la calle sé que me va a llamar para saber si me encuentro bien. Y esto es lo que creo que puede aportar la población gitana ya que es un valor que tenemos más arraigado, también como una estrategia de supervivencia que puede ayudar a mantenernos más saludables, a poder incidir a nivel político para cubrir nuestras necesidades reales y no según el interés político del momento.
¿Cuáles han sido tus referentes?
Mi madre, mis abuelas, y otras mujeres gitanas de mi entorno que, a pesar de las circunstancias que les ha tocado vivir, han sabido transmitirme el espíritu de superación, y es lo que más me ha marcado. A pesar de la situaciones paupérrimas que puedes vivir, el apoyo familiar, la alegría del día a día dentro de esas penurias, de compartir con lo poco que tengas, que lo importante es estar juntas para seguir adelante y tener una sonrisa y dar gracias por lo que se tiene. Para mi, esa es la mayor estrategia de supervivencia que me han enseñado y que valoro muchísimo, y sobre todo, transmitir esa fuerza y esa resiliencia. Y saber que gracias a ellas y a sus luchas, incluso con todo su analfabetismo y sus carencias, han promovido que nosotras estudiemos, que salgamos, que veamos mundo, y que hoy estemos aquí.
Son muchos los temas que nos hemos dejado en el tintero por falta de espacio, como el papel que tienen los medios de comunicación en la construcción del imaginario colectivo que tenemos sobre el pueblo gitano, con todos los estereotipos y tópicos que nos acompañan. La importancia de la cultura gitana y cómo se han apropiado de parte de sus elementos para crear la “marca España”. Episodios históricos, casi desconocidos, como la gran redada del siglo XVIII o la lucha sindical de las cigarreras en el XIX. La pérdida del idioma romanó, siendo el único país, España, donde se ha perdido esta lengua milenaria que viene del sánscrito. O la importancia de una buena educación, no segregada, dónde se enseñe a los niños y niñas gitanas que si lo desean pueden llegar allá donde quieran, aunque en sus libros de texto no tengan ni una sola referencia a su pueblo. Todo eso y mucho más nos ha contado Esther. Y nos hemos despedido, no sin antes conocer una serie de enlaces que queremos compartir aquí.
https://issuu.com/amarirevista Amarí, Revista cultural gitana
https://www.museuvirtualgitano.cat/es/ Revista cultural PG Catalunya
https://lafraguaprojects.org/ Empresa de servicios y promoción de la cultura PG
https://www.campusrom.org/ Estudiantes universitarios gitanos
http://www.historiasocial.es/wordpress/numeros-publicados/monografico/numero-93/ Historia sobre el PG
https://www.masquelibros.eu/es/autor/rodriguez-padilla-eusebio/ Historia PG
https://unionromani.org/2022/09/30/noelia-cortes-la-higuera-de-las-gitanas/ Historia PG
https://traficantes.net/libros/antigitanismo Historia PG
https://www.youtube.com/watch?v=j16IfwT4Pgc Pastora Filigrana presenta su libro ‘El pueblo gitano contra el sistema-mundo’
https://bibliotecadeladeportacion.blogspot.com/2012/09/porrajmos-holocausto-gitano.html Porrajmos
https://institutoculturagitana.es/perspectivismo-gitano-i-un-articulo-de-isaac-motos/ Historia PG
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=897810 Libros del historiador gitano Manuel Martínez Martínez
