(Roma) Del 8 al 11 de marzo, se ha celebrado en Roma Feminism. Fiera dell’editoria delle donne. Un espacio tan emblemático como la Casa Internazionale delle donne, en el corazón del Trastevere, ha acogido esta primera feria de la edición independiente y de mujeres.
Promovida por Maria Palazzesi, responsable cultural de Archivia (centro de documentación, archivos y bibliotecas sobre las mujeres y el movimiento feminista), Anna Maria Crispino, directora de la revista Leggendaria, Stefania Vulterini, de Ediesse Edizioni, Giovanna Olivieri, coordinadora de Archivia, y Marina Del Vecchio de la Casa Internazionale delle Donne, la feria ha contado también con el soporte de Odei (Observatorio de la Edición Independiente)
La intención y el objetivo principal ha sido poner en evidencia, a través de diversos focos de actuación, todos los pasos que comporta la creación de un libro. La primera motivación, afirma Maria Palazzesi, ha sido la pasión por los libros y suscitar interés por la panorámica de la edición independiente. “Hemos querido hacer dos cosas muy relacionadas una con la otra: por un lado, invitar a editoras independientes, hombres y mujeres, porque son quienes tienen actualmente la capacidad de apasionamiento y de cuidado de los libros”. Y remarca la presencia de los hombres: “Algunos de estos editores publican autoras muy significativas; esto es una conquista”.
Por otra parte, destacar las dificultades con las que se enfrentan: “La gran pasión y la capacidad de hacer choca con la necesidad de mantenerse en el mercado”. ¿Oficio Versus negocio? La edición independiente es una de las que más ha sufrido la crisis del sector.
De las editoriales feministas de los años 70 apenas quedan unas pocas y resisten con dificultades. Francesca Polo de Il Dito e la Luna es una de ellas: “El panorama es difícil, cuesta publicar, cuesta leer, no hay programas de atención a la lectura en las escuelas. Se lee poco, aunque en Italia son las mujeres las que leen más. Como editorial, nos resulta difícil encontrar cosas buenas que publicar, pero no porque no haya ideas sino porque las mujeres no tienen el tiempo y el espacio para pararse a escribir, a intercambiar ideas, a reflexionar. Son tiempos duros en general, en mayor medida para las mujeres y aun más para las lesbianas”.
Il Dito e la Luna es la única editorial de temática lésbica que hay actualmente en Italia y ha resurgido tras un periodo de inactividad. A la pregunta cómo sobrevive una editorial independiente, bromeamos: “No sobrevive. Finita la entrevista”.
Pero esta feria ha favorecido especialmente a editoriales como la suya: “Es una feria fundamental porque expone todo lo que se publica hoy en Italia en cuanto a las mujeres y a las lesbianas. Para mi es el lugar indicado”.
Otro de los focos sobre los que habría que actuar, apunta Palazzesi, es el de la distribución. “La feria ayudará a equilibrar las cosas. Hay librerías muy activas y editoriales, que confían en ellas, se han puesto en marcha para darles vida”.
En el recinto ferial se respiraba un ambiente de gran vitalidad: encuentros, debates, presentaciones, proyecciones y performances se han alternado durante los cuatro días que ha durado esta feria que pretende ser anual. Se anunció en Navidad y en el transcurso de 5 horas su página de Facebook obtuvo 150.000 adhesiones. Han llegado a más del doble. La inmediatez de lo virtual indica que existe el interés y la necesidad de iniciativas como esta. “Pensamos que quizás no tendríamos donde meter a tanta gente —sonríe la organizadora—, pero que vengan a ver los libros, a tocarlos, es una conquista material”.
La óptima organización y la respuesta entusiasta tanto de participantes como de público nos hace pensar que se abre un futuro interesante y esperanzado para la edición independiente y de mujeres. Confiemos.
(*) Isabel Franc és escriptora i còmica de la ploma