Belen Paez. (foto Pachamama.org)
El Ministerio del Ambiente ecuatoriano disolvió ayer la Fundación Pachamama, dedicada desde el año 97 a promover la protección del medio ambiente y los derechos humanos, aduciendo ” injerencia en políticas públicas atentando contra la seguridad interna del Estado y afectando la paz pública”. Según el Ministerio, el 28 de noviembre a las afueras de la Secretaría de Hidrocarburos y después de darse la apertura de sobres de la XI Ronda Petrolera del Sur- oriente “un grupo de pseudo activistas representantes de las organizaciones” Pachamama” y “La Hormiga” iniciaron una violenta protesta atentando contra el orden público y la integridad física de los asistentes (en la Ronda) y la Policía Nacional”.
La presidenta de la Fundación Pachamama, Belén Páez, respondió que la ONG es una organización pacífica, y añadió que apelarán esta acción por los canales nacionales e internacionales.
El episodio se enmarca en una larga serie de conflictos medioambientales, a nivel latinoamericano, entre comunidades indígenas y campesinas, apoyadas por ONGs, versus las compañías petroleras o mineras a quien Estados autorizan a explotar petróleo hasta en reservas naturales, o en zonas de bosques donde viven los últimos pueblos sin contacto, o en montañas donde perjudicarán el abastecimiento de agua para las comunidades, dejando residuos tóxicos. Queda aún por resolver la compensación a las comunidades amazónicas ecuatorianas por parte de TEXACO (ahora Chevron ) que hizo ingentes daños en el medio ambiente y a la salud de las poblaciones locales.