Dora Saldarriaga, diputada electa colombiana (@Foto cedida por Estamos Listas)
Entrevistamos a Dora Saldarriaga Grisales, concejal electa por Medellín en el periodo 2020-2023, por el Movimiento Político Estamos Listas, promovido por una mayoría de mujeres.
Se presentaron por firmas y sin aval de partidos políticos y obtuvieron representación municipal en su primera campaña electoral.
Saldarriaga es líder comunitaria del Corregimiento Santa Elena, -en Colombia se llama corregimiento a las poblaciones que no alcanzan el carácter de municipio, y que forman parte administrativa de uno- en defensa de la ruralidad. Abogada de la universidad de Antioquia, Magister en Derechos Humanos, Profesora de Derecho Constitucional e Investigadora. Líder Grupo de Investigación en Constitucionalismo Crítico y Género. Fundadora del Observatorio de Género de Universidad Autónoma Latinoamericana. Docente de la cátedra de pregrado y posgrado en Universidad de Antioquia, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad Medellín y Universidad Sabaneta. También ha trabajado en la Corporación Mujeres que Crean. Fue directora de la Corporación Recuperando Identidad e integrante de la Corporación Colectiva Justicia Mujer. Ha trabajado en el sector público como coordinadora de Fomento Cultural en el Tecnológico de Antioquia, en la Universidad Nacional en Bienestar Universitario y Secretaría de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín.
Muchas mujeres habéis accedido a las instituciones colombianas en estas elecciones ¿como lo valoras?
De hecho la participación política de las mujeres no aumentó, hay incluso una disminución en términos de brechas de género. Hay una participación importante pero seguimos siendo minoritarias en la participación. Antes tuvimos unos escaños menos en el país. En Medellín se mantienen los 5 curules – se entiende por curul el puesto alcanzado en el Concejo municipal, que, en el caso de Medellín, esta integrado por 21 concejales- de mujeres. Ha habido renovación pero no aumentamos la cuota. Es muy importante para nosotras llegar como movimiento político de mujeres pero en cuanto a representación nos sostuvimos. Hay 130 mujeres alcaldesas en Colombia, lo que sigue siendo una cuota muy baja, dado que hay 1.122 municipios.
Has accedido si avales de partidos políticos, tu eres la concejala de las mujeres en Medellín?
Si, si que responsabilidad!
¿Como ha sido la campaña en estas condiciones?
Fue una campaña interesante. Nos ganamos la confianza de la ciudadanía porqué somos independientes, sin apoyar a otros candidatos a la alcaldía y no teníamos patrocinio empresarial. Hicimos un método de círculos de confianza y empezamos a hacer la campaña. Fue muy positivo, todas hacíamos campaña, no estábamos compitiendo entre las 12 candidatas porqué nuestra propuesta era una candidatura colectiva, que debemos empezar a construir ya que solo yo he sacado una curul y debemos trabajar las doce compañeras.
El equipo de la candidatura en Medellín (@Foto cedida por Estamos Listas)
Habéis reivindicado durante la campaña la política desde lo cotidiano, ¿como lo vas a trasladar a la institución?
Queremos tener una vía virtual de trabajo que nos va a ser útil. Utilizarla cuando tengamos discusiones sectoriales o territoriales, somos 2.039 mujeres, saber quien está vinculada y que conocimiento puede aportar y cómo vincularlas. También poder generar una plataforma cuando estemos en discusiones de ciudad y hacer que la ciudadanía participe por esta vía. Eso puede ir acercando y pedagogizando la política. Los partidos tradicionales la han ido alejando y que la gente no se vuelva apática. Yo misma era una apática!
Encuentras una ciudad, un país. En reconstrucción y construcción de la paz ¿Cuáles son las propuestas?
Nuestra iniciativa surge cuando perdimos el plebiscito de la paz, cuando ganó el no. Medellín es una de las ciudades que votó más por el no y se generó esa sensación y esa inconformidad que también es nuestro hito fundacional. Si lo miramos en términos jurídicos, en la implementación del proceso de paz no se está priorizado Medellín. Hay unos sectores que se contemplan en los planes de desarrollo con enfoque territorial, solo hay unos municipios prioritarios en Antioquia y Medellín por ser urbano, por tener otras condiciones no está priorizada. Hay otros temas de envergadura nacional donde no tendríamos competencias. Hay un colectivo de abogadas feministas de la ciudad que interpuso una acción de tutela, y por esa vía se consiguió la creación de una subcomisión de género para víctimas del conflicto armado, específicamente para la violencia sexual, es un antecedente, la primera comisión en Colombia y para nosotras va a ser una garantía para trabajar el tema, hacer seguimiento del restablecimiento de derechos para las víctimas y la reparación. Desde el consejo vamos a tener competencia para hacer seguimiento de la comisión y podemos darle mucha fuerza, ya que al consejo no le interesa especialmente. Desde el manifiesto nosotras planteamos el tema de la construcción de paz desde otros ámbitos, no necesariamente en el ámbito jurídico o el despliegue de los acuerdos de paz sino en otras acciones a partir de la economía del cuidado, poner las otras violencias en la agenda que también aporta en la construcción de paz.
¿Cuál es el mayor reto del movimiento de mujeres de Medellín ahora que tienen representación en el consejo?
El mayor reto es poner en la agenda pública los temas que no se tocan y no se han tocado en la ciudad, es uno de los mayores retos. Pero otro es sostenernos y ampliarnos a nivel de Colombia. Este es un primer ejercicio, ganamos el escaño en el consejo y dos ediles en un corregimiento, la idea es poder ampliar la propuesta para otras zonas. Estos son los dos grandes retos, aunque vamos a llegar con minoría significativa, cuantitativa y cualitativa al consejo y eso comporta más dificultades para posicionar la agenda pero es la gran oportunidad de llevar otros temas al consejo de la ciudad y hacer control político con perspectiva de género.