La cineasta Magda González Grau
Durante la celebración del Coloquio Internacional “Mujeres y medios masivos de comunicación en la historia y la cultura de la América Latina y el Caribe”, rn la Casa de las Américas de La Habana, la directora Magda González Grau* presentó el tele-play Añejo 5 siglos basado en un cuento de la reconocida escritora María Elena Llana** .
Su intención, afirmó la directora, ha sido la de tratar de conservar el enfoque de género del cuento. A su juicio, “las mujeres siempre han incorporado a los hombres en sus trabajos, hecho que no ha tenido contrapartida”.
Magda González Grau María Elena Llana, en el centro.
Tanto la escritora como la directora explicaron que el tema es el del “Eterno retorno”, el hombre que se va y el sufrimiento de las mujeres por el hombre tipo conquistador. El hilo que trenza la historia y la hace diferente de otras – tanto por su lenguaje, como por las situaciones fuera de lugar que expresan el cuento y el film – es que son dos las protagonistas que viven la misma historia o bien muy parecida en dos momentos históricos muy diferentes, una es de clase humilde y durante “el período especial” y otra perteneciente a la aristocracia de la dominación española. Pero eso sí, en el mismo lugar: la Habana vieja, en su malecón y en las primeras plazas coloniales de la ciudad.
Ellas son la mulata Chabela, la apasionada, la vitalista, la que amorosamente prepara cada mañana “el cafecito”, la que independiente y libre se siente desvalida y triste por el abandono de su amante. E Isabel de Bobadilla (1505?-1546), la noble y esposa del gobernador Hernando de Soto, que al partir este hacia la conquista de La Florida se queda sin esposo pero con todo el poder sobre la isla de 1537 a 1539.
Según la tradición, la Giraldilla, estatua que corona la torre del campanario del Castillo de la Real Fuerza, en Cuba, habría sido esculpida a imagen y semejanza de esta Isabel de Bobadilla, quien esperó inútilmente durante tres años a su marido, quien nunca volvería.
En la ficción, el apoderamiento de una y la voluntad de la otra se van trenzando a través de los diálogos que junto al castellano antiguo y pomposo de inicios siglo XVI (recordemos que fue el 2 de abril de 1513 cuando Juan Ponce de León , originario de Valladolid fue el primer europeo en observar el área de Miami mientras navegaba por la Bahía Vizcaína en la Florida), integra las últimas picarescas de la Habana vieja, desde los “perros revolucionarios”, la “santería para turistas” o la estatua hecha en honor del sin techo más emblemático de la ciudad, o la misma Giraldilla, provocando un sinfín de equívocos entre ambas protagonistas.
Así Chabela se enpodera y afianza su futuro e Isabel de Bobadilla toma conciencia de las ventajas de su posición y también del aprendizaje de los placeres amatorios. Placeres que para la directora fueron un reto: “Tuve que filmar la escena de amor del primer orgasmo de Isabel de Bobadilla!”, exclamó.
Un cuento con toda la esencia cubana plasmado ahora en el cine, y que a juicio de su autora María Elena Llana, la directora Magda González Grau ha tenido un gran respeto por la obra literaria y la ha conducido con gran maestría por el arte del cine.
Magda González Grau y María Elena Llana en la Casa de las Américas
* Magda González Grau
Realizadora de cine y televisión. Es profesora de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación del Instituto Superior de Arte y vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Primer largometraje ¿Porqué lloran mis amigas?
** María Elena Llana
Narradora, periodista, guionista de radio y TV, profesora de periodismo y de técnicas radiofónicas. Considerada una de las más importantes cuentistas cubanas contemporaneas. Su segundo libro Casas del Vedado recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1984
