Organitzado por Mujeres en Red, Cocktails & Blogs, en su veinte edición, nos presenta a Cristina Fallarás, periodista, escritora, editora digital y, actualmente, protagonista de un monólogo teatral. El acto ha tenido lugar en un reservado de la coctelería Milano en Barcelona
Cristina Fallarás a la izquierda de la imagen
Cristina Fallarás nos hace partícipes de su historia. Todo empezó a ir a peor cuando, en 2008, siendo subdirectora del periódico gratuito ADN del grupo Planeta, su director, Albert Montagut, la despidió porque estaba embarazada. Eso significaba que tendría que cuidar de su hijo y que “pediría los días correspondientes por baja de maternidad”.
Así, de repente, pasó a “no ser nada; despedida”. En 2010 “no tenía que dar de comer a mis dos hijos. Le dije a mi marido que la carne que entrara en casa sería solo para los niños y nosotros comeríamos pasta, verduras… No sabía qué hacer. Un día, a las ocho de la mañana, harta de alargar la leche con agua para mis hijos, me fui a la Cruz Roja para pedir un par de cartones de leche. Me dijeron que tenía que demostrar que era pobre. Insistí y finalmente me dieron la leche que yo pedía para los pequeños.
Fallarás nos cuenta que “el día uno de enero de 2010, decidí levantarme cada día a las seis de la mañana, leer todos los periódicos digitales, y escribir en Facebook un pensamiento políticamente incorrecto, serio y profundo. Así empecé a tener cada vez más seguidores. Entonces tuve la sensación de que estaba trabajando. Entre otras cosas dije quién me despidió. Normalmente, la gente cuenta que le han echado del trabajo, pero no su nombre y apellidos”.
En noviembre de 2012 le llegó el desahucio; todo se venía abajo. En paro desde el 2008, no podía hacer frente a la hipoteca que tenía por su vivienda con el BBVA. Entonces decidió contar lo que estaba viviendo: “Exponer lo que una vive en voz alta y en las redes Facebook y Twitter. Usar la realidad para contar”.
Fallarás tiene claro que con el panorama actual, se necesita un cambio radical. No cree en grandes reacciones sino en el “pequeño caminito de cada uno”. Opina que “se está expoliando a las clases medias” y que “al final, sólo quedaran los ricos y los pobres y que, probablemente, se acabará trabajando por cuatrocientos euros y sin horarios. El estado de bienestar está desapareciendo. De todos mis colegas ya no queda ninguno que tenga ni trabajo, ni sueldo”, denuncia Cristina Fallarás .
Con respecto a los medios de comunicación nos dice que “un periódico jerarquiza la realidad, no informa. Ahora, con las redes, te informan los usuarios a los que sigues. El relato de la actualidad ya no tiene intermediarios. Esto cambia el poder y la educación. Gracias a Internet, cualquier contenido será libre”.
Su último libro “A la puta calle” narra la historia de su desahucio y ha sido considerado como “novela negra”: “Porque mi historia, es el argumento de una novela negra”.
En 2011 escribió “Las niñas perdidas”, donde se cuenta la investigación, por parte de una detective embarazada, de la desaparición de dos hermanas de 3 y 5 años. La pederastia, el tráfico de drogas, la pornografía infantil, el abandono de menores y el consumo de estupefacientes se encadenan en esta novela con la que ganó dos premios: el Hammett, otorgado por la Semana Negra de Gijón, que la convirtió en la primera mujer ganadora de este premio, y el de Novela Negra L’H Confidencial 2011.
Este mismo año escribió “Últimos días en el puesto del este”. Según la autora lo escribió para denunciar los miedos. “Me vino la idea al pensar que si sitias a un grupo humano, no hace falta que lo mates; se destruyen entre ellos”.
Cristina Fallarás es honesta, dice lo que piensa y siente y no tiene miedo a las reacciones que puedan causar sus opiniones. Según ella: “Mi perfil es honesto y contestatario”.