El lunes 8 de mayo, a las 9 de la mañana, la presidenta del Parlamento de Cataluña Carme Forcadell y la secretaria primera Anna Simó declararon ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJ), que las investiga por haber permitido votar la resolución sobre el referéndum. Se las acusa de los delitos de desobediencia y prevaricación.
Fueron acompañadas por muchas ciudadanas y ciudadanos que se concentraron en el paseo de Lluís Companys, en Barcelona, y que quisieron exprésales así su apoyo. También en esta ocasión Feministas por la Independencia (FXI) y la Assamblea de Dones del ANC convocaron a sus afiliadas a mostrar el apoyo a Forcadell y Simón.
Forcadell y Simó en el centro de la imagen durante la rueda de prensa en el Parlamento de Cataluña. Foto @ parlamento de Cataluña
Al mediodía, ya en el Parlamento de Cataluña y en rueda de prensa, decía Forcadell: “Hoy, un tribunal que debería amparar nuestros derechos, que debería proteger la libertad de expresión, nos ha citado a declarar nuevamente” y añadía Simò: “la inviolabilidad parlamentaria no es ningún privilegio, sino una garantía democrática presente en todo el mundo”.
Carmen Forcadell y Anna Simó – acompañadas del resto de la Mesa investigada: el vicepresidente primero, Lluís Maria Corominas; el secretario tercero, Joan Josep Nuet, y la secretaria cuarta, Ramona Barrufet– declararon ante los medios de comunicación que la Mesa continuará defendiendo la libertad de expresión de los diputados y diputadas,que ni admitirán la censura “ni nos autocensuraremos”.
Forcadell repitió una frase que dice a menudo en las últimas comparecencias en medios: “Hablar, debatir y votar no es ningún delito” y añadió: “Que nadie tenga ninguna duda: no nos doblaremos a la voluntad censora de los que quieren paralizar y coartar un parlamento democrático (…) continuaremos garantizando que la palabra, el debate y el voto continúen siendo el pilar fundamental de este Parlamento “.
Por su parte, Simó afirmó que “admitir unas propuestas de resolución y no otras por el contenido político ataca frontalmente la esencia del parlamentarismo y su razón de ser”. En este sentido se reafirmó en la actitud de la Mesa del Parlamento: “ningún tribunal impedirá que en este Parlamento se hable de todo lo que interese a la ciudadanía”.