Si los hombres periodistas tienen un sentimiento de fracaso y de que son explotados en sus fuentes de trabajo, a donde acuden en la mayoría de los casos a desgano; las mujeres periodistas tienen las mismas sensaciones desagradables pero más acentuadas y, además, en condiciones de desigualdad frente a sus colegas por razón de género.
En la Encuesta sobre el estado de ánimo del periodismo de Cataluña, que toma en cuenta una muestra bastante paritaria (de 75 mujeres frente a 77 hombres), todos los indicadores resultantes reflejan una realidad que es percibida de manera más negativa por las mujeres, de acuerdo a la información de Report.cat que elaboro el estudio.
El estudio fue presentado en conferencia de prensa hace una semana y La Independent publicó la información basada en la Nota de prensa del Colegio de Periodistas de Cataluña, donde no se incluye ningún dato referido al aspecto de género. Es la razón por la que nuevamente se publica sobre la encuesta para resaltar este aspecto de relevancia.
En la página de Report.cat se publica que ‘a la hora de analizar los aspectos de género se observa que, en muchos aspectos, las mujeres están peor. Así, un 53,3 se sienten explotadas -por un 52,7 de los hombres-; un 29,3 se sienten fracasadas -por un 21% de los hombres-; un 24,3 trabajan total o parcialmente en negro -por un 17,6% de los hombres- y un 20% hace el periodismo que le gusta -por un 29% de los hombres-‘.
‘También hay diferencias sobre el tipo de periodismo ya que mientras sólo hay un 16,7% de mujeres que trabajan únicamente en medios, en el caso de los hombres este porcentaje aumenta hasta el 33,3%’.
En cambio, agrega, ‘un 43,3% de mujeres trabajan únicamente a gabinetes, mientras que en los hombres sólo es un 25%. Unas diferencias que se pueden atribuir a que los horarios de los gabinetes permiten una mayor conciliación laboral’. La explicación de que la ‘conciliación laboral’ se refiere a conciliar con las labores domésticas y de cuidado, las cuales no se atribuyen a los varones ni son causa que pueda explicar alguna situación, es necesaria, agregando además que se trata de una desigualdad y una doble explotación no reconocida.
En el caso de los gabinetes de prensa es conocida la presencia mayoritaria de mujeres, salvo en las posiciones de dirección donde suele haber más varones.
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