Habían pasado desapercibidas, las habíamos incorporado sin pensar en muchos aspectos de nuestra vida comunicativa, a WhatsApp, los mensajes de texto, los correos … Los usamos para identificar algunas de las comunicaciones en que queremos describir nuestro humor, nuestro estado de ánimo, la intensidad de una opinión, lo que quisiéramos oír o deseamos, del que reímos o lloramos, con quien estamos o queremos estar … Pictogramas que han pasado a ser a menudo como otro alter-ego a través de los cuales perfilamos mejor lo que estamos comunicando.
¿Hay una falsa inocencia?, se pregunta el Observatorio de las Mujeres en los Medios de Comunicación en su web al hacer una reflexión sobre los emoticonos.
Parece que son universales, inocentes, aparentemente asexuados pero siguiendo con la tónica iniciada por las imágenes para pensar os pediríamos que leyerais con atención la señalética que afecta a un panel de emoticonos y vea si podemos distinguir los que claramente están asignados a personajes femeninos y qué funciones se les atribuye.