En la actualidad, Brasil ocupa el segundo lugar en turismo sexual, tan solo después de Tailandia. Se calcula que alrededor de 500 mil niñas son víctimas de trata y explotación sexual.
La Copa Mundial de fútbol en Brasil que se juega del 12 de junio al 13 de julio de 2014 puede significar una fiesta para millones de personas. Sin embargo, para las mujeres y sobre todo las niñas, significa la agudización del turismo sexual, más aun cuando las cifras indican que alrededor de 600 mil turistas de todo el mundo están visitando el país.
En la actualidad, Brasil ocupa el segundo lugar en turismo sexual, tan solo después de Tailandia. Se calcula que alrededor de 500 mil niñas son víctimas de trata y explotación sexual. Las causas de este problema estructural son socioculturales evidenciadas en la sistemática desigualdad en las relaciones de poder entre hombres y mujeres. Son también económicas debido a la pobreza que impacta sobre todo a las mujeres y las niñas, donde los efectos de la globalización y el consumo exacerbado generan con impunidad la compra, venta y comercialización de los cuerpos de las mujeres. También son causas políticas, porque existen intereses creados entre personas que se encuentran en el ámbito gubernamental con personas que mercantilizan con los cuerpos de las mujeres generando una red del delito difícil de romper.
Son diversas organizaciones de mujeres las que están cuestionando la “fiesta mundial de futbol”, entre ellas, la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés) y la CATW-International que ha lanzado la “Campaña Internacional ¡Di no al turismo sexual: Comprar Sexo No es un Deporte! Brasil 2014-2016”, para la cual se han diseñado “pósters, videos, spots para radio, canción oficial “Mete Gol”, una Tarjeta Roja, un Manifiesto para recabar firmas y un acuerdo con las líneas aéreas que vuelan a Brasil para que incluyan la Tarjeta Roja en todos sus vuelos diciendo que el turismo sexual es un delito que se castiga con cárcel en sus países de origen y en Brasil”.
En su Manifiesto CATWLAC indica que en “el año 2006 un Estudio de la Universidad de Brasilia encontró que, una cuarta parte de los destinos turísticos de Brasil aproximadamente cuentan con un mercado sexual activo para la explotación de niñas, niños y adolescentes. Con aproximadamente 500,000 niñas y niños reportados como vendidos en el turismo sexual, Brasil está posicionado para convertirse en un país con el más alto número de niñas y niños en prostitución en el mundo”.
Además, han hecho llegar al gobierno de Brasil y a todas las instituciones públicas y privadas involucradas, una serie de exigencias significativas:
1. A los 32 países que participan en el Mundial de Fútbol Brasil 2014 y que han ratificado las convenciones y/o protocolos internacionales contra la trata de personas, especialmente mujeres y niñas: a tomar una posición oficial contra el turismo sexual que acompaña y aumenta durante los eventos deportivos.
2. A el comité de la FIFA, su presidente, los directores de los equipos nacionales, directivos, entrenadores, personal técnico y a los jugadores: promover el “juego limpio” en un torneo deportivo libre del turismo sexual.
3. A los jugadores de las selecciones nacionales: a que se comprometen a no utilizar a las mujeres en situación de prostitución, ya que son modelos para los jóvenes y sus acciones influyen en su comportamiento social.
4. A las agencias de turismo en Brasil y en todo el mundo: a que promuevan el turismo ético, libre de violencia contra las mujeres y las niñas.
5. A las personas individuales, organizaciones e instituciones: a unirse a esta causa a favor de una vida libre de explotación de las mujeres y niñas el comercio del sexo.
6. A todo el público en general: a comprometerse a no convertirse en cómplices de la explotación sexual de mujeres y niñas, tanto legal como culturalmente no aceptando la prostitución como un “trabajo”.
7. Al Gobierno de Brasil, en especial a su Presidenta: diseñar e implementar una política contra el turismo sexual y el respeto a los tratados internacionales ratificados por Brasil para abolir todas las formas contemporáneas de esclavitud, incluyendo la trata y la explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas.
Para adherirte a esta campaña puedes firmar el Manifiesto No al Turismo Sexual ¡Comprar sexo no es un deporte!.
