La escritora señaló que las mujeres están ocupando cargos de responsabilidad en los gobiernos de Latinoamérica aún “crían a sus hijos para ser servidos y a sus hijas para servir”. De otro lado se ha mostrado satisfecha de que por fin la sociedad se haya dado cuenta de “lo fuertes, organizadas e inteligentes que son las mujeres latinoamericanas”, pero advierte de que su ascenso al poder “no quiere decir que haya cedido el machismo”.