Los medios retrocedieron en el tratamiento informativo que hacen de la violencia de género, mientras que, por otra parte, crece de manera preocupante la presencia de hombres violentos en las redes sociales, revelan un informe y una investigación presentados por la Associació de Dones Periodistes de Catalunya (ADPC).
En el Colegio de Periodistas de Cataluña (CPC) y ante un auditorio lleno se dieron a conocer ambos informes esta semana.
El primero, la evaluación correspondiente a 2013 – 2014 sobre el impacto de las recomendaciones realizadas a los medios sobre el tratamiento de la violencia de género que muestra que éstos casos no son reflejados con el rigor necesario, que se decantan por titulares más “vendedores” o por un manejo más cómodo de reproducir comunicados institucionales.
El segundo pone sobre la mesa un informe sobre las agresiones machistas que se realizan en los espacios virtuales y redes sociales y, además, revela una preocupante presencia de redes y grupos violentos que actúan contra las conquistas de derechos de las mujeres con discursos considerados “neomachismos”.
Con la conducción de Carolina Barber, la presentación del estudio de la ADPC fue realizada por las periodistas e investigadoras Mavi Carrasco y Marta Corcoy. Sobre la Violencia 2.0 informaron representantes de GrediDona, Trinidad Donoso, Nieves Prado y Rubén Sánchez. Además estuvo presente la regidora de la Mujer y Derechos Civiles del Ayuntamiento de Barcelona, Francina Vila.
Ciberpeligro
Hasta ahora, según lo explicado, no se realizó un estudio sobre la violencia de género en internet, sí se había hecho algo referido a la pareja o ciberpareja, al bulling o ciberbulling y al sexing que es considerado delito. La investigación obtuvo, con una muestra de 155 adolescentes encuestadas, datos no novedosos.
El estudio da señales de que hay más violencia on-line que off-line, dato que preocupa ya que este tipo de violencia virtual no está controlada ni penalizada.
Entre las mujeres encuestadas se observa que sí son conscientes de situaciones de violencia y que suelen darse modos de evitarla, ya sea bloqueando accesos al agresor o cambiando ellas de direcciones; sin embargo, es preocupante que no perciben esta violencia cuando se refiere al amor romántico, cuando se habla principalmente de control, de temas de fidelidad y relación con otras personas.
Entre las personas jóvenes no aparece entre sus opciones la posibilidad de acudir a sus padres si sufren alguna situación de violencia, en poca medida hablan de acudir a profesores y en algunos casos a la Policía.
Se informó que el estudio revela que la violencia ocupa un espacio on-line muy grande, que como tal no está visibilizada y por ello está normalizada. Existen grupos y verdaderas redes de personas que hacen apología de la violencia, que la difunden de manera abierta o que con discursos disfrazados buscan menoscabar los derechos ganados por las mujeres.
Tratamiento mediático
La ADPC realiza un estudio sobre el tratamiento de la violencia machista en los medios desde el 2006 basándose en las recomendaciones elaboradas en su momento y de manera conjunta entre el CPC y el Ayuntamiento de Barcelona. El último informe tiene notoriamente una muestra menor: la información publicada el 25 de noviembre, Día contra la Violencia de Género, y la información difundida a raíz de dos casos de impacto: el asesinato de mujeres en Nou Barris, Barcelona, y en Sant Pere Pescador, Girona.
Se analizaron los diarios El País, La Vanguardia, El Periódico, El Punt Avui y El Mundo, además de hacer un seguimiento a algunas publicaciones online.
El estudio, en sus conclusiones, indica que: un 67% de las publicaciones son noticias breves (que a veces se agradece); en género no se registran artículos de opinión, salvo el 25N; es también en el contexto del 25N cuando se registran extensiones mayores con más información de estadísticas y datos varios como medidas de protección, la legislación, los hombres maltratadores y su rehabilitación, entre otros.
Origen, anonimato y fuentes
La mayoría de las noticias referidas a los hechos de violencia hacen mención del origen de la víctima. Si bien se recomienda no hacer referencia al hecho migratorio, para no estigmatizar a la migración, en los dos casos concretos se resaltó esta situación en un 86%. “Se confirma el hecho de que se da más relevancia a que los protagonistas sean extranjeros que personas nacidas en Cataluña o España”.
Pese a que se recomienda mantener el anonimato de la víctima y del agresor, por respeto a la agredida y para no estigmatizar a sus hijos e hijas, en gran parte de los casos se mencionaron nombres y apellidos y, además, se dieron datos del lugar de residencia.
En la mayoría de los casos se informa qué ocurrió con el victimador, si fue detenido. También es relevante que se informe de antecedentes de la pareja, si hubo ya denuncias previas y para esto, en un 29%, utilizan como fuente a los vecinos en lugar de voces expertas.
Adjetivos e imágenes
Es en el relato del “modus operandi” que los medios “se lucen” con titulares o frases que dan demasiados detalles que no aportan más que morbo, como: “La golpeó hasta matarla sin que le temblaran las manos”. Es en los dos casos de violencia analizados donde aparece más el uso excesivo de adjetivos.
Las fotografías no están en un 70% de los casos analizados; sin embargo, cuando sí se muestran imágenes algunas de éstas caen en identificar el lugar de residencia.
En las conclusiones el informe indica que se observa que los medios, incluidos los digitales, suelen utilizar comunicados institucionales de rechazo a lo ocurrido, sin ahondar mucho más en el tema ni agregar ningún otro dato cualitativo a la información que difunden.
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