martes 16 julio 2024

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“Mujeres que luchan: histórias que inspiran”: Tica Font Gregory

Activista y Ex Directora del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP). En 2003, tuvo un papel fundamental en la aprobación de la Ley de Fomento y Paz en Cataluña, pionera en el Estado español. Experta en asuntos relacionados con desarme, gastos militares y comercio de armas. Tiene en su haber una larga experiencia liderando procesos paz en países en conflicto.


Diva Criado: ¿Ha sido discriminada por su condición de identidad de género, edad u otra condición?
Tica Font Gregory: La dimensión de género. La primera vez que fui consciente de ello, fue cuando llegué a la Universidad. Estudie física nuclear, relaciones cósmicas, que no era una carrera usual entre las mujeres, éramos solamente dos en mi promoción, hablamos del año 73 a 79 en España. No muchas personas estudiaban física y mujeres muchísimo menos.

La primera cuestión que me sorprendió, fue cuando el catedrático de física nuclear, en las entrevistas y conversaciones que haces como alumno, me dejó claro que, en la Universidad, yo no haría ninguna clase de carrera. Que podía estudiar, pero que una mujer llega un momento en que decide casarse y tener hijos y el hogar y el trabajo científico requería de otras dedicaciones que él consideraba, que una mujer no dedicaría. Dejó claro, que mi papel en la Universidad no tenía futuro. Esa fue la primera cuestión que me resultó sorprendente.

En terminos sociales, también me sorprendió, cuando llegue a la Universidad de Valencia. En mi Pueblo, todos hablábamos Valenciano y llegar a la Universidad, cuando nadie hablaba en valenciano, fue como diciendo, ésta es una de pueblo y tiene que ser de pueblo y pobre, porque si no, su lengua de uso seria el castellano. Fueron dos cosas que me resultaron chocantes, Otras cosas significativas no he tenido, tampoco he hecho mucho caso, me he mantenido al margen; es decir, tengo mis proyectos, si los quieren bien y si no, pues hay otros. Mi relación personal o de estudio con los compañeros fue siempre buena,
nunca me he sentido tratada diferente o inferior por ser mujer.


DC: ¿Su desempeño profesional, ha tenido el mismo reconocimiento?
TFG: Siempre son más duras las valoraciones con las mujeres, que, con los hombres, de alguna manera, siempre has tenido que estar demostrando tu valía, demostrar que tus intervenciones o tus aportaciones en los ámbitos que sean, son de calidad, que vales, que estás a la última, que no estás diciendo tonterías y así todo.

Noto, que en ciertos debates internacionales por ejemplo, en cuestiones en los que debatimos tratados que regulan por ejemplo, armamento autónomo, pues te encuentras que si haces aportaciones al tema desde lo que yo le digo valores de carácter humanitario, las crisis de carácter social, dicen que son visiones femeninas, visiones emocionales, que tienes que situarte desde la racionalidad, pero esa racionalidad es la masculina, y hablar o abordar en criterio humanitario, el uso de ciertas armas, pues que eso es emotivo, afeminado etcétera; ese tipo de cuestiones, sí que noto que están y que están dándose actualmente en muchos debates.

DC: En ese orden de ideas ¿Esa sensación que se percibe en el ambiente, es una percepción frontal?

TFG: Sí, sí por supuesto, estoy ahora hablando de comisiones internacionales. Incluso en Naciones Unidas, en el Grupo de Armamento, que tú puedes abordar los efectos de las armas en las crisis humanitarias. Algunos alegan que no, que la seguridad hay que entenderla, abordarla en terminos racionales o en terminos duros, y que las propuestas que puedan estar llevando a cabo desde otras organizaciones, pues que son propuestas débiles, del “soft power” no del “hard power”, y que eso, es una visión de mujer, en el sentido peyorativo. Como diciendo, el hombre de verdad, tiene que abordar estos terminos duros y racionales y no hay que tener presentes las consecuencias humanitarias, y tú dices, pero bueno, para mí es importante en la toma de decisiones, el impacto humanitario que van a tener esas armas. Creo que son confrontaciones que tenemos sobre posicionamientos de entrada. Qué elementos vamos a dejar que nos guíen en la toma de decisiones.

DC. Actualmente, en ese selecto grupo, hay más o pocas mujeres que participan en la toma de decisiones de ese tipo. ¿Cree que las mujeres son más sensibles o más débiles?
TFG: Sí que hay mujeres trabajando en el mundo de la paz, pero también te digo que en la medida en que se van subiendo diríamos escalafones de organismos relevantes, pues hay mucho más profesional masculino que femenino, siguen siendo también sectores que en ciertos niveles están masculinizados porque el nivel de debate que se lleva se valora más el abordaje masculino que el femenino.

La cuestión no es de cantidad de mujeres o que no haya más mujeres, sino con perspectivas distintas, que es para mí, el elemento más importante. Hay muchas mujeres que razonan como razona un hombre, que aborda los problemas como los aborda un hombre o que utiliza, digamos, los mismos mecanismos establecidos y que se han establecido por la tradición histórica masculina. Creo que lo relevante, es comenzar a fomentar, no solo la interpretación de las mujeres sino los abordajes y valores femeninos, sean hombres o sean mujeres.

DC: Retomando lo profesional. ¿Considera que las retribuciones económicas de sus trabajos han sido igualitarias?
TFG: Cuando uno es funcionario, los salarios están regulados por tablas salariales que indican según la categoría laboral que ocupas, el salario que corresponde. Generalmente, en la administración ese tipo de discriminación no suele darse, en todo caso, más que discriminación, lo que se ve, es que, los niveles más bajos de la administración están más feminizados, y en la medida en que se suben escalafones, están masculinizados, pero no hay diferencia salarial, ni diferencia de tareas por decirlo así, las tareas a llevarse a cabo pueden ser exactamente las mismas.

DC: Iniciando la entrevista contaba que hubo un momento en su vida, en la que, el que estaba por encima suyo en el trabajo, pensaba que no estaba bien que sus ingresos fueran superiores a los de él. ¿Por qué?
TFG: Si, yo creo que sucede cuando alguien que está por encima de ti, decide que el salario que vas a cobrar tiene que ser inferior al de él, en general hay dos elementos que lo marcan: 1: Que él puede decir que es hombre y por tanto, tiene que ganar más que tú que eres mujer y 2.- Considerarse que sus capacidades son superiores a las tuyas y que por tanto, el merece más que tú.

DC: Llegó a ser Directora de la Pau, por su trayectoria, su experiencia y los conocimientos adquiridos en temas de paz. ¿Escalar esa posición fue difícil?
TFG: No, no he sentido, ni que fuera más valorada ni por ser mujer, ni por ser menos mujer, yo creo que, en mi promoción de carácter laboral, siempre ha sido por méritos que no por otro tipo de cosas.

DC: ¿Tiene la impresión de que existe alguna limitante con respecto a eso?
TFG: Siiii, las limitaciones que haya podido tener, no tienen nada que ver, ni con mi trayectoria, ni con mis capacidades, ni con ser mujer, sino que a veces otra limitación que puede existir es no pertenecer al Partido Político que gobierna, y eso a veces es una limitación, pero que no tiene nada que ver con la condición de mujer ni con tus capacidades de valoración profesionales o de méritos, que esto sí que es, un elemento determinante en la carrera que un partido promociona a ciertas personas, porque son de su partido y ya está.

DC: ¿Pertenece a algún Partido?
TFG: No, yo no pertenezco a ningún Partido. Ese fue el problema, al no pertenecer a ningún partido político, no hay nadie que quiera promocionarte, no hay ningún partido que sacara réditos con tu trabajo, ni con tus aportaciones, yo creo que esa es la limitación que, si no perteneces a ninguno, pues nadie va a sacar redito contigo, porque eres un alma libre.

DC: ¿La maternidad afecta la vida laboral de las mujeres?
TFG: Si que afecta, la experiencia que tengo es viendo a mujeres jóvenes que trabajan y que tienen hijos, observas que se les pide que sean súper-mujeres, que atiendan perfectamente a los niños, que jueguen con los niños, que tengan una carrera profesional dedicación, promoción. Y encargarse de la casa, de los niños, además de llevarlos a la escuela o al médico a los niños, además del trabajo, yo creo que muchas mujeres se ven desbordas. Les quedan dos opciones, o reducen la jornada o renuncian a la carrera profesional, muchas veces las dos cosas a la vez, les resulta difícil.

DC: ¿Cómo la afectó el COVID-19? ¿Cómo lo resolvió?
TFG: Bueno, en el Covid, por una parte, como nos quedamos encerrados un par de meses sin poder hacer nada, el encierro me resultó positivo, tenía una gran necesidad de volver al silencio, la soledad y me vino muy bien, fue un relax mental y en muchos sentidos, algo buscado, yo buscaba soledad y silencio, estuve muy bien. También es verdad, que pasar de tener estrés a un parón tan rápido y tan breve en el tiempo, comportó que la diabetes se dispara, entre otras cuestiones, que se van de madre un poco más, pero una vez volvimos a salir y volvimos a andar, los efectos físicos se controlan. Descubrir las reuniones por zoom
fueron relajantes, era una manera de descubrir, que tenía cierta interacción, pero no me ocupaba tantas horas. Termina la reunión, bajas la pantalla y vuelvo a entrar en modo silencio y eso fue bueno.

DC: ¿Cómo ha vivido la desigualdad entre hombres y mujeres, es un tema superado o se mantiene?
TFG: En el medio en el que me muevo, los hombres están más concienciados, quieren vivir su masculinidad de otras maneras. Sí que veo avances, que tienen una actitud más colaborativa, al menos a nivel familiar, los padres intentan encargarse de los niños, de que no todo sea una carga para la mujer, que sean cargas conjuntas. Hay ciertas áreas, terrenos, en los que ha habido avances, pero nos quedan muchos a llevar a cabo, uno de los que más me sorprendió, fue en la cultura laboral, mientras que, en la cultura familiar y relacional, tenemos avances de plantearnos las cosas más compartidas.

En la organización laboral, veo aquí todavía que cuesta. Muchos hombres siguen queriendo mostrar que ellos tienen más capacidad para liderar, que quieren mostrar su protagonismo; en cambio, las mujeres tienen menos problemas en no mostrar que lideran un grupo. Tienen actitudes de trabajo más colaborativas, de alguna manera ellas priorizan más el éxito y el objetivo del trabajo a conseguir, que no su éxito personal. En los hombres, sigue primando su éxito personal, necesitan decir que ellos han conseguido éxito profesional y las mujeres suelen compartir en grupo el éxito profesional. Creo que nos queda todavía mucha cultura laboral por hacer.

DC: ¿Qué opina de las disidencias, de las diferentes tendencias de género actuales?
TFG: Yo ya, hay momentos que para ciertos debates me siento mayor, en el sentido de decir, parece que ese sea un carro que ha pasado por delante mío y que no va a formar parte de mis luchas, tengo bastantes con las que tengo, que se las hagan otros. Lo único que me parece o al menos en mi posición es: quiero respetar sus diferencias, sus convicciones, no quiero entrar ni a juzgarlos, ni a decidir, ni nada de ello; pero también hay momentos en que me planteo que, lo que es importante, es que, no nos impongan que sus demandas, tienen que ser las mías, ahí también diría, que cada uno hace sus propias luchas y que igual que en terminos políticos, no pueden pedirme que yo tenga que asumir la lucha política de otro. Estas luchas también cada uno que se las haga, ya está. Que no me pidan que abandere
sus luchas, por eso te digo, ya me siento mayor y, por otra parte, también creo que es verdad que tenemos que ganar en respeto, en aceptación a las diferencias. Pero en terminos políticos, también hay que velar por cuestiones mayoritarias y a veces, hay minorías, que se imponen excesivamente en las peticiones mayoritarias y una piensa, pero bueno, también tienen que ser respetuosos ante otros. No podemos perder lo que hemos logrado.

DC: ¿Con respecto a los logros igualitarios de las mujeres, hay avances?
TFG: Aquí en Europa ha habido avances, vemos a muchas más mujeres en todos los ámbitos; la cuestión es, sí esas mujeres, se comportan como un hombre o como mujer; tenemos más mujeres en el congreso, en la política, cargos directivos, más mujeres activistas en muchos frentes. Legislativamente, hemos ganado más protección en muchas cuestiones.

Me sigue asombrando, que a veces, vas a un país y una mujer no puede tener una cuenta corriente, no pueda heredar las tierras de su padre porque es mujer o por ejemplo en países, pensando ahora, en Arabia Saudí, en donde la mujer puede ser juzgada y entrar en prisión por ser adultera, pero el hombre no es adultero. Estas cosas aquí, están superadas, hay más protección jurídica, se nota, por ejemplo, que en los debates donde las mujeres ponen sobre la mesa temas de mujer, tienen mucho más peso que en otros países del mundo. Aquí yo veo, y esa valoración la hago, porque visito muchos países y dices, Europa es una isla de confort para mujeres cuando la comparo con otros países.

Nos queda trabajo por hacer, mucho, porque en la igualdad no estamos plenamente. Si tuviéramos
igualdad, cuando en las estadísticas, los gobiernos nos dicen que la natalidad es muy baja, si viviéramos en una sociedad más igualitaria la natalidad sería más alta, pero cuando a la mujer, se le pone toda la carga, pues a algo renuncia, porque con todo, no puede.

DC: Iniciando la entrevista contaba, que cuando entró a la Universidad, eran solo dos mujeres en clase y eso no fue óbice para avanzar. No era lo habitual en la época. ¿se ha sentido protagonista de las actividades en las que ha participado?
TFG: No, yo no me considero protagonista de ninguna cuestión relacionada con género, nunca he tenido esa bandera entre mis luchas, la única cuestión que yo siempre he tenido en mi mente es, que yo haría aquello que quisiera hacer y no haría aquello que no quisiera hacer; y entonces nunca me he situado como diciendo, tengo que llevar la lucha de las mujeres. Me he sentido mujer, pero mis luchas las he centrado en el pacifismo, en la construcción de paz y ahí, lo que he desarrollado, es sensibilidad a tener visión de género en los problemas que he abordado. Pero no, en ser reivindicadora de las luchas en sí de las propias mujeres. Visión de género, por ejemplo, me marco muchísimo, en los viajes que hacía a Colombia, cuando iba a recoger testimonios de víctimas de masacres.

Evidentemente a las personas que entrevistaba eran mujeres, me sorprendía que tenían que asumir el rol de víctimas, de la defensa de la memoria de un marido, de un padre o de un hermano. Muchas veces cuando algunas de estas mujeres eran viudas, no se les concedía el derecho de volver a recomponer su vida, de pasar página, puede ser o no con otro hombre. En cambio, los hombres podían haber perdido a su mujer, pero nunca se les pedía que asumieran el rol de víctima en defensa de la memoria de ésta. Los hombres volvían a recomponer su vida, pero las mujeres no. A ellas se les asignaba otro rol diferente,
simplemente por el hecho de ser mujer, eso me sorprendía muchísimo. Este tipo de división, incluso de compromiso en la memoria, él tenía que tener memoria en terminos políticos y no se metían en su vida privada, en cambio en la vida privada de ella sí. Lo grave son los roles diferentes que se manejan, no sé si ahora que ha pasado el tiempo, ha habido algún cambio, porque desde el 2006, hasta hace solo cuatro
años, no vi cambios.

DC: Se asegura que las personas mayores son víctimas del rol machista que envuelve la sociedad. ¿Qué opina?
TFG: Bueno yo en lo que es la vida de las personas mayores tengo pocas referencias; pero en las personas mayores que conozco creo que siguen pesando los roles. Ves que las mujeres siguen encargándose del cuidado del marido, pero pocas veces el marido del cuidado de la mujer, ese tipo de rol todavía sigue establecido. Además, ves que ella sigue encargándose de las cuestiones domésticas y se sigue poniendo responsabilidades, él en cambio tiene pocas. Pero, lo que más me preocupa de las personas mayores, es la soledad de muchos mayores aquí en el barrio, por ejemplo. Personas que viven solas, con poco apoyo familiar, me refiero al apoyo afectivo y aunque algunos requieren apoyo económico, el apoyo afectivo y de soledad en que viven, es preocupante.

DC: ¿Cree que las mujeres mayores sufren violencias de otro tipo?
TFG: Conozco a alguna persona mayor que cuida a los nietos, pero yo creo que es la persona la que tiene que poner límite a los hijos. Hay mujeres que no ponen límites, por tanto, los ves agotados, porque están cubriendo todas las necesidades de los hijos. Y el cuerpo ya no es el mismo que el que tenían cuando criaron a sus hijos.

DC. ¿Los medios de comunicación reflejan la realidad de las personas mayores?
TFG: Yo creo que no, veo las campañas publicitarias con personas mayores, siempre son para disfrutar de un viaje, para que te vayas de fiesta a un restaurante y entonces uno piensa, pero bueno, si la gran mayoría de personas mayores, tienen pensiones que son bajas, que no pueden irse ni al caribe, ni pueden hacer no sé cuántas cosas, van a un estrato muy concreto de población mayor que está jubilado, pero con un cuerpo que todavía está activo, bien y que se puede mover, y con capacidad económica para hacer actividades diversas. En la lucha de esa población, no identifico el estereotipo de persona en la publicidad mayor que nos hacen, con las que yo me encuentro por aquí por el barrio eh, porque lo que observo, es que, son muy distintas esas capas sociales. El problema es que muchos jubilados que tienen problemas físicos y que está pensando en la prótesis de cadera que le van a poner, que tiene artrosis etcétera, pues no es un mercado que le interesa al estado, los únicos que tienen interés en las personas mayores son los políticos, porque esos suman votos. El votar es independiente de tu estado físico y mental.

DC. ¿Cuál ha sido la decisión más difícil que ha tomado como mujer?
TFG: Pues no lo sé, no tengo ninguna decisión fundamental o difícil. Porque cuando tomo una decisión nunca la reviso, digo, voy a hacer eso, pues voy a hacer eso. Si la aciertas bien, que no la aciertas, también; pero nunca empezaré y si no lo hubiera hecho, pues como nunca lo hago. Siempre tomamos decisiones claves, ejemplo, me voy a vivir a otra ciudad, esa es una decisión clave, tienes que cambiar amistades, entornos laborales y todas esas cosas, pero lo haces, nunca pienso si hubiera sido mejor que tomar otra decisión, nunca. Siempre he tomado mis propias decisiones y nunca las he tomado en función de nada y además siempre he tenido presente que si yo vivo con un hombre es porque quiero vivir, pero mi libertad la tendré siempre asegurada, por lo tanto, vivo de mi salario, para no sentir que estoy con alguien porque necesito ayuda económica, tener mi vivienda en propiedad, porque si la cosa sale mal agarro mi maleta y me largo.

DC: ¿Hemos terminado la entrevista, le gustaría agregar algo más?
TFG: Creo, que las mujeres de cada generación ponemos énfasis en aspectos distintos, yo a veces que me siento hasta un poco lejana con las jovencitas de ahora, hablan unas cosas que yo digo, jolines, de esto yo ya no se nada, me quede en otra página; pero también, es lo normal, cada generación ha ido rompiendo lazos con las generaciones anteriores, y eso está bien. Lo único que a veces les digo, oye ya no me enredes tanto, ya os pierdo el hilo. Muy contenta de verlas y de ver que, sobre todo, lo importante es que, ellas lleven las riendas de su vida, para mí eso es lo más importante.

DC: Se me ocurre preguntarle ¿Cómo ve las relaciones entre los jóvenes y su interacción, tienen las mismas expectativas que en nuestra época o los jóvenes lo asumen de facto?
TFG: A mí, la única cosa que hacía de manera distinta a ellas, por ejemplo, es que yo podía tener más capacidad de aguantar, de intentar transformar las relaciones de pareja, en cambio ahora, hay una facilidad para cambiar de pareja, ahora cambio de pareja, es que con este o está, ya no me entiendo, y dice una, pero habéis pensado si hay posibilidad o no de arreglo; hoy en día todo es más rápido, más inmediato. Nosotras veíamos estas cosas más sosegadamente. Tiene una parte positiva en la medida en que, aquella que está concienciada, no se va a dejar maltratar, porque la capacidad de aguantarlo es muchísimo menor en las jóvenes hoy. Vuelan al hombre más rápido de lo que lo volaban en nuestra
generación y eso es bueno.

DC: Por qué cree que la natalidad ha disminuido mundialmente y por qué las mujeres
no quieren tener hijos.

TFG: La natalidad siempre ha estado ligada al nivel de estudios, en esa medida, el número de hijos desciende, ella tiene más conocimiento de cómo hacer que sobrevivan, de cómo debe ser la alimentación, tiene más capacidad. En nuestra cultura occidental, la natalidad ha bajado muchísimo, hay muchas mujeres que no tienen ningún hijo. Creo que está en el dilema entre, hijos o vida laboral y eso es difícil de compaginar. Si tú quieres ascender, trabajar, es difícil con niños, porque si son grandes tu vida laboral ya está en declive y eso, es lo que lo hace difícil y para muchos acaba siendo un problema. Si tuviera ciertas condiciones igual preferiría tener un hijo, pero si no se dan, pues prima más la proyección
laboral que no tener una familia.


Tica. agradecida y muchas gracias de parte de la Independent por esta entrevista.

enllaç de vídeo;https://www.youtube.com/watch?v=nRYtL-ERjy8&authuser=0

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