La propuesta de Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, Inestable, ganadora de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires se ha presentado esta semana en la Sala Villarroel. Ya sólo quedan cuatro representaciones*. Parece mentira pero, te puedes reir sin que parezca ningún estereotipo ni machista, ni racista.
Teatro de diálogos permanentes, con la asistencia de dirección de Manuela Bottale y Marianela Faccioli. Una hora trepidante con poquísima cortes en escena y una variedad de temas incontables sobre: ??miedos, angustias, fobias, obsesiones … desde una perspectiva crítica y con mucho, mucho humor.
Un estreno en Barcelona con la sala llena a rebosar con un público argentino y catalán o catalán y argentino (dificil de cuantificar) de todas las edades, de jóvenes a personas mayores y bastante mayores, que sólo dejaban de reír en los momentos que un oscuro mandaba la transición temática.
Y todos y, sobre todo, todas pueden reír a gusto, ya que incluso con las gafas lilas bien puestas (de la crítica teatral desde la visión de género) no te hacen sufrir en ningún momento.
Preguntando a una pareja joven a la salida, decía -argentina ella- que se había roto de risa con tanta psicoanálisis de la cotidianidad y – catalán él- se refería así: “Me ha gustado porque es muy intensa y frenética, quizás demasiado, pero al ser una hora te lo pasas muy bien”.
Lo que decíamos pues, reír sin que causen ningún cortocircuito en la inteligencia de la asistencia. Irreverentes, ridículos, desmelenados … los Sutottos con Inestable viviendo en paranoia en cada rincón de su casa, en cada rincón de las vidas de la gente.