La muerte de Alan, un crimen social.
Hablamos de ello con el secretario de la asociación Chrysallis que dice que “Una parte de la sociedad no asimila que hay niños con vulva y niñas con pene”.
La víspera de Navidad, Alan se suicidó. Tenía 17 años y era transexual, lo que le había comportado acoso constante en la escuela por parte de compañeras y compañeros que le reprochaban su condición. Aunque la familia le ayudaba y que había conseguido hacía veinte días que su nuevo nombre figurase en el documento nacional de identidad no pudo soportar la presión y el acoso en el instituto de educación secundaria de Sant Cugat al cual se había trasladado.
La familia de Alan se había incorporado a la asociación Chrysallis, donde padres y madres de niños y adolescentes comparten miedos, dudas, preocupaciones, ilusiones, esperanzas, combate. La madre de Alan cree que si hubieran contactado con Chrysallis antes, quizás aún estaría vivo.
Jaume Ulldemolins es el secretario de Chrysallis.
¿Habría sido así? ¿Alan habría encontrado en Chrysallis la fuerza para vivir y la ilusión que no encontró en otros sitios?
A estas alturas, no sé si habría sufrido lo que sufrió. Recordemos que Alan llevaba en la asociación poco más de un mes. Cuando se hizo un encuentro para que nos dieran las tarjetas sanitarias de los menores transexuales, conoció a otros chicos de su edad. Se pasaron los teléfonos y mantuvieron un cierto contacto. Si hubiera contactado antes quizás se habría podido evitar alguno de los efectos de la situación que padecía.
“El suicidio de Alan es un crimen social”, leemos en la web de Chrysallis. ¿La sociedad no acepta a los chicos, las chicas, las personas trans?
Desgraciadamente hay una parte de esta sociedad que no acaba de asimilar la diversidad que existe. Hoy debería estar más asumida pero hay una parte de la sociedad que no lo acepta. No acepta que no todo es hombre/mujer, que hay niños con vulva y niñas con pene.
Desde Chrysallis queremos hacer entender estas situaciones.
Usted tiene una hija trans, Tori. ¿Cómo es su experiencia personal en el trato que ha recibido socialmente hasta ahora?
El trato que ha recibido Tori del entorno social ha sido bueno. En el colegio le han dado mucho apoyo. Cuando hizo la transición pensábamos que sería más complicado pero los compañeros de su clase se portaron muy bien. Desde el mismo colegio nos pusieron todo tipo de facilidades. Si tenía que ir al baño, iba al de niñas. Cuando hacen educación física va al vestuario de niñas y se ducha antes que las demás.
Nosotros hemos tenido suerte con eso. No nos podemos quejar.
La legislación catalana es bastante avanzada, pero parece que no se aplica al ritmo que debería. Una cosa es la letra de la ley y otra, su aplicación cotidiana.
En Cataluña tenemos la ley 11 de 2014 que se aplica de forma muy lenta. No va al ritmo que quisiéramos. No desarrolla sus artículos. Todavía falta mucho para que funcione al cien por cien. Aún se está poniendo en marcha.
¿Qué se puede hacer desde las escuelas, desde los medios de comunicación, desde todas partes para que esta normalización de la opción trans sea absoluta cuanto antes mejor?
Desde Chrysallis y las asociaciones de menores transexuales pedimos que en los libros de texto que se limitan al estereotipo hombre/mujer se incluya la diversidad que hay. Cómo funciona el cuerpo humano y que no todo se reduce a hombre/mujer. Luchamos para que en las escuelas se incluya esta información en las asignaturas, ya sea mediante fichas o en los libros de texto.
A los medios de comunicación les pedimos que den voz a esta diversidad de personas, se las respete, se las ayude. Que las dejen ser ellas mismas. Que ayuden a evitar que haya personas que vayan detrás de ellas, como ha ocurrido en el caso de Alan, y estén “chinchándolas”, machacándolas. Y que no lleguemos nunca más a finales como el suyo.
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Chrysallis
