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La Ministra musulmana de Educación en Francia abre un proceso democrático de definición de los valores republicanos.
Najat Vallaud-Belkacem, una joven nacida en un pueblo marroquí donde de niña acompañaba el abuelo pastando cabras, y luego fué estudiante modelo en Amiens, y en la ENA (prestigiosa escuela de administración), actualmente esposa de un alto funcionario del estado, y madre de dos mellizos (niño y niña), es ahora una de las más valoradas politicas socialistas en Francia. Portavoz del gobierno Hollande durante su caida libre, ha tenido la cartera de Juventud, Urbanismo y Deporte, y sucesivamente como Ministra de Derechos de la Mujer, ha legislado por la penalización de los clientes de prostitución y ha promovido la ampliación del derecho al aborto. Recientemente, a sus 37 años, ha sido nombrada Ministra de Educación, siendo la primera mujer que cubre este cargo en la historia de Francia. Es una buena publicidad para la escuela francesa, que quiere permanecer abierta al multiculturalismo aun más en tiempos difíciles, como ella misma afirma en una entrevista al “Corriere della Sera”.
A pesar de las criticas que le han llovido des de la extrema derecha, la joven ministra tiene un alto índice de aprobación en los sondeos, y le espera una dificil tarea, pero también un “desafio entusiasmante”. Ya que, en un momento en que los modelos de integración de los y las inmigrantes extranjeros en varios países europeos (como el multiculturalismo por “grupos étnicos separados”, practicado en Gran Bretaña u Holanda) muestran sus límites, y las derechas soplan sobre el fuego de una supuesta “guerra de civilizaciones”, es cada vez más necesario encontrar un sistema de valores compartidos en que los ciudadanos y ciudadanas, de cualquier sexo, origen y creencia religiosa, se reconozcan para una convivencia civil y digna para todos y todas.
¿Cuál es el metodo escogido en Francia para reconocer y /o construir este sistema, superando en la sociedad desconfianzas y prejuicios culturales, y en la escuela también las divisiones entre los “pedagogistas” ( más interesados en la realización personal del alumnado que en la cantidad de contenidos aprendidos) y los “republicanos” (los que privilegian los saberes)? Repitiendo una experiencia realizada en 2012 en las escuelas superiores francesas sobre el tema de la investigación, Najat Vallaud ha convocado asociaciones, profesores, padres, estudiantes, politicos locales, abriéndoles las escuelas de todo el país en las “Asises para los valores de la republica”. El el 12 de mayo, concluido el proceso de consulta, serán publicados los resultados.
Un primer logro está siendo la fuerte participación social: hasta en los pueblos más pequeños hay asistencia de 300-400 personas, y las discusiones son apasionadas.
¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión? Esto es, por ejemplo, uno de los temas más controvertidos. O ¿tienen todavía vigencia y sentido los pilares éticos de “Liberté, Fraternité, Egalité”, surgidos de la revolución francesa? Se ha observado que los chicos y chicas de sectores desfavorecidos que no logran expresarse en buen francés caen con más frecuencia en conductas violentas, mientras los y las que han adquirido valores ciudadanos tienen mejores notas. Para eso, unos mil expertos están viajando por Francia para dar pautas y formación a los profesores.
Un tema importante que enfrenta actualmente la escuela es la influencia de las redes informativas en la juventud, un instrumento como otros, que puede tener utilidad como provocar daños, si no se sabe manejar. (El triste caso del adolescente catalán, adicto a videos violentos, que ha matado un profesor, pone un gran interrogante). Por eso en una reunión de Ministros de Educación europeos reunidos en Paris el 17 de marzo, ha sido subrayada la necesidad de estimular en el alumnado el pensamiento critico y la alfabetización mediática para desarrollar resistencia a los mensajes de discriminación y adoctrinamiento.
Pero lo más impactante de todo el proceso francés es quizás la iniciativa de unos 4000 ciudadanos y ciudadanas de a pie, sean abogadas como barrenderos, amas de casa como managers, cada cual con experiencias por contar a los y a las estudiantes, que se han ofrecido voluntariamente al Ministerio de Educación para difundir en las escuelas los valores de la república. Como los reservistas sirven al ejercito, ellos y ellas quieren servir a la escuela. Entre ellos, está Latifa Ibn Ziaten, la madre de uno de los soldados matados por Mohammed Merah, que habla a la juventud contra el fundamentalismo islámico. Finalmente un ejemplo de colaboración entre la sociedad y la escuela, superando las críticas reciprocas entre una escuela que “ya no tiene autoridad, no sabe educar”, o por otro lado, unos padres y madres que “ya no saben qué hacer, sino delegar a la escuela su papel en la educación de la niñez”.
