viernes 08 noviembre 2024

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Unión Europea: “No se lo pondremos fácil a la extrema derecha” desde Die Linke

Escrito por Kate Connolly. S.P. / La Independent

Carola Rackete, que se dió a conocer desafiando a la extrema derecha italiana, está preparada para liderar el partido Die Linke en las elecciones europeas en junio.

Se hizo famosa como la capitana de un barco que rescató a migrantes a la deriva en el Mediterráneo. Pero Carola Rackete se está embarcando en un nuevo viaje, cuyo objetivo como activista es salvar a una parte de la izquierda alemana, en plena crisis.

La marina mercante de 35 años va a liderar al asediado partido Die Linke en las elecciones parlamentarias europeas de junio como su principal candidata.

“Siento que no tengo más remedio que involucrarme en la política. Es el momento adecuado”, declaró a The Guardian en una entrevista. “Este es un momento que debería politizarnos a todos, si aún no estamos politizados”.

“¿Queremos que los que están a favor de los derechos humanos y la justicia climática estén en mayoría, o dejaremos las cosas en manos de los derechistas y los fascistas? Es una pregunta bastante simple a la que nos enfrentamos”.

Die Linke, un partido de la izquierda alternativa que surgió en 2007 del ex SED comunista de Alemania Oriental, se ha enfrentado recientemente a un desastre. Sahra Wagenknecht, su dirigente más destacada y ex líder del grupo parlamentario, dimitió hace semanas para formar su propia nueva organización, que se lanzó este mes. Se ha llevado a nueve de los parlamentarios de Die Linke con ella, amenazándole con su implosión.

La medida sigue a años de tensión entre Wagenknecht y los líderes del partido que han rechazado sus intentos de combinar ideas de izquierda, como un impuesto sobre el patrimonio, con un rechazo de la inmigración irregular como defienden los nacionalistas de derecha.

Wagenknecht se ha posicionado como una alternativa válida para los votantes alemanes desilusionados por la política convencional que, como han hecho muchas decenas de miles de partidarios de Die Linke en los últimos años, pueden trasladar sino su lealtad a la extrema derecha de la AfD.

Pero Rackete, que, según le ha solicitado el partido, sigue siendo independiente (“da más posibilidades de llegar a una audiencia diferente”) – rechaza la idea de que se está subiendo a un barco que se hunde.

“Cuando se acercaron a mí, estaba bastante claro que el partido se partiría. Veo esto como una oportunidad para ponerlo en un rumbo nuevo y claro, atraer a nuevos miembros, abandonar la retórica nacionalista para siempre y convertirlo en un lugar sólido de organización para la izquierda progresista”, dice. “Me gusta la imagen del ave fénix que se levanta de sus cenizas”.

Rackete dice que la salida de Wagenknecht, seguida de su entrada en escena, ha “creado ondas” que han provocado un repentino aumento de la afiliación de Die Linke, un impulso sobre el que el partido espera construir.

“Hemos tenido mucho interés de gentes de izquierda que nunca se habían involucrado antes en la política de partidos, que insisten que ahora es el momento de hacer algo”, añade.

Rackete se ha inspirado en el ascenso del Partido Laborista en el Reino Unido, la reciente decisión de los votantes polacos de abandonar su gobierno iliberal y el regreso de Lula da Silva a Brasil. “Demuestra que ir en una dirección, en términos de moverse hacia la derecha, no esta claro”.

A través de la reputación que ha construido gracias a su activismo ecologista, a Rackete también le gustaría atraer a los votantes verdes desilusionados con la actuación del partido Verde en el gobierno de coalición.

“Es sorprendente para mí y para muchos otros lo mucho que han abandonado su política sobre migración y clima”.

El activismo de Rackete la ha llevado de cortar puentes en Londres con Extinction Rebellion en 2018 a defender los derechos humanos y ambientales de las comunidades indígenas Sami en el norte de Finlandia. En 2019, desafió al famoso ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, atracando un barco de búsqueda y rescate con 42 migrantes en el puerto de Lampedusa, por el que fue arrestada y más tarde obligada a ocultarse.

Salvini la calificó de diversas maneras como “asesina potencial, criminal y pirata” y una sbruffoncella (exhibicionista). Rackete más tarde lo llevó a los tribunales y ganó. En otros lugares, su coraje le valió comparaciones con heroínas, desde Antígona de Sófocles hasta Juana de Arco; los elogios vinieron del Papa, e incluso inspiró un libro para niños.

“No creo que mi yo real y auténtico tenga mucho que ver con esta versión pública que existe sobre mi persona”, dice con una sonrisa durante el desayuno en un café turco en Berlín. “Creo que lo que esto nos demuestra es que, como seres humanos, realmente anhelamos historias de esperanza, como la de la pequeña ONG que se opone a un gran gobierno acosador”.

Al igual que la fuerza de su historia, reconoce que también hay fuerza en un nombre como Rackete, que en alemán es homofónico con la palabra “cohete”.

“De niña me molestó mucho, pero ahora creo que probablemente sea bastante útil, en términos de que me reconozcan”, dice.

Como eurodiputada, afirma que buscaría aumentar la transparencia sobre el bloque, sobre los 25.000 lobbystas con sede en Bruselas (“la segunda capital con grupos de presión más grande del mundo después de Washington”), denunciar lo que percibe como el impulso perjudicial de la UE de expandir sus esquemas de comercio de emisiones (“que no funcionan para reducir las emisiones en absoluto, sino que se traducen en un mercado para el comercio de la contaminación”), y presionar por una reforma agrícola radical para abordar el creciente problema de la seguridad alimentaria.

Tomese el mercado comercial de la naturaleza en la que la UE está trabajando actualmente, siguiendo el ejemplo de Australia y el Reino Unido. “Así, la idea de que si alguien tala un bosque en Alemania para construir una fábrica, esto se puede compensar construyendo un hábitat para flamencos en España. Es ecológicamente absurdo”. A ella le gustaría ver medidas más centradas en temas que tendrían beneficios ecológicos y sociales casi inmediatos, como la restauración de humedales, la creación de un servicio de tren público operado de forma centralizada y el cambio de la producción de proteínas animales por vegetales.

“Creo que tenemos que denunciar estas cosas. Si la gente ni siquiera sabe por qué deberían estar indignadas, no puedes desarrollar una iniciativa o ningún tipo de presión pública”.

De hecho, modesta y seria en su forma de ser, incluso como política, Rackete, que no tiene una residencia fija, insiste en que quiere seguir siendo activista.

Su experiencia con Sea Watch, dice, le enseñó “cuánto puede lograr una organización de la sociedad civil”.

Kate Connolly Corresponsal en Alemania de The Guardian.
Fuente:
https://www.theguardian.com/world/2024/jan/16/carola-rackete-activist-aiming-to-revive-germany-far-left-die-linke-party?


Traducción:Enrique García

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