El asesinato de la líder afrobrasileira Marielle Franco expresó la unidad de las luchas del FSM-2018 y de las feministas en la Asamblea Mundial de Mujeres, celebrada en el Terreiro de Jesús, en Salvador de Bahía, símbolo de la lucha de resistencia de la población negra de Brasil.
La Asamblea dio lectura a una ‘Agenda internacionalista e impostergable’: un Manifiesto de 10 puntos, acordado entre todas las delegadas.
La muerte a balazos la noche del 14 de marzo en Río de Janeiro de Marielle Franco, defensora de los Derechos Humanos, madre negra y lesbiana, feminista y socióloga, planeó desde el jueves 15 en todos los ámbitos del Foro Mundial Social (FSM-2018); era rememorada al iniciarse los actos y aclamada en manifestaciones de protesta dentro y fuera de los recintos del campus de Ondina de la Universidad Federal de Bahía (UFBA), el mayor de los espacios de las actividades y convergencias.
Escenario de la Asamblea Mundial de mujeres en el Terreiro del Pelourinho en Salvador de Bahia.
El Consejo Internacional del FSM recibió la noticia “como una bomba” y expresó su “ira más profunda” porque “desaparece una de las raras representaciones formales en la política, interrumpida de la manera más brutal. La muerte de Marielle es una más en la escala de genocidio de la población negra en los barrios marginales, donde (ella) también luchó”. En la Asamblea Mundial de Mujeres (AMM) su imagen presidía la pancarta del escenario, celebrada en el Terreiro de Jesús, en el Pelourinho de Salvador de Bahía, símbolo de la lucha de resistencia de la población negra de Brasil. Y allí el grito unánime fue ‘Todas somos Marielle’.
Defensora de la población negra en las favelas
Marielle Franco, la quinta concejala en obtener más votos en las elecciones legislativas de Rio en 2016 por el PSOL , era una de las voces más activas contra los asesinatos de la población joven negra en las favelas de Río de Janeiro. Ella se preguntaba abiertamente ¿”A quién va a rendir cuentas el tan prestigioso ejército brasileño en relación a sus intervenciones militares en las favelas?”
Cartel de la Marxa inicial: La fiebre racista mata mas que la fiebre amarilla.
Precisamente en febrero, la habían nombrado relatora de la Comisión que fiscaliza la intervención de los militares (Ejército federal) en la seguridad pública de Río de Janeiro. Y justo antes de ser asesinada, había preguntado en un twit “cuántas personas jóvenes más tendrán que morir para que acabe esta guerra?” en las favelas. Una intervención militar que ya fue denunciada, también en febrero, por las organizaciones y movimientos sociales del Foro Social Mundial porque “criminaliza a la sociedad carioca”. Para el Grupo Facilitador del FSM 2018 “la medida define a las periferias y su población como ‘territorio hostil’, autorizando de forma ilegal la pena de muerte” porque “en la óptica del estado policial implantado” en Brasil, se está “cuestionando su autoridad”.
Alguna de las participantes brasileñas del FSM afirmaban a La Independent que con “la entrada del Ejército federal en la política de seguridad de Brasil -tras el golpe contra la presidente Dilma Rouseff– ya puede hablarse de dictadura, pues ya está en manos del actual gobierno todo el Estado: el ejecutivo, el parlamento, los jueces, los medios de comunicación y ahora los militares”. Otra de las asistentes, manifestaba que el Ejército federal está aplicando las mismas técnicas militares que las tropas brasileñas (37.500 militares) emplearon en Haití durante sus 13 años de misión (2004-2017) con Naciones Unidas (la Minustah). Las tropas de esa misión fueron denunciadas por abusos sexuales y acusadas de provocar un brote de cólera en 2010 –reconocido en 2016 por la ONU- por vertidos de aguas fecales.
La bandera y las mujeres de Marruecos (izquierda) boicotean a las mujeres saharauíi en el escenario.
Marruecos boicotea de nuevo a las saharauis
Las participantes internacionales en el escenario de la Asamblea Mundial de Mujeres reflejaron también la existencia de ese mundo cruzado de violencias, a veces simbólicas. La presencia de mujeres marroquíes, con sus banderas nacionales mientras las representantes saharauis iban a dar su mensaje, desató las protestas tanto de las organizadoras en el escenario (“por favor, respeten las palabras”), como desde el público (‘fora, fora’); “La solidaridad es con las mujeres del mundo, no con las políticas” reclamaba la coordinación, pero no se consiguió que las representantes del pueblo saharaui hablaran en ese momento.
Las mujeres palestinas expresaron su protesta por el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital israelí, lo que implica el traslado de su embajada desde Tel Aviv a esa ciudad árabe.
Quien expresó que las mujeres están “en una única batalla” fue la invitada kurda de las mujeres combatientes en la ciudad siria de Afrin. “Les kurdes aprendimos que, sin una lucha común no se romperá el patriarcado y sus feminicidios”, por ello, “hay que internacionalizar nuestras luchas y unirnos porque cuando estamos separadas nos matan”.
La representante kurda (izquierda) y su traductora al bajar del escenario.
Turquía ataca a las revolucionarias del Kurdistán
Nuestro eslogan, afirmaba, es “mujer-vida-libertad” porque “hay que enfrentar la mentalidad que mató a Marielle Franco”. La representante kurda recordó que “Turquía asesinó en 2014 a tres mujeres de la Liga de Mujeres del Kurdistán y denunció que “Turquía sigue matando a las mujeres del Kurdistán sirio” porque “están llevando la revolución al mundo árabe y mostrando el ejemplo que la ciudad de Afrin representa: un modelo ecológico, feminista y socialista”.
Las representantes cubanas, además de denunciar el embargo estadounidense que ya lleva 55 años, constatar el endurecimiento de las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana con la nueva administración republicana, anunciaron la realización en la capital de Cuba de un Curso sobre ‘Feminismo y Mujeres Negras’, en Julio de 2018.
La candiddata presidencial Manuela d’Avila con su hijo, tras su intervención.
Antes de dar paso a la agenda feminista, tomaron la palabra las dos únicas mujeres presidenciables en las elecciones del próximo octubre en Brasil. Manuela d’Ávila, candidata del Partido Comunista do Brasil (PCdoB) , señaló que “ninguna Asamblea de Mujeres es tan importante como este Foro” porque aquí construimos la respuesta de aquellos que quisieron liquidar la lucha de Marielle”.
La indígena de Maranhão, Sônia Guajajara, candidata a la vicepresidencia por el PSOL, recordó que “jamás nos silenciarán: no podemos permitir que sigan cayendo nuestras compañeras” y reafirmó que “la lucha es de todas unidas”.
Contra el sistema racista, patriarcal, capitalista y misógino
El Manifiesto de 10 puntos, elaborado entre todas las delegaciones, sumó las opresiones que vive la diversidad de mujeres de todo el planeta. Diversidad entendida con numerosas acepciones: mujeres, lesbianas, trans, bisexuales, no binarias, negras, indígenas y de etnias no blancas y de todos los ámbitos: trabajadoras, artistas, amas de casa, estudiantes, académicas, jóvenes, viejas; de la ciudad del campo, de la selva, con deficiencias. Y “todas, sin distinción “víctimas de un sistema racista, patriarcal capitalista y misógino” pero “somos fuerzas de resistencia de todas las formas de opresión y explotación, desigualdades, discriminación” y por eso, “tomamos acciones colectivas… contra el patriarcado y todas las formas de violencia”.
La Asamblea Mundial de Mujeres, ocupando el Terreiro del Pelourinho en Salvador de Bahía.
La Asamblea Mundial de Mujeres (AMM) propuso los siguientes puntos “innegociables” para una “Agenda internacionalista e impostergable”.
“1. Por el pleno reconocimiento del trabajo productivo y reproductivo. Todas somos trabajadoras, no importa si es en el hogar, en el mercado o la comunidad. Por la igualdad de oportunidades e igualdad salarial; contra el acoso sexual y moral en el trabajo. Por el pleno reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerado, exigimos políticas públicas para garantizarlo.
2. Por el fin de los feminicidios y trans-feminicidios y de todas las formas de violencias, sean sexuales, físicas, simbólicas, psicológicas, domésticas, laborales, obstétricas, patrimoniales y epistémicas, practicadas en el ámbito público, privado y en el activismo.
Derecho a decidir en cuerpos, sentimientos y pensamientos
3. Por nuestro derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos, sentimientos y pensamientos, con autonomía y sin interferencias del Estado, los fundamentalismos religiosos y el poder económico corporativo.
4. Por nuestra emancipación real y substantiva y el acceso al poder político.
Somos el país que más travestis mata; dejad de matarnos, dice el cartel de las trans.
5. Por el fin de la utilización de nuestros cuerpos como arma de guerra, por el fin de la persecución y asesinato de las defensores de derechos humanos.
6. Por nuestro acceso y el de todas las personas a la educación universal, emancipadora, transformadora, liberadora, no racista y no sexista.
7. Contra el racismo, la xenofobia, el genocidio y el fin del encarcelamiento de las personas negras, indígenas, migrantes y pobres.
8. Por el reconocimiento de nuestra identidad y expresión de género autopercibidas. Por la plena garantía de nuestros derechos, el fin de la discriminación y la violencia por orientación sexual, identidad y expresión de género.
El Brasil que quiero para el futur es sin la Red Globo (el monopolio de los media brasileños).
9. Por el desmantelamiento de la estructura monopolista patriarcal de los medios de comunicación; por el fin de la mercantilización e hipersexualización de nuestra imagen. Nuestra invisibilidad selectiva en los medios contribuye al silenciamiento de nuestras luchas.
10. Por la justicia climática. Somos parte de la naturaleza no somos dueñas de ella. El agua es la vida y su ausencia es la muerte. El agua es un derecho y no una mercancía. Contra el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo que nos explotan y expropian en todo el planeta y cuyas disputas por el mercado y las fuentes energéticas generan guerras, destrucción, violencias y muertes que atentan contra nosotras.”
La AMM en su manifiesto también “repudió el asesinato de Marielle Franco”, “denunció la represión policial en las favelas de Río” y los “crecientes procesos de militarización” en Brasil. Se solidarizó con el pueblo kurdo y las mujeres de Afrín.
Feminismos y la lucha de las mujeres, el eje temático 10 en el FSM-2018
Esta 13ª edición del FSM ha vuelto a Brasil (estuvo en Belem do Parà en 2009), después de 9 años de celebrarse fuera. Según datos de la organización se inscribieron 23.000 personas, aparte de las numerosas presencias y asistencias no procesadas. Se implicaron 1.500 organizaciones en las 1.300 actividades, distribuidas en torno a 19 ejes temáticos, tal como ya indicó La Independent.
La estructura organizativa que ha empujado el FSM-2018 la formaba el Consejo Internacional (CI-150 organizaciones y movimientos, 13 de Brasil); el Colectivo Brasileño del FSM y el Grupo Facilitador (25 organizaciones y movimientos, de Bahía, del Comité Internacional y de otros nacionales); diferentes grupos de trabajo (300 personas) encargadas del voluntariado, la comunicación, metología, movilización, infraestructura y el campamento de la Juventud. También existían Comités temáticos: Mujeres, Mujeres Negras, Cuestiones Agrarias, Pueblos y Comunidades tradicionales, Indígenas, Persones con deficiencias, Hip Hop…