OPINIÓN
Estos días, en el conjunto de actividades enmarcadas en el Octubre Solidario.
El Espacio Cívico Centro de Igualada ofrece la exposición “Rostros de la mediterránea”, 60 ilustraciones de artistas de 15 países diferentes que ponen rostro a la situación del mar Mediterráneo con la llegada de las personas refugiadas.
Rostros de desesperación y de esperanza
A través de estas ilustraciones se nos invita a reflexionar a partir de estos rostros de desesperación y de esperanza, rostros de viajeros, de inmigrantes, caras del pasado y del presente, personas que por la fortaleza europea sólo son números en estadísticas llenas de desaparecidos, ahogados y muertos sin rostro … Personas que, por querer encontrar una vida mejor, para compartir un deseo tan antiguo como la misma humanidad, tienen que malvivir estigmatizadas como clandestinos “,” ilegales ” o “sin papeles”.
Un acto de la UCFR – Anoia
La presentación de esta exposición de Stop Mar Muerto corrió a cargo de Farah Benserhrir y Laia Martí, de UCFR – Anoia, y contó con el testimonio de diferentes personas que -desde el voluntariado- habían ido a los campos de refugiados compartiendo con los presentes sus impresiones desde la indignación y la impotencia, interpelando nuestras conciencias, pero sobre todo a los gobiernos responsables de haber provocado esta situación
Salir del fuego para ir a las brasas
Isabel Casas, que con Mónica Margets y Teresa Graells ir el pasado mes de febrero, explicaba -astorada- que no entendían nada, que lo que habían visto no era dolor en sus rostros como esperaban encontrar, sino que mostraban una sensación como de alivio por el hecho de haber podido salvar el obstáculo del mar que los separaba de Europa, huyendo así del infierno de la guerra y sus efectos devastadores. En este sentido recordaba el testimonio de aquel joven que recoge el documental ASTRAL: “Yo sé que cuando llegue a Alemania tendré trabajo y podré formar mi propia familia”. Isabel, consciente de la situación que se vive en esta Europa fortaleza, tenían la sensación de que estaban ayudando a una gente que salía del fuego para ir a las brasas. Huyen de la miseria y los llevan a una nueva miseria lejos de su gente, de su tierra, de su cultura, su lengua … El problema de tendría que afrontar desde la raíz: nadie quiere irse por causa de la guerra, de la miseria … la causa es la guerra, el poder destructor de las armas y el repugnante negocio de la industria armamentística.
Morir de frío
También manifestó estar muy enfadada porque empieza el frío y la gente está en los campos en unas condiciones deplorables. En el Líbano, donde ir este verano, como que el campamento está cerca de las montañas, le decían que cada día hay gente que se muere de frío. Mientras tanto, dentro de unos días, y aprovechando la llegada del frío, comenzará la campaña de Navidad de los grandes almacenes invitándonos al consumo persiguiendo únicamente la ganancia económica como finalidad. Sí, es cierto, seguramente aprovecharán la sensibilidad más propensa en estos datos para pasar algún reportaje para la televisión, que ciertamente será impresionante, y que nos hará saltar la lagrimita … Pero la realidad seguirá allí, y los hay que se han espabilado y -incluso- sacan provecho.
La BBC ha denunciado que refugiados sirios, algunos menores de edad, trabajan en Turquía para fábricas proveedoras de marca de ropa como Marks & Spencer y Aso, y que otras – mayores de edad pero sin papeles- trabajan en talleres subcontratados por marcas españolas como Zara o Mango.
Una sociedad deshumanizada a la deriva
También dio su testimonio Marga Gibert que ir este verano con dos amigas más. Admiraban de cómo, a pesar de la perentoriedad de tener un techo o la necesidad de alimentarse, tenían también esa capacidad de contener el innegable estrés emocional vivido por este drama del éxodo, tener otros horizontes en la vida, dignificar la misma situación de paso que viven, a partir de la humanidad que rezuman y que nos devuelven a la misma esencia del ser humano, valores que en Europa han sido fagocitados por el dominio de lo más material. Marga reflexionaba sobre la desolación de ver una sociedad a la deriva, entre perversa y paranoica … y como Europa se había vuelto tan cruda e incapaz de ofrecer una mirada, dar una mano, escucharse …
Esta sociedad deshumanizada es una catástrofe para todos, concluyó.
Compromiso también y sobre todo aquí
Carlos Duran nos habló de que no sólo podemos ir allí a ayudar, sino que podemos y debemos trabajar sobre todo desde aquí, desde el compromiso de exigir responsabilidades a los gobiernos que son responsables de esta situación, de las guerras y sus consecuencias.
Exigir obligaciones a una ciudadanía maltratada
Judit Corral nos invitó a la reflexión a partir de la situación de los niños y jóvenes, y citó un grupo de 15 adolescentes que viven solos en una Plaza, en Cilicia, y en unas pésimas condiciones, que los hemos vaciado de ética y moral: “me imagino los gobiernos europeos exigiendo que sean buenos ciudadanos, que tengan una valores, que respeten las normas de convivencia, que sean justos, que ayuden a quien lo necesita; y me pregunto con qué derecho los europeos podremos exigir a personas tratadas miserablemente que hagan el ejercicio de pensar del otro, que tengan unos valores éticos y morales de respeto al otro y de cooperar con el otro “. Silvia Rodríguez, por su parte, compartió su experiencia en un campo donde la gente vivía en una antigua granja de pollos que se había habilitado precariamente y cómo se organizaban por el tema de lacomida, por ejemplo.
Un grito a primar la misma humanidad
Y después de las palabras del concejal de Cooperación Fermí Capdevila, que dijo unas palabras para poner en valor los testigos que habían precedido y la labor de todas las entidades que forman Igualada Solidaria, se dio la palabra al público donde Fátima evidenció la indignación por la situación que sufren los refugiados, en particular los niños, haciendo un llamamiento a primar los valores humanos para la supervivencia de la misma humanidad.
Otros rostros
Con esta exposición nos invita a pintar otros rostros del Mediterráneo, aquella mediterránea que queremos, la que nos hermana, la que nos hace libres, respetuosos .. para llenarla de sensaciones y emociones. Pintamos-la como la quisiéramos ver, como la quisiéramos vivir, como la imaginamos “…